Las infecciones de transmisión sexual siguen disparadas: la gonorrea crece un 42% y la sífilis un 24%
Los hombres jóvenes, de entre 20 y 34 años, son el grupo de población más afectado
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) siguen disparadas en España. El último informe de Vigilancia Epidemiológica de las ITS, publicado este lunes por el Instituto de Salud Carlos III, y que analiza datos entre 2021 y 2023, muestra un aumento de un 42,6% de la gonorrea y de un 24,1% de la sífilis.
El crecimiento de ambas infecciones comenzó a principios de este siglo, de manera leve, y se aceleró a partir de la década pasada, en una tendencia similar a la que se registra en el resto del mundo. Tras una ligera caída en 2020, muy probablemente a causa de la pandemia de covid, la escalada continúa.
También crecen otras ITS que incluye el informe: la clamidia (Chlamydia trachomatis) y el linfogranuloma venéreo, cuyo seguimiento es más reciente y no lo hacen todas las comunidades autónomas. Este informe no mide el VIH que, por el contrario, sigue una tendencia descendente en los últimos años.
La población más afectada por las ITS está compuesta por hombres adultos jóvenes, sobre todo en la franja entre los 20 y los 34 años, aunque existen algunas variaciones en función del tipo de infección. La clamidia, por ejemplo, es más común en menores de 25 años, a diferencia del linfogranuloma venéreo.
Durante 2023 se detectaron 34.401 casos de infección gonocócica (gonorrea), casi 9.000 más que el año previo. Se trata de una infección que frecuentemente se manifiesta con sensación de ardor al orinar y una secreción blanca amarillenta por el pene. Es mucho más prevalente en hombres (80% de los casos), con una edad mediana de 32 años. Los síntomas en las mujeres, poco frecuentes, son muy similares a los de una infección urinaria, por lo que es fácil confundirlos: ardor al orinar, relaciones sexuales dolorosas, dolor intenso en la parte baja del abdomen.
Existe una gran variabilidad entre comunidades autónomas: las tasas más elevadas se registraron en Cataluña (165,30 por cada 100.000 habitantes), Madrid (94,08), País Vasco (78,37) y Andalucía (58,64). Las más bajas, en Ceuta (1,20), Melilla (2,34), Aragón (9,24), Castilla y León (12,59) y Extremadura (16,12).
En cuanto a la sífilis, se notificaron el año pasado 10.879 casos, unos 2.300 más que en 2022. El 88,1% fueron varones, con una mediana de 37 años de edad. El primer síntoma suele ser una o más llagas indoloras, que aparecen en el sitio del contacto inicial. Le pueden seguir una gran variedad de signos, como fiebre leve, fatiga, dolor de garganta, pérdida de pelo, pérdida de peso, glándulas inflamadas...
Las comunidades que notificaron tasas más altas en 2023 fueron Canarias (53,91 por 100.000 habitantes), Baleares (33,97), Madrid (32,52) y Cataluña (30,54). Las de menor incidencia fueron, La Rioja (2,17), Castilla-La Mancha (3,36) y Aragón (6,11).
La clamidia lleva midiéndose desde 2016. La tendencia ha sido siempre creciente, excepto por la bajada de 2020. El año pasado se detectaron 36.983, unos 8.000 más que el anterior. Prácticamente, se dividen a partes iguales las infecciones diagnosticadas en hombres y en mujeres.
Los síntomas son parecidos a los de la gonorrea: micciones dolorosas, secreciones vaginales o del pene, relaciones sexuales dolorosas, sangrado vaginal entre periodos menstruales, dolor testicular....
El Linfogranuloma venéreo, por último, es el menos frecuente de las cuatro ITS, pero ha crecido un 80% en el último año, hasta los 1.807 casos. Se trata de una infección prolongada del sistema linfático causada por cepas de la Chlamydia trachomatis distintas a las que originan la clamidia.
Todas estas infecciones suelen responder bien al tratamiento con antibióticos, pero las resistencias están provocando que cada vez haya más problemas para acabar con ellas, lo que puede convertirse en un problema de salud pública de primera magnitud, según llevan años advirtiendo tanto médicos como autoridades sanitarias.
El motivo de este crecimiento de ITS es variado. Los datos muestran que la población más joven practica cada vez con más frecuencia sexo sin protección. Los expertos lo achacan a que el VIH ya no supone una amenaza mortal, con tratamientos que permiten a quienes portan el virus hacer una vida prácticamente normal. También señalan a la proliferación de aplicaciones de citas que propician más promiscuidad, o al chemsex, una práctica que consiste en mantener relaciones bajo influencia de drogas, generalmente con muchas personas a la vez.
El Ministerio de Sanidad ha anunciado la creación de unas nuevas guías para el manejo y el diagnóstico de estas enfermedades junto con la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que se presenta esta semana en Valencia.
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