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Ferran Busquets, director durante 12 años de la fundación Arrels: “Hay resistencia a dar voz a los sin techo”

El ya exresponsable de la entidad defiende que los profesionales se “desempoderen” y hablen “de tú a tú” con las personas sin hogar

Ferran Busquets
Ferran Busquets, director de Arrels durante 12 años, fotografiado en El Raval, al lado de la sede de la entidad.massimiliano minocri
Rebeca Carranco

Un buen día, Ferran Busquets (Barcelona, 49 años) dejó su trabajo como informático en Infojobs y se enroló en Arrels, la fundación que asiste a personas sin techo. Se ha pasado un cuarto de siglo ligado a un proyecto imaginativo: tipografías creadas por sin techo, líderes políticos transformados en homeless , cesión de cuentas de Twitter de famosos, recuentos en la calle con voluntarios... Después de 12 años como director, con las maletas hechas a regañadientes porque expiró su mandato, se ha ido con la pena de que haya “mucha más gente durmiendo en la calle” que cuando llegó.

Pregunta. ¿Cómo aterrizó en Arrels?

Respuesta. Por casualidad. Estaba estudiando informática, y de voluntario en la antigua prisión de jóvenes de la Trinidad (Barcelona). Llegó una carta de Arrels a casa y probé. Era 1998. Tenía 23 o 24 años. Hice de voluntario en el centro abierto y un día se enteraron de que era informático y me pidieron hacer una base de datos de socios y donantes. En ese momento llevaba la de clientes de Infojobs, y acepté irme perdiendo dinero. Quería un proyecto útil para las personas, que me llenase más, como así ha sido. Después me propusieron gestión interna y, un día, en 2012, me pidieron ser director.

P. ¿Quién piensa las campañas creativas de Arrels?

R. Hace años que se apostó por la comunicación, que es fundamental, igual que la denuncia. Aunque alguien pueda pensar lo contrario, no queremos vender la marca de Arrels, queremos que nadie duerma en la calle. Nos caracteriza la transparencia, y hemos dado voz a la gente, que eso aún hay mucha resistencia en el sector.

P. ¿Por qué?

R. Por una parte, para proteger a algunas personas, pero también porque aún somos un poco asistencialistas. Hay que dar la voz a gente con un discurso hecho, que tenga claras las consecuencias de salir en un medio. Lo empezamos a ver en las escuelas. Cuando un voluntario lo explicaba, tenía un impacto concreto, pero cuando lo explicaba una persona que había vivido en la calle, el impacto se multiplicaba por 10.000. Veían una persona que podía ser como tú, y eso es muy impactante.

P. Darles voz es darles autoridad…

R. Es dar voz, autoridad y contacto con quien explica la noticia o lo que sea. Pregunta lo que quieras y ellos responderán lo que quieran. Son adultos, con sus argumentos, sus visiones, y algunas diferentes a las de la propia entidad. Pero es positivo, es tu visión, eres tú el que habla, no eres un portavoz de la entidad. Deben tener barra libre.

P. Un usuario dijo a un voluntario: estamos más cerca de vivir en la calle que de tener un yate…

R. Lo dijo Gabriel Olivencia, un marino que estuvo en la calle. Le tenía mucho cariño. Murió el mismo día que mi padre. Decía os pensáis que no, pero estáis más cerca de estar en la calle que de tener un yate. Me gusta porque al final, podemos decir que sí o que no, pero todos aspiramos a ser ricos. Pero esa aspiración es un error, es contradictoria con la pobreza. La riqueza es causa de la pobreza. La pobreza es consecuencia de la riqueza. Tiene razón, porque miramos a un lugar al que no llegaremos nunca, y hay otro que quizá no lleguemos, pero nunca se sabe. Porque nadie que ha estado en la calle se lo esperaba.

P. Cada vez hay más gente durmiendo en la calle. ¿Es realista pensar que un día se acabará?

R. Con el ritmo que vamos, no lo es. Si la gente llega a la calle, y no hay suficientes soluciones, la gente se va acumulando. Y ahora está más difícil, si no tienen vivienda personas incluso con un buen trabajo... El problema de vivienda lo agrava absolutamente todo.

P. Pero no es solo un problema de vivienda, ¿no?

R. No, pero la solución pasa por la vivienda. Espacios residenciales dignos, intimidad, descansar. Lo que todos necesitamos al llegar a casa, y quitarnos los zapatos, ponernos cómodos y relajarnos un poco. Una persona que vive en la calle hace 10 años que no lo tiene.

P. En 12 años, ¿han cambiado sus prejuicios?

R. Lo que más me ha impactado, aunque parezca algo de marketing, es la mujer en la calle. Siempre la hemos visto muy deteriorada, muy mal. Y cuando encima te das cuenta de que los abusos son constantes, durante y previos. Que las mujeres lleváis toda la vida protegiéndoos de los hombres. Como hombre, eso te remueve mucho, te interpela. También impacta mucho cuando te encuentras una persona de tu edad. Te ves reflejado inmediatamente.

Ferran Busquets.
Ferran Busquets.massimiliano minocri

P. ¿Infantilizamos a las personas sin hogar?

R. Sí, es uno de los retos del sector social. Tenemos una tendencia a sobrevalorar que el resultado de la vida es consecuencia nuestra. Nadie está hecho a sí mismo. Y a la vez, nos sobrevaloramos menospreciando a los demás. El sector debe hacer un giro, que ya se está haciendo.

P. ¿Qué debería cambiar?

R. Los profesionales nos tenemos que desempoderar. No es girar la tortilla y que ellos manden, es hablar de tú a tú, y aceptar el fracaso. Pero el mundo social aún es muy nuevo.

P. Muchas personas temen a los sin techo…

R. Tenemos muchos casos de agresiones de personas que no están en la calle hacia personas que están en la calle. Y no tenemos de personas de calle a personas que tienen un hogar. Están contados con los dedos de una mano y sobrarían muchos dedos. El miedo es estigmatización hacia el desconocido, por eso decimos que se salude a las personas, un trato amable. Pero estoy convencido de que muchas personas que viven en la calle tienen muchos vecinos mirándolos. Y eso es muy bonito. Es una asignatura pendiente de organizar. Siempre que ha pasado alguna cosa, siempre nos han llamado vecinos. Los que se quejan hacen más ruido, pero lo otro es más importante.

P. ¿Qué tal el Ayuntamiento de Barcelona?

R. Nuestro deber no es hacer enfadar al Ayuntamiento, pero sí poner las cosas encima de la mesa. Les hacemos un favor. Les damos más fuerza, pero nos han usado muy poco. Las administraciones tienen mucha potencia, pero son muy poco ágiles. Nosotros tenemos poca fuerza, pero somos muy ágiles. No cuestionamos el trabajo de la gente que trabaja muy bien, sino la administración en su globalidad. Porque sí, si hay gente durmiendo en la calle, el responsable es la administración. Lo importante es empujar para construir y cambiar. Si quisiésemos incendiar tendríamos cosas para decir y regalar.

P. ¿Cómo qué?

R. Cosas que se han equivocado, que también nos podría haber pasado a nosotros. Pero cosas más globales, como el Pla Endreça [plan Recoger, impulsado por Collboni] o los empadronamientos, o las cifras de sin techo [1.384 en el último recuento en Barcelona] se tienen que poner sobre la mesa. No podemos decir que el número de personas que viven en la calle se reduce porque es imposible.

P. ¿A qué obedece el Pla Endreça [Plan recoge]?

R. Es una visión de los vecinos, algunos empatizan con las personas en la calle y a otros les molesta la estética que generan, y estos son muchos menos, pero tienen mucha más fuerza. Nos gustaría que la gente se quejase de que hay personas durmiendo en la calle desde un punto de vista humanitario, no desde un punto de vista estético.

P. Deja Arrels… ¿Qué le ha quedado pendiente?

R. Mejor investigación en el ámbito social, repensar qué hacemos. El tema de la vecindad y la preocupación por la ciudadanía, que estuviese más convencida. Y la lástima que cuando entré había mucha menos gente durmiendo en la calle, y ahora hay mucha más.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.
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