Navarra expulsará de las listas de espera médicas a quienes no acudan a las citas sin justificación
La nueva normativa establece que los usuarios perderán el derecho a la garantía de la atención especializada si no se presentan, demoran la visita o rechazan el centro
El Sistema Navarro de Salud-Osasunbidea sancionará a aquellos pacientes que no acudan a las citas sanitarias sin un motivo justificado o sin avisar con suficiente antelación. Si reinciden, podrán arriesgarse a perder la antigüedad en la lista de espera o a ser expulsados de ella. Es una de las medidas implantadas por el Gobierno foral para reducir el número de citas perdidas y aligerar las listas de espera.
No es la primera vez que se intenta poner freno a esta situación. En otras ocasiones se han lanzado campañas de sensibilización para que la ciudadanía avise si no puede acudir a una cita. Ahora, se ha aprobado una normativa que empezará a aplicarse de manera inmediata y que establece que los usuarios perderán el derecho a la garantía de la atención sanitaria especializada si no acuden a una cita, la demoran sin un motivo justificado o si rechazan el centro propuesto por Osasunbidea. Sí se mantendrá su derecho a la ley de garantías si la demora es atribuible a la organización del servicio público. Esta nueva regulación se aplicará al sistema de Atención Hospitalaria ―primeras consultas y especialidades―, pero no en Atención Primaria.
En el caso de aquellos que cancelen la cita el mismo día o la jornada anterior, si es por causa justificada, se mantendrá la antigüedad en la lista de espera y, si no lo es, se cambiará la fecha de entrada en lista de espera a la del día de la cancelación. Si el sistema propone una fecha de cita o un centro determinado al usuario y este no lo acepta, se analizará la antelación con la que el Servicio Navarro de Salud ha realizado la propuesta. Si se ha avisado al usuario con menos de 48 horas, se entenderá como un rechazo justificado y se mantendrá la antigüedad en el registro de lista de espera. No obstante, si la citación se ha realizado con más de 48 horas, Osasunbidea plantea dos líneas de actuación. Si es la primera vez que el paciente no acepta una fecha o centro sin justificación, se le garantiza la fecha de antigüedad de entrada en la lista de espera, pero pierde el derecho a la ley de garantías. Si lo cancela dos veces o más, se le pedirá que en un plazo de 10 días haga llegar una justificación al servicio correspondiente. En el caso de que no lo cumpla, se le sacará del registro.
La normativa contempla varias causas justificadas para cancelar una cita previa, como el de contraer matrimonio, el nacimiento, adopción o acogimiento de un menor, el fallecimiento o enfermedad grave de familiar, el cumplimiento de un deber inexcusable de carácter personal, exámenes por estudios oficiales y los casos de fuerza mayor, imprevisibles o inevitables. No es justificación el cambio de domicilio porque es responsabilidad del usuario el comunicarlo.
Los datos hablan por sí solos. En el primer trimestre del año, se han registrado 31.262 cancelaciones de citas y 12.615 han sido fallidas. Es decir, los pacientes no se han presentado, no han avisado y se han perdido esos huecos. Entre los principales motivos alegados por los usuarios están el no haber recibido la carta de citación (26%), haberse olvidado (14%) o haber sufrido un imprevisto (11%).
Esto, en un contexto de una comunidad de cerca de 678.000 habitantes que, a 31 de marzo, tenía pendientes 67.605 primeras consultas y 8.758 intervenciones quirúrgicas, con una demora media de 84 días para las consultas y 81 días para las cirugías.
El consejero de Salud del Gobierno de Navarra, Fernando Domínguez, ha reconocido en sede parlamentaria que no están “logrando que se operativicen” las decisiones para disminuir las listas de espera. Se ha atribuido la “responsabilidad máxima”, pero ha pedido la colaboración y responsabilidad, tanto de los profesionales como de los usuarios.
El portavoz de la Plataforma Navarra de Salud, Félix Zabalza, se ha manifestado en contra de la medida: “Sancionar a las personas ya me parece que no está bien”. Y ha pedido ir más allá y analizar qué está ocurriendo. “Hay que buscar las causas de por qué falla la gente, si es porque se tarda mucho o porque se han ido a una consulta privada porque no se les atiende... Claro que es escandaloso que 12.000 personas no hayan ido, pero hay que estudiar los motivos”, ha añadido.
