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Dani Alves, en el juicio: “En ningún momento me dijo que parara, estábamos los dos disfrutando y nada más”

La fiscal replica que el futbolista “se consideraba impune” y sostiene que el relato de la víctima es “absolutamente creíble”

El exjugador brasileño del FC Barcelona Dani Alves, este lunes durante el juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona.
El exjugador brasileño del FC Barcelona Dani Alves, este lunes durante el juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona.ALBERTO ESTÉVEZ (EFE)
Jesús García Bueno

Dani Alves ha defendido este miércoles su inocencia en el juicio por la violación a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona. En una declaración de apenas 20 minutos, en la que ha contestado solo a las preguntas de su abogada, el exfutbolista del FC Barcelona ha asegurado que la relación sexual en los lavabos de la zona VIP fue consentida y que la joven en ningún momento le dijo que parara o quiso marcharse, sino que llevó la iniciativa.

— ¿La denunciante le dijo que no quería practicar sexo, le apartó, le hizo algún gesto para indicar que no daba su consentimiento?—, ha preguntado la letrada, Inés Guardiola.

—No, en ningún momento me dijo nada. Estábamos disfrutando los dos ahí y ya está, nada más.

El relato de Alves sobre lo que ocurrió en el diminuto baño de Sutton difiere por completo del que defiende la víctima. La joven ha sostenido, en todas sus declaraciones, que entró en el lavabo sin saber adónde iba, que Alves la obligó a practicarle una felación (a la que se resistió), que después la abofeteó y la insultó y que, con gran violencia y contra su voluntad, la penetró vaginalmente hasta eyacular en su interior.

El futbolista ha negado todos esos extremos y ha subrayado que hubo consentimiento. Cuando las tres chicas (la víctima, una amiga y su prima) aceptaron la invitación para subir a la zona VIP, Alves y la denunciante empezaron a conversar y bailar. Ella sostiene que se sintió incómoda y que el futbolista inició el acercamiento; él sostiene lo contrario. “Empezamos a bailar un poco más pegados. Estuvimos un rato interactuando, pasándolo bien. Ella empezó a rozar sus partes con la mía, un baile típico de discoteca. Empezó a perrear, perdone la palabra, y empezamos a intimar”, ha dicho en su declaración, que ha interrumpido ligeramente ante algún llanto sobrevenido.

En su declaración, el lunes a puerta cerrada, la víctima sostuvo que Alves le cogió la mano hasta en dos ocasiones y, cuando la puso a la altura de su pene, ella la apartó. El lateral brasileño, en cambio, ha contado que ella comenzó el acercamiento sexual. “Puso su mano atrás y empezó a tocar mis partes. Pensé que había una atracción sexual ahí”, ha dicho el acusado. Por ese motivo, le invitó a mantener relaciones sexuales en la suite de Sutton, una pequeña estancia anexa a la que solo tienen acceso los clientes de la mesa 6, donde estaban Alves y su amigo Bruno. La chica accedió a ello, siempre según Alves, que declara como acusado y, por lo tanto, tiene derecho a mentir. Alves entró en el baño y esperó. “Me quedé un rato allí pensando que ya no iba a venir, que no quería venir. Pero cuando abro la puerta, prácticamente doy con ella”.

Narración opuesta

La narración de Alves sobre lo ocurrido en el baño, donde no había otros testigos ni cámaras de vigilancia, es diametralmente opuesta a la de la víctima. “Nos empezamos a besar, yo le ayudé a bajarme los pantalones, me senté en la taza del váter, ella se puso de rodillas delante de mí y me empezó a hacer una felación”. Después, siempre según su relato, la chica se puso encima de él y tuvieron una relación sexual con penetración. “Me giré para correrme fuera de su sexo y le avisé de que regresaba al reservado, no quería que nos vieran juntos saliendo del baño”. Usando la silla desde la que ha declarado como si fuera el retrete de Sutton, Alves ha reproducido algunas de las posiciones en las que supuestamente estuvieron en el baño.

Inés Guardiola, abogada de Dani Alves, a su salida de los juzgados de Barcelona este lunes.
Inés Guardiola, abogada de Dani Alves, a su salida de los juzgados de Barcelona este lunes. ALBERT GEA (REUTERS)

La abogada Guardiola, que ha afirmado en su informe que las cámaras de Sutton avalan la existencia de un “juego sexual” mutuo, le ha preguntado insistentemente sobre el consentimiento. Según Alves, la víctima nunca le dijo que se quería ir, ni él le impidió que se marchara. También ha negado que la abofeteara, le dijera obscenidades o la sujetara con violencia del pelo y de la cabeza. “Para nada, no soy un hombre violento”. Al salir del baño, asegura que estuvo un rato en la zona VIP hasta que decidió marcharse. En el pasillo de salida, pasó junto a la víctima, su amiga y la prima, pero asegura que no las vio. En ese momento, la chica estaba contando que había sido víctima de una agresión sexual y, pocos minutos después, identificó al autor: Dani Alves.

Alves se encuentra en prisión provisional desde el 20 de enero de 2023. Ese día, fue detenido y conducido ante la jueza de instrucción, donde dio hasta tres versiones distintas de lo ocurrido, a medida que los indicios le dejaban en evidencia: primero dijo que no conocía a la víctima, después que la conocía pero que no pasó nada y, finalmente, que le practicó una felación. Más tarde, en abril, admitió por primera vez que la había penetrado vaginalmente (los restos biológicos así lo indicaban) pero dijo, como este miércoles, que fue sexo consentido.

La réplica de la fiscal

La fiscal del caso, Elisabet Jiménez, ha aprovechado esas contradicciones manifiestas para arremeter contra el acusado en su informe final del juicio. “Toda esa batería de versiones es porque se consideraba totalmente impune. Vino al juzgado soberanamente tranquilo”. Frente a los giros de volante del jugador, la fiscal ha subrayado que el relato de la víctima es “absolutamente creíble”. “Ha sido muy valiente en todo el proceso, es una mujer muy fuerte”. Su relato es suficientemente sólido para dictar una condena, pero hay otros elementos que corroboran su versión de los hechos, según la fiscal, que pide nueve años de cárcel para el jugador.

La defensa sostiene que el relato de la víctima sobre lo que ocurrió en la zona VIP no se corresponde con lo que muestran las imágenes de vigilancia. La fiscal ha replicado que “juzgar a la víctima por bailar y por haber aceptado subir al reservado” es “tremendamente injusto”. “Ella no buscaba una situación traumática, hasta el punto de que un año después continúa de baja. Que una mujer acepte una copa o subir a un reservado no implica que tenga interés sexual”. Contra lo declarado por Alves, la fiscal ha insistido en que la víctima jamás prestó su consentimiento, de ahí que el jugador tuviera que emplear la fuerza. Todos los que atendieron a la víctima la vieron “completamente devastada y afectada”.

Ester García, abogada de la víctima, a su salida de los juzgados de Barcelona este lunes.
Ester García, abogada de la víctima, a su salida de los juzgados de Barcelona este lunes. ALBERT GEA (REUTERS)

Esas secuelas han sido subrayada también por la abogada de la víctima, Ester García, que ha restado importancia a posibles lagunas en el relato. “No se puede exigir nunca a la denunciante que relate los hechos con una memoria fotográfica”. García ha recordado que la víctima ni siquiera quería denunciar los hechos por miedo a no ser creída y a que se difundieran sus datos personales. Y ha revelado parte de lo que dijo en su declaración a puerta cerrada, el lunes: “Yo era feliz. Me encantaba mi trabajo. Denuncié por desgracia”.

En su informe final, Guardiola ha pedido a los jueces que sean “valientes” y dicten una sentencia absolutoria pese a la repercusión mediática del caso. La abogada ha insistido en que la chica prestó su consentimiento y nunca lo revocó de manera expresa. “Cualquier otra persona en la misma posición que Alves hubiera entendido exactamente lo mismo que él”. La única explicación que la defensa ve a la denuncia de la joven, tal vez, que “estaba enfadada consigo misma por haberse desinhibido sexualmente y por haber mantenido un encuentro sexual esporádico al que no estaba acostumbrada”. La abogada ha solicitado la puesta en libertad de Alves antes de que se dicte sentencia, una petición que será resuelta por el tribunal en las próximas semanas.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista —todas las violencias, de la física a la sexual, la psicológica o la económica—, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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