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Uno de cada 10 menores en España no puede cubrir sus necesidades básicas en el hogar

Medio millón de niños, niñas y adolescentes no puede comer carne o pescado cada dos días, según un informe de Plataforma de la Infancia

Educacion Madrid
España es el tercer país de la Unión Europea con la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social más alta en la infancia.Eva Iglesias (EFE)
Ana Cristina Basantes

Uno de cada 10 niños, niñas y adolescentes (10,1%) en España no puede cubrir sus necesidades básicas en el hogar. Es el dato más alto desde que se tienen registros, con niveles superiores, incluso, a los de la crisis económica de 2008, cuando era de 5,5%. A pesar de que el indicador de riesgo de pobreza y exclusión social AROPE (por sus siglas en inglés, At-Risk-Of Poverty and Exclusion) se ha reducido en el último año en casi un punto porcentual en el país, la infancia sigue siendo el grupo más vulnerable a este problema. Así lo recoge el informe Análisis de la encuesta de condiciones de vida con enfoque de infancia 2023, presentado este miércoles por la Plataforma de la Infancia, entidad que aglutina a más de 70 organizaciones. El indicador AROPE analiza tres categorías en la población: el riesgo de pobreza, la privación material severa y la baja intensidad de trabajo (personas menores de 59 años que han trabajado en el último año solo el 20% del tiempo que podrían haberlo hecho). De esas categorías, ha aumentado la privación material severa, que sucede cuando los hogares carecen de al menos cuatro de los nueve requisitos (como no comer proteína al menos dos veces a la semana, no mantener la vivienda a una temperatura adecuada o no poder asumir los gatos imprevistos).

A partir de los microdatos de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2022, la Plataforma de la Infancia ha constatado que, año tras año, la población infantil ha reflejado las tasas más altas de AROPE en comparación con los demás grupos de edad. En la actualidad, 3 de cada 10 niñas (32,2%) niños y adolescentes están en riesgo de pobreza y exclusión social, esto supone más de 2,6 millones de menores. España es, según Eurostat, el tercer país de la Unión Europea con la tasa AROPE más alta en la infancia. Solo superado por Bulgaria y Rumania.

El riesgo de pobreza (cuando los ingresos disponibles no llegan al 60% de la media nacional) y la baja intensidad de empleo se han reducido en gran parte por las medidas de escudo social, explica la socióloga Eva Gracia, una de las autoras del estudio. Pero lo que más ha subido en los últimos años son las carencias materiales severas: “Cuando se les pregunta si disponen de artículos de primera necesidad, ha aumentado y con bastante intensidad el número de familias que responde que no. Eso pone de relieve las dificultades que viven los niños”. En 2022, año que analiza la encuesta, medio millón de niños, niñas y adolescentes (5,9%) no podía comer proteínas de origen animal (carne, pollo o pescado) al menos cada dos días.

El 34,6% de los niños, niñas y adolescentes no pudieron salir de vacaciones, el 16,1% sufría las consecuencias de la pobreza energética y el 7,4% la brecha digital. “Vivir en un hogar que no puede mantener una temperatura adecuada, tanto en invierno como en verano, no poder comer suficientes proteínas, no tener acceso a un ordenador o tablet o no poder irse de vacaciones afectan al pleno desarrollo de los niños, niñas y adolescentes”, ha añadido el director de la Plataforma de la Infancia, Ricardo Ibarra.

Los adolescentes: el grupo más desfavorecido

La horquilla de 13 a 17 años es la que refleja el indicador AROPE más elevado, de 34,9%. Seguido de los niños y niñas entre 4 y 12 años (31,4%) y los de hasta 3 años (29,9%) que están en riesgo de pobreza y exclusión social. La diferencia ocurre, según el informe, por la discriminación en las ayudas por tramos de edad, siendo estas más limitadas en la adolescencia. Es por ello, señalan los autores, por lo que habría que prestar especial atención a esta etapa de la vida en la que la reducción de oportunidades puede repercutir en el riesgo de abandono escolar temprano. En este sentido, se observa que las medidas de conciliación y las ayudas que existen para la etapa de hasta tres años están resultando beneficiosas.

A menos formación de los padres, mayor riesgo

Un menor nivel de estudios de los progenitores está relacionado con situaciones de precariedad en el trabajo, bajos ingresos y mayor riesgo de pobreza y exclusión social (AROPE) en sus hijos e hijas. El informe muestra que 8 de cada 10 niños, niñas y adolescentes con padres y madres con estudios primarios estaban en riesgo de pobreza y exclusión social en 2022. En esta misma situación se encontraban cerca de la mitad de menores con padres y madres con estudios secundarios. Contar con estudios superiores tampoco es una garantía. El informe destaca que el 15,6% de los menores de 18 años con alguno de sus progenitores con estudios superiores estaba en riesgo de exclusión social.

El nivel socioeconómico de la familia es determinante. Ricardo Ibarra destaca que las diferencias y desigualdades experimentadas en la infancia condicionan el presente y futuro: “Un problema común es la transmisión generacional de la pobreza”. La transmisión de la pobreza se manifiesta, entre otros factores, en un mayor y temprano abandono escolar entre los menores con menos oportunidades. Desde la Plataforma de la lnfancia hacen un llamamiento a romper los círculos de la pobreza a través de medidas que permitan un sistema educativo inclusivo e igualitario que aborde las desigualdades.

La infancia de origen migrante: la más vulnerable

Los niños, niñas y adolescentes de origen inmigrante son más vulnerables. España, según Eurostat, es el país de la Unión Europea con la mayor tasa de pobreza entre los niños, niñas y adolescentes cuyos padres o madres tienen origen extranjero. En la actualidad, 7 de cada 10 menores de 18 años de progenitores de origen extranjero están en riesgo de pobreza y exclusión social. En la misma situación está más de la mitad (52,5%) de la infancia y adolescencia con familias mixtas. Esto quiere decir que tienen alguno de sus progenitores (madre o padre) de nacionalidad extranjera. Estos datos están muy distanciados de los de los menores con progenitores de nacionalidad española, en la que la tasa de riesgo de pobreza es del 23,5%.

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Sobre la firma

Ana Cristina Basantes
Periodista de la sección de Sociedad. Comenzó su carrera en Ecuador, donde cubrió derechos humanos, género y migración. Ha escrito sobre medio ambiente y pueblos y nacionalidades indígenas en el medio 'Mongabay Latam'. Licenciada en Comunicación en Prensa Radio y TV y máster en Periodismo UAM- EL PAÍS. Premio Roche 2021 con 'Huir Migrar y Parir'.

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