El ocultamiento, el silenciamiento y encubrimiento de los casos de pederastia por los obispos ha sido un fenómeno constante dentro de la Iglesia católica española, donde al menos 39 obispos están acusados y señalados de haber tapado casos de los que han tenido constancia, según ha podido acreditar este diario a través de sentencias canónicas, documentos inéditos y denuncias de las víctimas. Las acusaciones apuntan a que estos prelados impidieron que los pederastas fuesen juzgados civil o canónicamente y que estos hechos se conocieran públicamente. Los obispos siguieron diversas maniobras: mantener al supuesto abusador en su destino sin investigar los hechos, trasladarlo de parroquia ante las primeras quejas e incluso enviarlo a otro país. En algunos casos las víctimas acudieron al obispo mientras estaban sufriendo los abusos, y en otras ocasiones años después, cuando el delito había prescrito, pero el acusado seguía vivo.
Al menos 39 prelados españoles están acusados de silenciar, ocultar y encubrir los abusos sexuales a menores en sus diócesis, algunos han ocupado cargos de poder dentro de la Conferencia Episcopal Española
Parte de las acusaciones que aquí se presentan provienen del millar de mensajes que han llegado desde octubre de 2018 al correo electrónico de denuncia de EL PAÍS: abusos@elpais.es. A continuación, se puede consultar la lista de los obispos acusados por víctimas con una breve descripción de los supuestos hechos que ocultó, silenció o encubrió. La mayoría de estas acusaciones ya han visto la luz en otros reportajes de este diario y están incluidos en la base de datos de EL PAÍS.
Están clasificados por orden alfabético, y aquellos que junto al nombre tienen una comilla angular (como la punta de una flecha), son los que aparecen en anteriores publicaciones de este diario con artículo propio al que se puede acceder haciendo click sobre el nombre.
Bernardo Álvarez
Obispo actual de la diócesis de San Cristóbal de la Laguna (Tenerife). Acusado de encubrir al sacerdote C. H. G., párroco de Teijna, después de que una supuesta víctima denunciase en 2004 que abusó de ella en los años noventa. Por entonces, era vicario general de la diócesis. Un año después, ya como prelado titular, la víctima le acusa de no abrir una investigación contra el sacerdote.
Rafael Álvarez Lara
Obispo de Guadix (1942-1965) y obispo de Mallorca (1965-1973). Acusado de encubrir a M. B. M., rector del seminario de Guadix entre 1952 y 1956 y canónico de la catedral de la diócesis de Guadix, por abusar de varios menores seminaristas. Un antiguo profesor jesuita del seminario afirma que el obispo lo supo y lo cesó de su cargo, razón por la que su orden tomó el relevo en la dirección del seminario en 1956 y él entró a dar clase en el centro.
Obispo auxiliar de Toledo (1997-2003), obispo de Córdoba (2003-2008), exsecretario general de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Sevilla (2009-2021). Mantuvo en el cargo y apoyó a un sacerdote investigado por abusos en la diócesis de Córdoba a comienzos de los años 2000.
Rafael Bellido Caro
Obispo auxiliar de Sevilla (1973-1980) y obispo de Asidonia-Jerez (1980-2000). Acusado de encubrir al sacerdote M. D. O. cuando era obispo de Jerez después de que este abusara de una docena de niños en la parroquia de Ubrique, desde finales de los años ochenta hasta 1991. Uno de los denunciantes cuenta que varios de los afectados se lo contaron a sus padres y que “inmediatamente” el sacerdote desapareció del pueblo. Con el tiempo, se enteraron de que fue recolocado y acudieron al obispado para contarle todo al obispo. Este, según su relato, hizo caso omiso y no hizo nada.
Obispo de Astorga (1967-1994) y antiguo miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal. Encubrió y trasladó en dos ocasiones al cura José Manuel Ramos Gordón por varios casos de abusos a menores en los años ochenta.
Obispo de Girona (1973-2001). Acusado de encubrir al párroco de de Vilobí d’Onyar, señalado de abusar de menores durante 33 años.
Pedro Cantero Cuadrado
Obispo de Barbastro (1952-1953), obispo de Huelva (1953-1964) y arzobispo de Zaragoza (1964-1977). Acusado de encubrir a P. R. G., sacerdote en Alosno (Huelva), después de que una víctima le escribiera varias cartas relatándole cómo este sacerdote la adoptó y la violó repetidamente durante los años cuarenta.
Cardenal emérito de Barcelona, arzobispo de Barcelona (1990-2004), obispo de Tortosa (1969-1990) y ex vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española. Encubrió el caso del sacerdote Jordi Senabre, imputado por abusar de un niño de 12 años en 1988 en Polinyà (Barcelona). Antes de que se celebrase el juicio, Carles firmó en 1990 el traslado a Ecuador de Senabre como misionero, según descubrió EL PAÍS en 2018, y así pudo huir al extranjero. Allí se ha ocultado hasta la actualidad. Según denunció en un libro el escritor Pepe Rodríguez, también participó en los noventa en el encubrimiento del escándalo de la Casa de Santiago y Nous Camins en Barcelona, una organización convertida en secta donde se denunciaron abusos sexuales.
Obispo de Segorbe-Castellón (1971-1996). Está en proceso para ser beatificado por la Iglesia. Encubrió y trasladó en 1984 a un cura que abusó de un menor en Artana (Castellón).
Obispo de Cuenca (1973-1996) y exsecretario general de la Conferencia Episcopal Española (1966-1972). Encubrió y trasladó al párroco de Mota del Cuervo (Cuenca) tras un caso de abusos.
Obispo de Córdoba (1959-1970). Acusado de encubrir al religioso J. L., de la orden de los hermanos de La Salle, por abusar de un menor en el colegio de dicha congregación en Córdoba entre 1965 y 1966.
Obispo de Solsona (1945–1964), arzobispo de Oviedo (1964-1969), arzobispo de Toledo (1969-1971), arzobispo de Madrid desde 1971 a 1983, cardenal desde 1969 y presidente de la Conferencia Episcopal Española de 1971 a 1981. Está bajo sospecha su gestión del caso de Cesáreo Gabaráin, un sacerdote compositor de célebre música litúrgica, como 'Pescador de hombres' y 'Juntos como hermanos'. Gabaraín fue acusado de abusos por alumnos del colegio marista de Chamberí, en Madrid, donde ejercía de capellán, y expulsado del centro a finales de 1978. Sin embargo, a los dos meses fue nombrado prelado de Su Santidad por Juan Pablo II, trasladado a otro colegio de Madrid, el de San Fernando, y destinado a una parroquia de la ciudad, en el barrio de Mirasierra, donde fue vicario hasta su fallecimiento en 1991.
Felipe Fernández García
Obispo de Ávila (1976-1991) y obispo de Tenerife (1991-2005). Acusado de encubrir al sacerdote C. H., párroco de Teijna, después de que una persona denunciase en 2004 que abusó de ella en los años noventa.
Segundo García de Sierra
Obispo de Barbastro (1954-1959), arzobispo coadjutor de Oviedo (1960-1964) y arzobispo de Burgos (1964-1983). Acusado de hacer caso omiso a varias denuncias de dos sacerdotes contra F. B. por haber cometido abusos sexuales contra menores en el Seminario de San José de Burgos y en las Escuelas del Padre Manjón. Los supuestos abusos tuvieron lugar entre 1962 y 1965, con menores entre siete y 12 años.
Obispo de Lugo (1980-2007). Acusado de encubrir y no investigar una denuncia de abusos contra varios sacerdotes y profesores en el seminario de Lugo que tuvieron lugar entre 1966-1968.
Rafael González Moralejo
Obispo auxiliar de Valencia (1958-1969) y obispo de Huelva (1969-1993). Está acusado de encubrir un caso de abusos cometido por un sacerdote y profesor del Seminario de Huelva en los años setenta. El supuesto pederasta, de nombre J., abusó de dos menores seminaristas.
Fidel Herráez
Obispo auxiliar de Madrid (1996-2015) y arzobispo de Burgos (2015-2020). Acusado de encubrir y trasladar cuando era obispo auxiliar de Madrid al sacerdote M. L. Q., que abusó de un menor en 1975 y fue denunciado ante el obispado por la víctima en 2006.
Obispo auxiliar de Barcelona (1955-1964), obispo de Girona (1964-1971), cardenal de Barcelona (1971-1990) y antiguo miembro del consejo de cardenales de Juan Pablo II. Según denunció en un libro el escritor Pepe Rodríguez, participó en los años ochenta y noventa en el encubrimiento del escándalo de la Casa de Santiago y Nous Camins en Barcelona, una organización convertida en secta donde se denunciaron abusos sexuales.
Obispo de Plasencia (1994-2003) y obispo de Salamanca (2003-2021). Ha encubierto al sacerdote Isidro López, condenado en 2014 por tres casos de abusos. Como sus predecesores, ignoró las denuncias contra él, según consta en la sentencia canónica de 2014 a la que tuvo acceso EL PAÍS, y, tras la denuncia de una víctima en 2011, no apartó al abusador, pese a que había confesado, y siguió oficiando en una parroquia y en contacto con menores. Además, encubrió al cura Francisco Carreras, un sacerdote expulsado de la diócesis de Miami en 1981 por varias denuncias de pederastia y que recaló en Salamanca, pese a las advertencias de las autoridades eclesiásticas de Estados Unidos. Llegó a oficiar como párroco en 12 localidades hasta 2004, donde cometió numerosos abusos.
Obispo de Ciudad Rodrigo (1994-2002) y de León (2002-2020). En 1998 no impuso una pena canónica a un sacerdote condenado a un año de prisión por abusos y ocultó a los fieles que había sido condenado. Según el relato de la familia de una segunda víctima, pactó con ellos que no denunciasen a cambio de trasladarlo a otro pueblo, aunque López lo niega.
Obispo de Astorga (1995-2015). Encubrió al pederasta José Manuel Ramos Gordón, sacerdote y profesor en el Seminario Menor de La Bañeza (León) y en el colegio zamorano de Juan XXIII, centros donde abusó de varios menores a lo largo de los años ochenta.
Arzobispo de Granada, obispo de Córdoba (1996-2003), obispo auxiliar de Madrid (1985-1996) y miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal de España. Encubrió a un sacerdote acusado de abusos en la diócesis de Córdoba y lo mantuvo en el cargo a pesar de las denuncias en los tribunales a comienzos de los años 2000.
Obispo auxiliar de Barcelona (1987-1991), obispo de Tortosa (1991-1997), obispo de Tarragona (1997-2004), cardenal de Barcelona (2004-2015) y exmiembro del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal. Encubrió el caso del sacerdote Jordi Senabre, imputado por abusar de un niño de 12 años en 1988 en Polinyà (Barcelona) y que huyó del país con la ayuda del arzobispado de Barcelona. Antes de que se celebrase el juicio, el arzobispo Ricard Maria Carles firmó en 1990 el traslado a Ecuador de Senabre como misionero, según descubrió EL PAÍS en 2018. En el momento de la huida Martínez i Sistach era obispo auxiliar y cuando Carles dejó el cargo le sustituyó como prelado de la ciudad condal en 2004. En su cargo, continuó encubriendo la fuga del acusado.
Antonio Montero
Obispo auxiliar de Sevilla (1969-1994), obispo de Badajoz (1980-1994) y arzobispo de Mérida-Badajoz (1994-2004). Esta acusado de encubrir en 1989 al sacerdote J. R. S. después de que un niño le contase en privado que había abusado de él en una parroquia de Zafra (Cáceres). Montero lo trasladó a Sevilla (diócesis donde había sido obispo auxiliar y que en esos años regía el obispo Carlos Amigo). Allí siguió oficiando misas en varias parroquias.
Obispo de Ourense (1997-2002), arzobispo de Valencia (2009-2014), arzobispo de Oviedo (2002-2009), actual arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española. Encubrió un caso en la archidiócesis de Oviedo en 2002, cuando la madre de una víctima le comunicó que un sacerdote de su diócesis había abusado de sus hijas pequeñas. Osoro admitió en una entrevista a EL PAÍS que no atendió bien a la madre, que llevaba poco tiempo en el cargo y que el por entonces vicario general, Juan Antonio Menéndez (futuro obispo de Astorga), le aseguró que esa denuncia ya había sido resuelta.
Arzobispo de Tarragona (2004-2019) y miembro del Opus Dei. Encubrió a un cura en 2011 que abusó de tres niñas en un colegio de Cabra de Camp. El sacerdote fue apartado dos años en el Monasterio de Poblet, pero luego volvió a ser cura en Arbeca y otros municipios de Urgell, donde también daba catequesis. La Generalitat de Catalunya tampocó llevó el caso a las autoridades a pesar de haber recibido varias quejas. En 2019, la diócesis, tras una investigación, aseguró que no había pruebas de delito. En la justicia civil continúa abierto el caso.
Obispo auxiliar de Santiago de Compostela y obispo titular de Fuerteventura (1999-2002), obispo de Ourense (2002-2010) y actualmente obispo de Tuy-Vigo desde 2010. Acusado de encubrir al cura pederasta F. M. M. L. La familia de la víctima asegura haber acudido al obispado de Ourense en 2009 para pedir que Quinteiro Fiuza apartara a F. M. M. L. de la actividad sacerdotal, pero insisten en que desde el obispado les dijeron que la víctima tendría que presentar una denuncia para que se tomaran medidas contra el acusado. Cuando la víctima lo denunció en los tribunales civiles en 2019, la Iglesia abrió un proceso canónico contra F. M. M. L. y lo cerró sin consultar a la víctima ni tomar su testimonio. Como obispo de Tuy-Vigo, Quinteiro Fiuza silenció y encubrió el caso de abusos de los Miguelianos cuando una madre denunció el caso en 2012.
Miguel Roca Cabanellas
Obispo de Cartagena (1966-1978) y arzobispo de Valencia (1978-1992). Acusado de encubrir al sacerdote A. Y. T. en los años sesenta, mientras dirigía la diócesis de Cartagena, después de que una víctima acudiese a la oficina del obispo para denunciar al abusador: “Nos trataron de mentirosos”.
Obispo de Osma y Soria (1987-1995), obispo de Salamanca (1995 a 2002), arzobispo de Valladolid (2002-2009), arzobispo de Toledo (2009-2019) y exmiembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española. Siendo obispo de Salamanca, ignoró las denuncias contra el cura Isidro López, según consta en la sentencia canónica de 2014 a la que tuvo acceso EL PAÍS. Como obispo de Toledo, ha ignorado las denuncias contra un sacerdote procesado en Talavera, pues solo después de que la víctima escribiera al Vaticano abrió un proceso canónico y desoyó durante años las acusaciones contra otro cura del seminario menor Santo Tomás de Villanueva. Además, encubrió al cura Francisco Carreras, un sacerdote expulsado de la diócesis de Miami en 1981 por varias denuncias de pederastia y que recaló en Salamanca, pese a las advertencias de las autoridades eclesiásticas de EE UU. Llegó a oficiar como párroco en 12 localidades hasta 2004, donde cometió numerosos abusos.
Obispo auxiliar de Madrid (1997-2007). Un grupo de catequista le acusa de encubrir a un sacerdote de una parroquia de Aluche que abusó de un niño de 12 años entre 1998 y 2001. Los catequistas acudieron a su despacho e intentó frenar que fueran a las autoridades. Finalmente denunciaron a la Fiscalía de Menores y el sacerdote fue condenado a dos años de cárcel en 2006 y la archidiócesis a pagar 30.000 euros de indemnización como responsable civil subsidiaria.
Arzobispo de Santiago de Compostela (1984-1994), arzobispo de Madrid (1994-2014) y expresidente de la Conferencia Episcopal Española. Encubrió un caso en Madrid cuando unos catequistas le comunicaron los abusos de un sacerdote en los años 2000. Los denunciantes, que luego acudieron a la justicia civil, aseguran que Rouco Varela ejerció presión para que el caso no saliera a la luz. En otro caso en Alcalá de Henares, donde un cura fue condenado a 10 años de cárcel en 2003, la familia y la acusación particular le acusaron de haber ignorado las denuncias de la madre. Acusado también de encubrir y trasladar al sacerdote M. L. Q., que abusó de un menor en 1975 y fue denunciado ante el obispado por la víctima en 2006. Y acusado de esconder en los años 2000 en el seminario Redemptoris Mater de Madrid durante algunos meses a un sacerdote denunciado por abusos a menores y trasladarlo a Perú.
Obispo de Salamanca (1964-1995). Encubrió al sacerdote Isidro López, condenado por tres casos de abusos en 2014. Ignoró las denuncias que llegaron contra el cura, según consta en la sentencia canónica de 2014 a la que tuvo acceso EL PAÍS, mediante una grabación de su lectura a las víctimas, pues no se les dio copia. Además, encubrió al cura Francisco Carreras, un sacerdote expulsado de la diócesis de Miami en 1981 por varias denuncias de pederastia y que recaló en Salamanca, pese a las advertencias de las autoridades eclesiásticas de EE UU. Rubio lo acogió y el cura llegó a oficiar como párroco en 12 localidades hasta 2004, donde cometió numerosos abusos.
Obispo de Jaca y de Huesca (2003-2009), arzobispo de Oviedo, miembro de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española y comisario pontificio de Lumen Dei. Está acusado de encubrir un caso después de que una víctima le entregase una carta contando los abusos que un sacerdote ejerció sobre ella cuando era menor. También le visitó personalmente y no hizo nada. También está señalado de encubrir un caso de abusos en 2012, cuando la víctima (que fue agredida en los años 70) le escribió una carta contando lo sucedido y el obispo no le recibió. Tampoco apartó ni abrió un proceso contra el acusado.
Obispo auxiliar de Barcelona (1991-2001) y obispo de Gerona (2001-2008). Según denunció en un libro el escritor Pepe Rodríguez, participó en los años ochenta y noventa en el encubrimiento del escándalo de la Casa de Santiago y Nous Camins en Barcelona, una organización convertida en secta donde se denunciaron abusos sexuales. En aquel momento era también Vice-Provisor y Juez Pro-Sinodal de la Curia de Justicia del arzobispado de Barcelona.
Obispo auxiliar de Barcelona (1993-2001) y obispo de Solsona (2001-2010). Según denunció en un libro el escritor Pepe Rodríguez, participó en los años ochenta y noventa en el encubrimiento del escándalo de la Casa de Santiago y Nous Camins en Barcelona, una organización convertida en secta donde se denunciaron abusos sexuales. Entonces era vicario general de la archidiócesis.
Obispo de Mallorca (1973-2003). Encubrió un caso de abusos cometido por el sacerdote Pere Barceló en Can Picafort, según aparece en la sentencia canónica de la propia diócesis en 2011.
José Vilaplana
Obispo auxiliar de Valencia (1984-1991), obispo de Santander (1991-2006) y obispo de Huelva (2006-2020). Acusado de encubrir al salesiano T. R. en la década de los noventa, mientras era obispo de Huelva, cuando una víctima de abusos de este sacerdote, ya mayor de edad, llamó al obispado para denunciar su caso. La víctima relata que en la diócesis “no le hicieron caso”.
Obispo auxiliar de Barcelona (1993-2001) y actual arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra desde 2001. Según denunció en un libro el escritor Pepe Rodríguez, participó en los años ochenta y noventa en el encubrimiento del escándalo de la Casa de Santiago y Nous Camins en Barcelona, una organización convertida en secta donde se denunciaron abusos sexuales. Entonces era obispo auxiliar de la ciudad.
Juan Pedro Zarranz y Pueyo
Obispo de Plasencia (1946-1973). Acusado de encubrir al sacerdote F. T. T. después de que varios hermanos maristas le comunicasen que abusaba de varios menores durante los años sesenta en la parroquia de Jarandilla de la Vera (Cáceres). La víctima cuenta que hace unos años un sacerdote conocido le afirmó que la Conferencia Episcopal Española estaba al tanto de lo que hizo su agresor, pero que no hizo nada.
Si conoce algún caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escríbanos con su denuncia a abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, escríbanos a abusosamerica@elpais.es.