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Las tres razones por las que la OMS descarta por ahora declarar la viruela del mono una emergencia internacional

El organismo se da tres semanas para vigilar que no se acelera la circulación del virus, aumenta la gravedad de los casos o estos empiezan a producirse entre niños, embarazadas e inmunodeprimidos

Un hombre se vacuna frente a la viruela del mono en Montreal (Canada), donde las autoridades han empezado a ofrecer esta posibilidad a la población de riesgo.
Un hombre se vacuna frente a la viruela del mono en Montreal (Canada), donde las autoridades han empezado a ofrecer esta posibilidad a la población de riesgo.CHRISTINNE MUSCHI (REUTERS)
Oriol Güell

El comité de expertos reunidos el pasado jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evaluar el aumento de casos de viruela del mono registrado en las últimas semanas, que ha afectado a unas 4.500 personas en más de 50 países, ha decidido que el brote no constituye por ahora una “emergencia de salud pública de importancia internacional”.

Este es el máximo nivel de alerta que podría declarar el organismo, una consideración que actualmente solo tienen el coronavirus y la polio. El organismo ha adoptado la decisión apoyándose en algunos datos e indicios que apuntan a que la situación epidemiológica podría no agravarse de forma importante en las próximas semanas. Las tres razones son la levedad de la gran mayoría de los diagnósticos, la escasa transmisión del virus fuera de los grupos de riesgo —hombres que mantienen relaciones con hombres en ambientes donde es frecuente el contacto estrecho con múltiples parejas y desconocidos— y el crecimiento sostenido pero no exponencial de casos.

La OMS, sin embargo, avisa de que podría revisar su decisión en unas semanas si alguna de estas circunstancias cambiara a partir de ahora, como ya hizo con el coronavirus. Entonces, tras rechazar la declaración de emergencia el 23 de enero de 2020, sí lo hizo una semana más tarde. De hecho, aunque la decisión sobre la viruela del mono ha sido adoptada por unanimidad entre la quincena de miembros del comité, algunos países sí han mostrado su preocupación por la evolución del brote y la necesidad de adoptar medidas más contundentes para contenerlo antes de que adquiera mayores dimensiones.

“Esta es claramente una amenaza para la salud en evolución que mis colegas y yo en la Secretaría de la OMS estamos siguiendo muy de cerca. Requiere nuestra atención colectiva y acción coordinada ahora para evitar una mayor propagación del virus utilizando medidas de salud pública como la vigilancia, rastreo de contactos, aislamiento y atención de pacientes, y herramientas como vacunas y tratamientos, que deben estar disponibles para las poblaciones en riesgo y ser compartidas [entre países] de forma justa”, expresó en su declaración el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El responsable de la OMS, pese a ello, añadió que la conclusión del informe elaborado por los expertos establece que el brote “en este momento no constituye una emergencia de salud pública de interés internacional”, pero precisa que sus miembros admiten que “la convocatoria del comité en sí refleja la creciente preocupación” y añade que estos mostraron “su disponibilidad para ser convocados nuevamente” según evolucionen los datos en las próximas semanas.

Antonio Alcamí, investigador especializado en los virus que causan los distintos tipos de viruela del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se mostraba partidario de la declaración de la emergencia internacional antes de la reunión de los expertos de la OMS. “Lo sigo pensando, pero es cierto que la situación evoluciona rápido y aún nos falta conocer mucho sobre el brote, así que me parece correcto que se haya optado por esperar un poco a ver cómo se desarrollan las cosas”, afirma.

Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Crisis de la OMS, destaca las diferencias entre la viruela del mono y el coronavirus. “No estamos ante un patógeno que pueda propagarse de una forma tan rápida y masiva. La situación actual requiere vigilancia y medidas de salud pública. Es en eso en lo que pone el foco ahora la OMS, a la espera del resultado de estas medidas y de la evolución del brote. La decisión es un paso lógico”, argumenta.

La emergencia internacional, según el reglamento Sanitario Internacional, debe declararse cuando se produce un evento “grave, súbito, anormal o inesperado”, con “implicaciones para la salud pública fuera de las fronteras de los países afectados” y que “puede requerir una intervención internacional inmediata”. La decisión confiere a la OMS poderes que son de obligado cumplimiento para los países miembros.

Los informes analizados por los expertos destacan que ”la transmisión [del virus] está ocurriendo en muchos países que nunca habían reportado casos”, lo que sugiere “que el virus ha estado circulando durante un tiempo antes de ser detectado” en ellos.

La declaración de la OMS destaca que “hasta la fecha ha habido pocas hospitalizaciones” y que “se ha registrado un fallecimiento en una persona inmunodeprimida”. Según el organismo, esta mayor levedad de los casos puede explicarse por una “presentación clínica atípica, con pocas lesiones y localizadas en las zonas genitales, perianales o periorales”, además de fiebre y cansancio, un hecho que los expertos relacionan con la forma de transmisión observada en la gran mayoría de los casos.

Aunque no se han hecho públicos datos de muchos países, el último informe de situación del Ministerio de Sanidad señala que en España han requerido hospitalización 20 de los 736 primeros diagnósticos (según las comunidades, los casos ya son más de mil). En Alemania, con cerca de 600, hay una treintena de hospitalizados.

La segunda razón esgrimida por la OMS para no declarar la emergencia es que la propagación del virus, aunque importante, no es exponencial. “Algunos informes preliminares han estimado que el número de reproducción (R0) es de 0,8, mientras que en los casos que se identifican como hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres es superior a 1″, recoge la declaración.

Esto supone que, a medio y largo plazo, el número de casos tenderá a descender en proporción de cinco a cuatro si se tiene en cuenta a la población general. En el colectivo más afectado, en cambio, seguirá creciendo, aunque es por ello que la OMS llama a extremar en ella la correcta aplicación de las medidas de salud pública (identificación de casos, rastreo de contactos, aislamiento, vacunación de anillo....). “Es necesario concienciar a los grupos de población más afectados para que adopoten comportamientos seguros y medidas de protección”, defiende la OMS. La declaración también apunta a que se ha observado cierta estabilización del crecimiento de casos “en algunos de los países” primero golpeados por el brote.

Pese a ello, la OMS admite en su resolución que “varios países apuntan a que, dada la reducida inmunidad de la población frente a los virus que causan distintos tipos de viruela [los nacidos después de 1980 no están vacunados frente a la tradicional, que confiere protección contra la del mono] existe el riesgo de una mayor y sostenida transmisión del virus hacia otros grupos de población”.

El hecho de que esto no haya ocurrido de forma relevante hasta el momento es el tercer motivo que lleva a la OMS a no declarar por ahora la emergencia internacional. El mayor riesgo, señala el organismo, es que el virus golpee a grupos de población más vulnerables como niños, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas.

Según el informe de Sanidad, hasta el momento solo siete mujeres y ningún niño han contraido el virus en España (el caso más joven detectado tiene 18 años). En Reino Unido, tras España el país más afectado con 910 casos diagnosticados, apenas cinco de los 759 primeros casos eran mujeres, y en Francia solo uno de los primeros 300.

Las autoridades sanitarias de la región de París han informado este sábado del primer caso de viruela del mono en un niño. Se trata de un alumno de enseñanza primaria cuyo estado es leve. El rastreo de contactos ha detectado otro caso probable, un hermano. Las investigaciones en marcha buscan descartar más contagios en el entorno del menor y el comunicado no precisa el origen de la infección. Según los expertos consultados, es previsible que se produzcan más episodios de este tipo, que no revestirán gravedad mientras se detecte y corte la cadena de contagios. El escenario cambiaría, apuntan, si no logra saberse cómo se infectó el niño.

El comité de la OMS insta a los países a emprender una vigilancia extrema sobre estos episodios. En este sentido, la declaración afirma que podría reevaluarse la actual posición si uno o más de los siguientes hechos fuera observado durante las próximas semanas: “Incremento de las tasa de crecimiento de casos en los próximos 21 días, ya sea entre los grupos de riesgo actualmente afectados u otros”; “detección de casos entre trabajadores del sexo”; “incremento significativo en los países endémicos, en nuevas zonas o en las ya afectadas”; “incremento de diagnósticos en grupos vulnerables, como inmunodeprimidos (incluidas personas con VIH no controlada de forma adecuada), mujeres embarazadas y niños”; “evidencias del salto del virus a especies animales”; “cambios genéticos del virus que apunten a una mayor transmisibilidad, virulencia, capacidad de escape inmunitario, resistencia a los antivirales”, “fracaso de las medidas de contención adoptadas”; y “agrupaciones de casos con variantes del virus más virulentas”.


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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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