El jurado popular declara culpable a la madre acusada de matar a su hija en un hotel de Logroño
La fiscal solicita prisión permanente revisable por un delito de asesinato con alevosía y con las agravantes de parentesco y de ser la víctima menor de 16 años
El jurado popular considera culpable a la madre, A.U. de 36 años, acusada del asesinato de su hija de cinco años, de “haber causado intencionadamente su muerte cuando ésta no tenía posibilidad de defenderse”. La niña fue hallada muerta el 27 de enero en una habitación de un hotel de Logroño después de que su madre, que siempre se ha declarado inocente, intentara suicidarse. La noche anterior, el padre había denunciado la desaparición de su hija después de que su esposa, de la que se encuentra en proceso de separación, incumpliera el horario de entrega de la menor, lo que ya había ocurrido en más ocasiones.
El padre recibió el veredicto “con satisfacción”. Tras escucharlo, acompañado de su familia y de forma breve, el progenitor de la menor aseguró ante los medios de comunicación que”estoy con la sensación de que se ha hecho justicia y de que mi niña por lo menos ya puede descansar”. La decisión del jurado se ha conocido tras un juicio que se inició el pasado 31 de enero y que ha durado 14 sesiones. Sus miembros han rechazado la suspensión de la condena y la posibilidad de que la acusada sea indultada.
La fiscal pide para la mujer la prisión permanente revisable por un delito de asesinato con alevosía, con las agravantes de parentesco y por ser la víctima menor de 16 años. Una vez que haya cumplido la pena, el Ministerio Público solicita 10 años de libertad vigilada. Además pide 200.000 euros por una responsabilidad por daños morales al padre. La defensa, por su parte, demanda 20 años de prisión, aunque, inicialmente sostuvo que la autora de la muerte de la niña fue la abuela materna antes de suicidarse en el Ebro, donde fue localizada horas después de hallarse el cadáver de la menor en el hotel.
Cuando los agentes de policía accedieron a la habitación del hotel, la niña estaba “profundamente sedada”, según los informes del estudio químico-toxicológico. El jurado ha considerado probado, tras los estudios forenses, que la muerte de la niña fue provocada por “asfixia mecánica, por sofocación de obstrucción de las vías respiratorias”. No ha quedado demostrado, según el jurado, que la acusada tuviera parcialmente disminuida su conciencia ni su voluntad el día de los hechos y sí que no padecía trastorno alguno que afectara a su conciencia.
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