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La Conferencia Episcopal, sobre la comisión parlamentaria para investigar la pederastia en la Iglesia: “Nos encontramos en una trampa saducea”

El secretario general de los obispos, Luis Argüello, opina que la iniciativa es un jucio contra la Iglesia y admite que hacer en España una investigación como la que llevó la Iglesia gala aportaría conclusiones “similares”

Julio Núñez
El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, en una rueda de prensa en Madrid.
El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, en una rueda de prensa en Madrid.J.J. Guillén (EFE)

Solo un día después de que el Congreso diera el primer paso para investigar los abusos sexuales contra menores por sacerdotes y religiosos —con el único rechazo del PP y Vox—, el secretario de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el obispo Luis Argüello, ha tildado a la comisión en la Cámara baja para investigar la pederastia en su seno de un juicio general contra la Iglesia y ha opinado que en su desarrollo “van a influir más cuestiones políticas” que “el interés real de las víctimas”. “Una comisión del Congreso de los Diputados no es el ámbito adecuado para realizar una investigación de este tipo”, ha dicho este miércoles en una entrevista con Ràdio Estel, la emisora del Arzobispado de Barcelona. A la pregunta de si los miembros de la Iglesia aceptarán, en el caso de aprobarse la comisión, ser citados a declarar en el Congreso, el secretario ha subrayado: “Nos encontramos en una trampa saducea. Si la Iglesia, que seguramente tendríamos argumentos jurídicos para poner alguna dificultad a la hora de participar en esta investigación, [nos oponemos], sería presentado como una negativa absoluta”.

El secretario de la CEE ha afirmado que “si hubiera una verdadera preocupación por las víctimas, [los grupos políticos que han votado a favor de ella] tendrían en cuenta toda la realidad de los abusos en España”, y ha insistido en que los casos en la Iglesia “representan un porcentaje pequeño en la relación con la problemática general” de la pederastia. Pese a ello, asegura que esos pocos episodios les llenan “de dolor y de vergüenza” y que, por ello, su política de actuación está más encaminada a “personalizar la situación” y a “hablar de víctimas y agresores concretos”, que de poner en marcha una comisión de expertos independientes que saque a la luz cifras o estimaciones del problema en el pasado, como la que ya han puesto en marcha los obispos galos, portugueses y holandeses. Aunque reconoce por primera vez que, de hacerlo, los resultados serían parecidos. “Nuestra investigación tiene mucho más que ver con lo que podamos ver de futuro. Con la acogida de las víctimas concretas que aparecen más que con cuestiones de análisis general estadísticos-sociológicos, como es el caso de la investigación francesa, que nos va a llevar a unas conclusiones de alguna forma similares”. Los resultados de la comisión francesa estiman que las víctimas de pederastia en el país vecino fueron unas 300.000 en los últimos 70 años.

La Iglesia católica se enfrenta en España a un gran escándalo después de que EL PAÍS entregase el pasado diciembre al papa Francisco y a la CEE un informe con 251 casos inéditos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes, religiosos y trabajadores seglares del ámbito religioso, desde los años cuarenta hasta la actualidad. La investigación periodística se inició en octubre de 2018. La contabilidad de EL PAÍS de casos de pederastia en la Iglesia es la única existente en este país ante la ausencia de datos oficiales o de las instituciones eclesiásticas, y suma ya más de 1.300 víctimas en más de 600 casos.

La CEE siempre ha negado saber cuántos casos de pederastia en su seno hay en España y ha rechazado crear una comisión independiente para revisar su pasado, como se ha hecho en otros países, como Australia, Francia o Alemania. Del mismo modo, reprochó una supuesta falta de rigor al informe de este periódico y luego se ha desmarcado de la gran investigación abierta, así como de coordinar la escucha de los más de 250 denunciantes del dosier, que deben dirigirse a 70 entidades distintas, entre diócesis y órdenes religiosas, cada una con criterios y voluntad de transparencia muy variables.

La iniciativa de la Fiscalía

La Fiscalía General del Estado ordenó el lunes a los 17 fiscales superiores de toda España que le remitan en un plazo de 10 días todas las denuncias y querellas en tramitación referidas a agresiones y abusos sexuales a menores de edad en cualquier institución religiosa. Con esta recopilación, la Fiscalía pretende hacer una radiografía sobre la pederastia en la Iglesia española. No obstante, los fiscales no podrán reunir todos los expedientes, ya que la mayoría de ellos se instruyen en procesos eclesiásticos y no llegan a la justicia civil. En estos casos han sido los obispos y los superiores de las órdenes religiosas los que se han encargado de investigarlos y juzgarlos. Respecto a esta iniciativa del ministerio fiscal, Argüello ha afirmado que sería mejor “si se dijera cuántos casos de abusos hay tramitados en el conjunto del Estado (... ), ya que afectan a toda la sociedad”.

Aunque el Congreso dio este martes el primer paso para abrir una investigación sobre los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia después de que la mayoría de la Mesa de la Cámara admitiera a trámite la solicitud de creación de esa comisión —presentada por Unidas Podemos, ERC y EH Bildu—, hay un grupo de víctimas que prefiere que se cree una investigación independiente que no se adscriba al marco del Congreso de los Diputados. Miguel Ángel Hurtado, que es víctima de abusos, ya ha conseguido reunir más de 52.000 firmas para que se forme una especie de Comisión de la Verdad, similar a la que se instauró en 2012 en Australia e independiente del poder político.

Si conoce algún caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escríbanos con su denuncia a abusos@elpais.es

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