España, entre los países más restrictivos con las pruebas de antígenos contra la covid
A diferencia de otros países europeos como Francia o Portugal, no se permite la venta de estos análisis en supermercados, donde son más baratos que en farmacias. Este jueves el Gobierno fija un precio máximo por unidad
El Gobierno fija este jueves un precio máximo de las pruebas de autodiagnóstico de coronavirus, después de que la explosión de la sexta ola en Navidad multiplicase el precio y lo situase en unos 10 o 12 euros por unidad en algunas farmacias. Una vez superado el desabastecimiento de antígenos, los precios han caído considerablemente en los últimos días, a unos cinco euros, pero algunas farmacias los siguen vendiendo algo más caros. “Es un mercado libre, depende de muchos factores”, explica un portavoz de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar). Este escenario contrasta con el de otros países europeos, en los que los antígenos se venden por un precio mucho menor.
Hay ejemplos por todo el continente. Adquirir una caja con cinco pruebas de antígenos en un Lidl de Alemania cuesta 10,99 euros, es decir 2,2 por unidad. En un Carrefour de Francia, el paquete de cinco pruebas cuesta 9,75 euros, 1,95 por prueba. Y en Portugal, la cadena de supermercados española Mercadona los vende a 2,1 euros la unidad. Este miércoles, se ha viralizado en Twitter el testimonio de una farmacéutica portuguesa, que relata cómo “muchos” españoles cruzan la frontera para conseguir antígenos, sobre todo en supermercados. Sin embargo, también hay otros países con precios similares a los de España, como Italia, Bélgica o Irlanda, donde los test de autodiagnóstico están en una horquilla de entre 5 y 10 euros.
La medida que llega a España este jueves a través de la Comisión Interministerial de los Precios de los Medicamentos ya funciona en algunos países europeos. En Francia han fijado un precio alto, cerca de la tarifa actual de mercado en España, 6,01 euros. En Portugal se establece como máximo un 15% más que el precio de coste. Pero otros, como Alemania, Bélgica, Países Bajo o Italia, no fijan un techo.
No hay un razonamiento único que explique por qué en España o Italia los análisis son más caros que en Portugal, Francia o Reino Unido, donde incluso son gratuitos. Desde Fedifar explican que estos países tienen canales de distribución de pruebas de antígenos “muy asentados”, más que los de España. “Estos países venden antígenos en las farmacias desde meses antes que España —se empezaron a comercializar en 2021— y tienen más canales abiertos con el principal país productor, China. Eso facilita las cosas”, añaden fuentes de esta asociación, que agrupa a 19 mayoristas que suman una cuota de mercado del 97%. Jaume Pey, director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP), apunta a otro motivo: “En otros países el precio es más bajo porque tienen productores propios, como es el caso de Alemania. Eso no pasa en España”.
Sea cual sea el país, los precios siempre son menores en los supermercados que en las farmacias. Es más, en los países en los que se pueden encontrar antígenos por entre dos y tres euros en supermercados, el precio de farmacia no se distingue—por lo general— sustancialmente del de las farmacias españolas. Pero, al contrario que otros países europeos, en España no se permite la venta de antígenos fuera de estos establecimientos sanitarios, lo que suprime la alternativa barata a la que recurren muchos consumidores europeos.
“Las grandes superficies venden prácticamente a precio de coste. Las farmacias no pueden obtener márgenes tan bajos. Creo que es adecuado que los test se vendan solo en farmacias porque es un bien sanitario. Algunas personas necesitan ayuda para realizarlos y hay comunidades, como Cataluña, en las que la propia farmacia notifica el positivo. Ese valor añadido es importante”, sostiene Pey. De momento el Gobierno no ha puesto encima de la mesa la posibilidad de que los antígenos se puedan adquirir en supermercados. “He leído que se critica que no se vendan [antígenos] en los supermercados. España ha optado por descansar la estrategia de test de antígenos en las farmacias”, explicó Pedro Sánchez este martes en una entrevista concedida a la Cadena SER.
La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que engloba a compañías como El Corte Inglés o Carrefour, mandó una carta a finales de diciembre a Sanidad reclamando esta posibilidad: “Esta medida ya se ha adoptado con éxito en otros países europeos como Alemania, Francia, Países Bajos y Portugal. De esta forma se puede conseguir, por un lado, un acceso más fácil y rápido a millones de test de antígenos y, por otro lado, se podría también evitar movimientos especulativos y ofrecer un precio más asequible y competitivo”.
Esos movimientos especulativos se dieron en las fechas navideñas por la escasez de suministro. “Ahora que no hay problemas, que las farmacias tiene todos los antígenos necesarios, podemos confiar en la ley del mercado. Lo que más baja los precios es el propio mercado”, añade Pey, y pone como ejemplo las mascarillas quirúrgicas: “Se aprobó un precio máximo de 0,96 céntimos por unidad —cayó a 0,62 meses después por la bajada del IVA, que también aplica a los antígenos— y ya no hay nadie que las venda a ese precio, son más baratas”.
Así, cabe preguntarse por qué el Gobierno no introdujo el precio máximo cuando los antígenos se llegaron a vender por 10 euros o más la unidad. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, explicó los argumentos del Gobierno en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del martes: “Hubo tensión en el mercado —entre el 13 y 26 de diciembre se vendieron en España 11,2 millones de test, lo que supone más de la mitad de los 20,4 millones comercializados desde julio— y el Gobierno, de la mano de distribuidores farmacéuticos y de los colegios, garantizó el suministro. Ahora tenemos garantizado el suministro y vamos a fijar precios máximos. Si no estuviera garantizado el suministro no se podrían fijar los precios”. Expertos del sector farmacéutico y asociaciones de consumidores consultados por este periódico consideran que el control de precios llega “tarde”, pero celebran la medida. “Contribuirá a poner fin a una situación que hemos denunciado reiteradamente y de la que los farmacéuticos hemos sido víctimas, al producirse aumentos excesivos de precio y tensiones en el mercado originadas por actores ajenos al canal farmacéutico”, afirmó el Consejo General de Farmacia en un comunicado.
“Esperemos que el Gobierno actúe con conocimiento de causa”, finaliza Pey, que rechaza cifrar qué precio máximo consideraría “razonable”. El Partido Popular puso este miércoles una cifra encima de la mesa: “Proponemos que los test tenga un precio máximo de dos euros”, indicó el secretario general del PP, Teodoro García Egea. El precio máximo se conocerá en la reunión de la Comisión Interministerial y entrará en vigor en cuanto se publique en el Boletín Oficial del Estado.
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