El Gobierno limita el precio de los test de antígenos a 2,94 euros
La medida acordada por la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos entrará en vigor el sábado
Los test de antígenos costarán un máximo de 2,94 euros en España. Es el precio que ha fijado este jueves la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) y que entrará en vigor el sábado, al día siguiente de su publicación en el BOE, algo que sucederá mañana, según ha anunciado la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Para llegar a esta cifra, la comisión ha analizado el precio de venta de las distribuidoras de las oficinas de farmacia, el margen de beneficio que suelen tener los productos sanitarios, el precio de venta al público y el de países del entorno. “El objetivo principal era fijar un precio lo más asequible posible manteniendo el equilibrio para que el producto esté disponible en canal farmacéutico”, ha asegurado Darias, que se ha mostrado confiada en que no se repetirá un desabastecimiento como el de las Navidades.
España se situaba en el rango de países europeos con los precios de los test más caros, en la misma línea que Italia, Bélgica o Irlanda, donde están en una horquilla de entre 5 y 10 euros. Durante estas Navidades, sin embargo, los precios superaron en algunos lugares 12, en un momento de desabastecimiento en el que muchas farmacias se quedaron sin ellos. En España, sin embargo, seguirán vendiéndose exclusivamente en farmacias.
El precio se sitúa ahora más cercano al de otros países que permiten su venta en los supermercados, como sucede en Alemania, donde es difícil encontrarlos por menos de 2,9, informa Elena G. Sevillano; el importe baja a 2,1 en Portugal y a 1,95 en Francia (si se compra una caja de cinco, por 9,75 euros).
Esta bajada no es suficiente, en opinión del Consejo General de Enfermería. “En los países de nuestro entorno muy cercano ese precio es todavía mucho más bajo. Creemos que para nuestra población, incluso por nuestro producto interior bruto, nuestro nivel adquisitivo si comparamos los sueldos que hay en España con los que hay en estos otros países, todavía se hace caro ese precio en torno a casi los tres y va a seguir dificultando el acceso a determinadas personas a estos tipos de test de autodiagnóstico”, ha manifestado a través de un comunicado José Luis Cobos, vicepresidente de esta organización.
También la organización de consumidores Facua se ha mostrado contraria a una bajada que califica de “tomadura de pelo”. “Viene a trasladarnos el mensaje de que no se quiere acabar con la especulación. Es un importe inflado, aunque menos que el de las últimas semanas. Es prácticamente lo mismo que abonábamos antes de la sexta ola y más que lo que se paga en otros estados miembros de la Unión Europea”, ha dicho su portavoz, Rubén Sánchez.
La bajada de precios la anunció el pasado lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Cadena SER, donde justificó que no se hubiera actuado antes, cuando la demanda era aún mayor, por estar trabajando en asegurar el suministro. Según la consultora Iqvia, entre el 13 y 26 de diciembre se vendieron en España 11,2 millones de pruebas, más de la mitad de los 20,4 millones comercializados en el país desde que el Ministerio de Sanidad dio luz verde a la venta de estos productos en farmacias, el pasado verano.
Aunque la medida llega tarde, en opinión de asociaciones de consumidores y de los partidos de la oposición, ha sido aprobada cuando todavía no se ha alcanzado el pico de la sexta ola. Con los centros de salud completamente saturados por la explosión de casos, siguen siendo decenas de miles los ciudadanos infectados cada día que pueden recurrir a este tipo de pruebas.
Los farmacéuticos han aplaudido que se mantenga este producto en su circuito pese a que, aseguran, lo tendrán que vender por debajo del precio de coste. El Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF) y la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar) han emitido un comunicado conjunto en el que reconocen que “circunstancias extraordinarias requieren medidas extraordinarias”. “Aunque el precio fijado va a conllevar a que la mayoría de las farmacias dispense en este momento los test por debajo del precio de adquisición, los farmacéuticos siempre hemos puesto por delante la salud de nuestros pacientes”, señala Jesús Aguilar, presidente del CGCOF.
Los test de antígenos tienen buena fiabilidad cuando la concentración del virus es alta y, por lo tanto, la persona es más infectiva. Uno los problemas que tienen es que no pasan por el canal oficial: si la persona que da positivo no lo notifica a las autoridades sanitarias, no figura en las estadísticas. Y, aun así, la mayoría de las comunidades autónomas piden una confirmación oficial para dar por bueno el diagnóstico.
Esto está produciendo, con toda probabilidad, que los casos reales de covid sean mucho más altos que los que muestran los informes de Sanidad. A pesar de ello, el miércoles se batió el récord de notificaciones en toda la pandemia: 179.125.
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