España quiere “liderar” internacionalmente el cambio de estrategia de vigilancia de la covid
Darias plantea empezar con un nuevo sistema después de la sexta ola y cree que es momento de “plantear nuevos horizontes” y anticiparse ante un “nuevo escenario” pandémico
El Ministerio de Sanidad quiere que la sexta ola del coronavirus sea la última que se gestiona con los indicadores con los que se ha hecho durante toda la pandemia. La ministra, Carolina Darias, ha explicado este miércoles tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que con una población masivamente vacunada y con variantes aparentemente más leves “es necesario valorar un nuevo sistema de vigilancia de la covid” y ha apostado por “liderar” en los foros internacionales este debate.
Tal y como adelantó EL PAÍS este lunes, los técnicos de Sanidad, las comunidades y el Centro Nacional de Epidemiología tienen ultimado un plan piloto para vigilar la enfermedad como se lleva años haciendo con la gripe, con una red de médicos centinelas que sirven de testigos para saber cómo avanza el virus. En ese escenario, se dejaría de hacer pruebas a cada caso para buscar una muestra significativa y extrapolar los datos.
La ministra no ha querido adelantar cuál será el sistema que se adoptará. “Este proceso de valoración ya lo están iniciando personas expertas de Ponencia de Alertas y al mismo tiempo estamos promoviendo discusión de hacia dónde vamos, cómo hacemos esa transición. Y también promoviendo un debate con nuestros socios europeos para determinar las mejores opciones para enfrentarnos a una enfermedad pandémica que poco a poco va adquiriendo características de endemia”, ha señalado.
Aunque los planes para este sistema centinela van avanzados y está avalado por una larga trayectoria con la gripe, la estrategia de vigilancia que finalmente se adopte tendrá que ser consensuada con las autoridades internacionales. Tanto el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) piden, por el momento, datos exhaustivos, caso a caso.
Darias ha asegurado que España ya ha pedido al ECDC que estudie nuevas estrategias. “Comparto y dialogo mucho con mis colegas europeos, que también ven la necesidad de abrir nuevos horizontes. Tenemos que pasar de una vigilancia de emergencia a una de más calidad, compatible con otros fenómenos respiratorios. Hay comunidades que ya lo tienen diseñado y queremos ir de la mano de las autonomías. España quiere liderar ese debate”, ha asegurado la ministra.
Cinco comunidades autónomas ya están ensayando como programa piloto la vigilancia centinela de la covid en centros de salud y nueve en hospitales. Una de ellas es Extremadura. Su consejero de Sanidad, José María Vergeles, explicó el martes que ya se han realizado simulaciones “en sombra” durante varias semanas, y que ha dado “buenos resultados”. La ventaja de vigilar la enfermedad en puntos clave es que se puede conseguir una aproximación muy precisa a la realidad sin necesidad de colapsar todo el sistema.
Esta propuesta supone un cambio de paradigma que ha sorprendido a muchos actores internacionales. La propia OMS se ha manifestado contraria a modificar la estrategia. Su director en Europa, Hans Kluge, hizo este martes hincapié en que la covid no es todavía una enfermedad endémica. “En mitad del manejo de la crisis tenemos que ser muy cautos con las predicciones sobre el futuro. Una de las cosas que todavía no conocemos es el vínculo de las infecciones con la covid persistente, por ejemplo”, advirtió. Los expertos de la OMS creen que para tratar a la covid como una endemia se tendrían que estabilizar los casos y mostrar patrones más predecibles, algo que por el momento no ha sucedido. La organización prevé que en las próximas seis u ocho semanas se contagiarán la mitad de los europeos.
Darias ha respondido que no se trata de un cambio inmediato, pero ha defendido que hay que estar preparados: “Tenemos que plantearnos hacia dónde vamos a ir y cómo lo vamos a hacer. La ciudadanía requiere que nos anticipemos a este tipo de escenarios con toda la cautela, pero constatando que estamos en un nuevo estadío, sobre todo por la altísima cobertura vacunal”.
Aunque no ha querido dar fechas, sí ha marcado el fin de la sexta ola como el momento para comenzar con nuevos sistemas. Sea cual sea el que se adopte, supondrá dejar de contar el número de infectados, cada persona que tenga el más mínimo síntoma no tendrá que hacerse una prueba. Será un cambio completo de paradigma, una vez se implante.
El actual sistema se ha desbordado. Una sexta ola explosiva ha hecho imposible este conteo exhaustivo. Los autotest están sustituyendo a los diagnósticos médicos. Muchos de ellos no se reportan a las autoridades; hay comunidades que los toman como prueba definitiva y otras que solicitan confirmarla en el sistema sanitario.
Ante este panorama y con una Atención Primaria completamente saturada, han sonado voces pidiendo que este cambio de gestión comience ya. La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) publicó este fin de semana un largo editorial este fin de semana titulado Hacia el fin de la excepcionalidad, en el que aboga por volver ya a la “vieja normalidad”. Su tesis se basa en que la letalidad del virus es cada vez menor y en que contar y rastrear cada caso es una estrategia poco realista. “Los gobiernos deben centrar sus esfuerzos en proteger a las personas más vulnerables en lugar de tratar de frenar, probablemente con poco éxito, la circulación del virus a nivel poblacional”, reza el editorial.
Enfrente, las otras dos grandes sociedades médicas de primaria la SEMG y la Semergen, creen que es pronto para cambiar de escenario y han expresado que no se puede banalizar la pandemia. También varios expertos y epidemiólogos que consideran precipitado cualquier cambio en la vigilancia de la covid. “No podemos banalizar la pandemia. Estamos en una situación de crecimiento exponencial que sobrecarga la atención primaria y cualquier decisión que cambie el criterio que se sigue tiene que basarse en evidencias científicas”, explicaba a este periódico Lorenzo Armenteros, portavoz de SEMG.
Lo que está claro es que el cambio de paradigma llegará tarde o temprano: es insostenible a largo plazo medir cada caso de una enfermedad respiratoria tan contagiosa como la covid. Falta por definir cuándo y cómo. Y España quiere liderar este proceso.
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