Desmantelada una red de prostitución de menores en domicilios de Ourense y Santiago
La operación policial ha detenido a seis personas y ha frenado la explotación de dos víctimas de 16 años
La Policía Nacional ha desmantelado una organización criminal dedicada a la explotación sexual y corrupción de menores. La operación policial ha permitido liberar a dos de ellas, dos niñas de 16 años que, tras fugarse del centro de protección de menores Montealegre de Ourense, deambulaban por las calles e iban a ser explotadas sexualmente de forma inminente. El entramado, que operaba principalmente en las ciudades de Ourense y Santiago de Compostela, captaba a mujeres jóvenes en situación de gran vulnerabilidad para prostituirlas en domicilios particulares. Previamente las forzaban a mantener relaciones sexuales con el líder de la trama, un vecino de Santiago que ha sido detenido junto con otras cinco personas, según informa la Jefatura Superior de Policía de Galicia.
Entre los seis arrestados —cuatro en Ourense y dos en Santiago de Compostela— se encuentran dos mujeres, una de ellas también menor de edad. La investigación, desarrollada a lo largo de seis meses y que aún sigue en curso, se inició cuando agentes de la Policía Nacional en Ourense recibieron una información según la cual dos chicas menores, en situación de gran necesidad, habían sido alojadas en el domicilio de un hombre que las había obligado a mantener relaciones sexuales con él y con otro adulto como forma de pago por “la ayuda” prestada.
Se trataba de dos chicas de 16 años que vagaban por las calles tras fugarse del centro de menores dependiente de la Consellería de Política Social de la Xunta de Galicia y gestionado por la Fundación Diagrama. No era la primera vez que se escapaban, pero en esta ocasión se les acercó un hombre que les ofreció un lugar en el que pasar la noche. Ellas aceptaron y estuvieron un par de semanas en el domicilio. Dos mujeres del entorno del hombre, una de ellas de 17 años, les propusieron ejercer la prostitución en Santiago de Compostela. Una de ellas aceptó.
La policía fue alertada por una trabajadora del centro de menores tras ver a una de las jóvenes en una superficie comercial. La menor narró ante los agentes lo sucedido y mostró su preocupación por la compañera que iba a ser prostituida en Santiago. Los investigadores establecieron un dispositivo que permitió liberar a la chica antes de que fuera sexualmente explotada. La declaración de la menor facilitó la detención en Ourense de los dos hombres y las dos mujeres que colaboraban con ellos. Se les han imputado delitos relativos a la explotación sexual y corrupción de menores.
El grupo criminal captaba a las jóvenes en situación de extrema vulnerabilidad a través de páginas web de contactos sexuales y directamente a pie de calle. Contaban para ello con colaboradores y, además, la movilidad del principal responsable permitía incorporar a potenciales víctimas en otras ciudades. Después, las explotaban en domicilios de Ourense y Santiago de Compostela.
Los agentes han identificado como principal responsable, junto a una de las dos mujeres que operaban en Ourense, a un vecino de Santiago. El cabecilla las obligaba a las jóvenes captadas a tener relaciones sexuales con antes de prostituirlas, “empleando una gran agresividad y un trato sexual extremadamente vejatorio”. Además, gestionaba y controlaba los servicios sexuales que realizaban las víctimas, apropiándose de al menos un 40% del precio de cada servicio. Las dos víctimas y la menor de edad que colaboraba con la trama fueron ingresadas de nuevo en centros de protección.
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