Condenada en Francia la farmacéutica Servier por un medicamento que causó centenares de muertes
La justicia también falla contra el “fracaso” como policía sanitaria de la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento en el caso Mediator, el gran escándalo sanitario de las últimas décadas
La justicia francesa ha considerado responsable este lunes a la farmacéutica Servier, la segunda más importante del país, de la muerte de centenares de personas que tomaron su medicamento Mediator. Es un fármaco contra la diabetes, pero que se usaba para adelgazar y que causaba lesiones cardíacas y pulmonares. Al menos 500 personas —algunos estudios estiman que más de 2.000— fallecieron a causa de este producto que fue comercializado durante 33 años con el visto bueno del organismo regulador de sanidad, la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento, que también ha sido condenada en este megaproceso que comenzó en septiembre de 2019.
En una sentencia cuya lectura se ha prolongado durante más de dos horas y media, Servier es considerada culpable de “homicidios y heridas involuntarias” y de “engaño agravado”, por lo que el tribunal le ha impuesto una multa de 2,7 millones de euros. El ex número dos del grupo farmacéutico, Jean-Philippe Seta, ha sido por su parte condenado a cuatro años de cárcel con exención de pena, que supone que no pisará la prisión, y a una multa de 90.600 euros. También tendrá que pagar varias indemnizaciones a particulares. El presidente de la compañía, Jacques Servier, falleció en 2014. Los laboratorios que fabricaron Mediator deberán también pagar múltiples indemnizaciones —en su mayoría de varios miles de euros, aunque algunas superan el millón— a las numerosas víctimas personadas como acusación particular, un monto que los abogados defensores estimaron en total en algo más de 180 millones de euros, según cálculos preliminares de una sentencia de más de 2.000 páginas.
“Pese al conocimiento que tenían de los riesgos corridos durante muchos años (…) jamás adoptaron las medidas que se imponían y también engañaron” a los consumidores de Mediator, dijo la presidenta del tribunal penal de París, Sylvie Daunis, al comenzar la lectura de la sentencia, según la agencia France Presse. Para frustración de los abogados de los demandantes, que habían reclamado una sentencia “ejemplar” en un caso que está considerado uno de los mayores escándalos farmacéuticos de las últimas décadas, los jueces sin embargo han desestimado el cargo de fraude que también pesaba contra la compañía que comercializaba el Mediator como un quitahambre.
El montante de lo que deberá pagar Servier, pese a su aparente volumen, tampoco deja plenamente satisfechos a unos abogados, que recuerdan que muchos de los usuarios del medicamento ya no están aquí para contarlo. “La reparación impuesta a la sociedad y los laboratorios del grupo sigue siendo cuatro veces menor que el volumen de negocios durante la comercialización de Mediator”, dijo en la emisora France Info una de las abogadas demandantes, Martine Verdier. Según destacó, la farmacéutica “mantuvo de forma deliberada en el mercado un medicamento tóxico sabiendo que la salud de los consumidores estaba en juego”.
También la neumóloga Irène Frachon, que fue la primera en lanzar la alarma sobre Mediator hace ya más de una década, consideró que la sentencia genera “frustración” entre las víctimas y los denunciantes porque “parece claramente insuficiente para castigar este crimen de cuello blanco”. Aun así, se felicitó por un fallo que, por fin, dijo, permite que las víctimas escuchen por primera vez que lo que se les hizo “era ilegal”. La especialista se declaró también “aliviada” por escuchar que los tribunales le han dado la razón en lo que lleva 14 años denunciando: “Mediator era una anfetamina peligrosa. Servier lo sabía perfectamente, engañó conscientemente a millones de consumidores (…) comercializó un veneno para ganar dinero, es un delito, no es un error o una falta, sino un acto de fármaco-delincuencia con errores muy graves y eso se dice hoy. Es esencial”, se felicitó tras conocer la sentencia, que acudió a escuchar en persona.
Vendido durante más de 30 años
El fármaco comenzó a ser vendido en Francia en 1976 y, pese a que países como Estados Unidos lo sacaron de la circulación en 1997 —en España fue retirado en 2005—, en Francia siguió siendo comercializado hasta que, en 2009, las autoridades sanitarias establecieron “que tenía una eficacia modesta contra la diabetes” y, a su vez, acarreaba “un riesgo de disfunción de las válvulas cardíacas”.
El fallo también condena a la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento de Francia (ANSM) a 303.000 euros de multa por “homicidios y heridas involuntarias” por negligencia, por encima de los 200.000 euros que había solicitado la Fiscalía. De ella dice que “fracasó de forma grave en su misión de policía sanitaria”.
La presidenta del tribunal ha destacado que la comercialización del Mediator “rompió la cadena de confianza” entre la fabricación de los medicamentos y los consumidores. Además, ha señalado, “dañó la confianza en el sistema de salud”.
El medicamento fue utilizado por cinco millones de personas antes de su retirada definitiva del mercado, en 2009. La sentencia pone fin a un macroproceso de más de 500 horas de audiencias ante decenas de partes civiles en un juicio que quedó visto para sentencia en julio de 2020.
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