La UE retoca el reparto de vacunas por el descalabro con AstraZeneca
Los fallos de suministro y el lento ritmo de las campañas marcan una cumbre europea en la que seis países piden que se les cedan dosis de Pfizer para compensar la falta de la anglosueca
Los líderes europeos revisaron su estrategia de vacunación durante la cumbre virtual que mantuvieron este jueves, marcada por el deterioro de la relación con la farmacéutica AstraZeneca. La Comisión Europea ya ha iniciado los trámites para un proceso de arbitraje con la compañía ante los incumplimientos reiterados del calendario de entrega por la compañía. El fiasco deja en posición vulnerable a los socios comunitarios que apostaron por esa vacuna, lo que obliga a replantear el reparto de las dosis de otros laboratorios que sí están disponibles, en particular, las de BioNTech-Pfizer. La cumbre también dio un nuevo espaldarazo político al certificado (más conocido como pasaporte) de vacunación, ideado para facilitar la movilidad dentro de la Unión Europea.
Los 27 gobiernos de la Unión acudieron a la cita inquietos por unas campañas de vacunación que no avanzan al ritmo esperado. Austria lidera la revuelta de los países más afectados por la falta de suministro de AstraZeneca. Ese grupo, en el que militan Bulgaria, Eslovenia, Letonia, República Checa y Croacia, reclama un nuevo sistema de distribución (basado hasta ahora en la población de cada país) para obtener más dosis de los 10 millones adicionales producidos por BioNTech en las últimas semanas.
Los 27 aceptaron retocar el sistema de reparto de los 10 millones e incluir “un espíritu de solidaridad” hacia los países con menos recursos y más afectados por los fallos de suministro de AstraZeneca. Fuentes comunitarias explicaron que ya está funcionando una solidaridad de facto para ceder vacunas a esos países, en particular, a los que optaron por la de AstraZeneca por motivos económicos.
Sin embargo, los socios comunitarios, con la canciller alemana, Angela Merkel, al frente, se niegan a incluir en el reparto a Austria, país con posibilidades financieras para haberse permitido cualquier marca. El canciller austriaco, Sebastian Kurz, que mantiene un soterrado enfrentamiento con Merkel desde hace meses, exigió en la cumbre una parte de las dosis disponibles.
“Lo que tiene que hacer Kurz es reconocer que se equivocó y dejar de echar la culpa a la UE”, apunta una fuente diplomática en alusión a las recientes declaraciones del canciller austriaco, que acusaba a Bruselas de haber distribuido las vacunas con un sistema poco transparente. Bruselas recuerda que los Estados tuvieron opción al mismo tiempo de comprar su cuota de vacunas de todas las marcas. “Algunos prefirieron ahorrarse dinero y solo optaron por las más baratas; otros, ni siquiera compraron todas porque en la primera ola de la epidemia salieron casi indemnes y pensaron que el virus nunca les llegaría”, apunta una fuente europea.
En los encuentros previos con las delegaciones, la Comisión Europea ha enviado, según fuentes diplomáticas, un mensaje de tranquilidad y ha asegurado que durante el segundo trimestre se alcanzará una producción de 100 millones de dosis al mes entre las distintas vacunas. Esa velocidad de crucero, basada sobre todo en el producto de BioNTech-Pfizer (200 millones de dosis esperadas entre abril y junio) permitirá, según la Comisión, alcanzar el objetivo del 70% de la población vacunada antes de final del verano o incluso antes.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, detalló durante el encuentro el número de dosis esperadas en el primer trimestre (100 millones) y los del segundo trimestre (360 millones), cifras que ya había adelantado con anterioridad. “Hacen falta unos meses más, pero se ve la luz al final del túnel”, señaló este jueves la canciller alemana, Angela Merkel, ante el Parlamento alemán en una intervención sobre la cumbre europea. Pero la desconfianza en las capitales es patente después de un primer trimestre que está a punto de cerrarse con poco más de 72 millones de dosis distribuidas, el 11,3% de la población vacunada con una dosis y casi el 5% con las dos necesarias para alcanzar la inmunidad. La UE se había propuesto vacunar hasta marzo al 80% de la población de más de 80 años y del personal sanitario. Pero en el primer grupo, apenas se ha llegado al 25% con las dos dosis y en el segundo, en torno al 50%.
Por ello, Von der Leyen defendió que la UE se dote de un mecanismo que pueda llegar a bloquear envíos a países que no exporten o estén mejor que los Veintisiete. “Queremos asegurarnos de que Europa tiene una proporción justa de vacunas, y que si las compañías exportan es porque cumplen con sus compromisos y no ponen en riesgo la garantía de suministro”, dijo la alemana al acabar la cumbre.
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, encargado de la coordinación con los laboratorios, ha identificado 52 centros de producción. Breton, según fuentes comunitarias, “está impulsando la colaboración entre los fabricantes o animándoles a profundizarla en los casos en que ya existía”. ”Es absolutamente vital que sigamos trabajando para mejorar la producción de vacunas en Europa, y mejorar nuestra capacidad para distribuirlos a los estados miembros”, apuntó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El martes, con vistas a la cumbre, Breton se reunió con los representantes permanentes de los 27 Estados miembros en la UE para ofrecerles la última hora de su labor. “El mensaje de Breton es muy optimista”, señalan fuentes diplomáticas, que indican que “tras los fallos de comunicación de las primeras semanas, las campañas probablemente repuntarán y serán un éxito a partir de abril”.
Von der Leyen destacó durante la cumbre que desde el pasado 1 de diciembre han salido en total 77 millones de dosis de la UE con destino a 33 países. Además, ha contribuido con 31 millones de dosis a la iniciativa Covax para ayudar a la vacunación en los países con menos recursos.
La tensión entre la Comisión y AstraZeneca amenaza con acabar en los tribunales. Fuentes europeas indican que la compañía dirigida por Pascal Sariot está violando flagrantemente los términos del contrato firmado en agosto con el Ejecutivo europeo, en el que se preveía la entrega de 90 millones de dosis en el primer trimestre y 180 millones en el segundo. El laboratorio espera llegar, como mucho, a 30 millones hasta final de marzo. Y entre abril y junio ya ha anunciado un brutal recorte, hasta 70 millones, y Bruselas no descarta que pueda ser aún peor.
Objetivos en peligro
El descalabro en la producción y distribución de AstraZeneca pone en peligro los objetivos de vacunación y la esperanza de llegar a la temporada turística de verano con una buena parte de la población inmunizada. Aun así, la Comisión confía en salvar la temporada veraniega y continúa preparando la elaboración de un certificado de vacunación que facilite la movilidad transfronteriza.
El borrador de conclusiones de la cumbre señala que “el trabajo legislativo y técnico para un certificado digital interoperable de covid-19 debe avanzar con carácter de urgencia”. El proyecto requiere el visto bueno del Consejo de la UE y del Parlamento Europeo, donde algunos eurodiputados observan con suspicacia la iniciativa por sus posibles implicaciones para el derecho a la privacidad, la protección de datos y la libertad de movimiento, por temor a que se discrimine a las personas no vacunadas.
Fabricadas en la UE, puestas en el Reino Unido
La reforma del reglamento cuenta con el apoyo de Alemania, Francia, Italia y, con algo más de reticencia, de Países Bajos, por lo que saldrá adelante. “Los centros de producción británicos fabrican para el Reino Unido y EE UU no exporta, así que dependemos de lo que podamos producir en Europa”, señaló Merkel. Algunos países, entre ellos España, piden precaución para que el endurecimiento de los controles no ponga en peligro unas cadenas de suministros globales imprescindibles para la producción de unas vacunas que requieren más de 200 componentes. Pero Bruselas cree que la propia existencia del reglamento ya es un instrumento útil para mejorar la distribución de vacunas, incluso si no llega a utilizarse. El día de su aprobación, el Gobierno británico se avino a negociar con la Comisión “los pasos específicos” que se puedan tomar “para crear una situación en que ambas partes ganen y expandir el suministro de vacunas” para sus ciudadanos.
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