València se prepara para vender un turismo neutro en carbono

València es una de las primeras ciudades del mundo capaz de certificar y verificar en tiempo real las emisiones de carbono que genera su industria turística y, por tanto, acercarse a ser una ciudad neutra en carbono, como preconiza el Acuerdo de París, que ha entrado en vigor en enero. “Todo el mundo quiere serlo pero nadie ha certificado su plan de descarbonización”, ha manifestado Juan Luis Pozo, responsable de Global Omnium, empresa encargada de medir esa huella. “El objetivo es que podamos vender productos [turísticos] neutros en carbono visitantes”, ha explicado en un acto en el Palacio de Congresos de València.

Un estudio realizado por Global Omnium, en colaboración con la Fundación Visit València y el Ayuntamiento, midió en 2019 las fuentes emisoras de gases de efecto invernadero y su impacto sobre el medio ambiente. Así se radiografió el transporte, los alojamientos, las restauración, la gestión del agua o el tratamiento de residuos que soporta la oferta turística, entre otros parámetros.

Toda la actividad turística de 2019 medida en este informe alcanza los 1,286 millones de toneladas de CO2, de las que un 81% corresponden a los desplazamientos de los turistas hasta València, pero solo un 0,92% corresponde al uso del transporte en la ciudad. La cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por la actividad turística equivale sólo a la tercera parte de la huella de carbono generada por el consumo de alimentos de todos los habitantes de la ciudad y solo el 0,01% de la huella del turismo proviene del consumo de agua y el 0,41% de la recogida de residuos sólidos y su tratamiento.

“El objetivo es que haya quien diga ‘me voy a Valencia porque además de todos sus atractivos, no me computa nada en mi huella de carbono y, por tanto, no tengo que pagar la fiscalidad verde” añade Pozo, que recuerda que el conocido mantra de “quien contamina, paga”, se ha sustituido ahora por “quien no descontamina, paga”. Eliminar todas las emisiones no es posible pero sí reducirlas hasta un 40%. El 60% de emisiones restantes son más complicadas de recortar pero sí se puede, por ejemplo, se extiende Pozo, que el Ayuntamiento desarrolle políticas verdes en la capital —reducción de la contaminación, más zonas verdes o la instalación y uso de energías limpias— que le proporcionen derechos de emisión que distribuir luego entre sus sectores económicos.

La vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, ha puesto de manifiesto el esfuerzo del sector turístico para que la capital se posicione en el nuevo mapa de destinos seguros, sostenibles y saludables. “Es algo fundamental si queremos reactivar turísticamente nuestra ciudad”. “La capital es ya sostenible”, asegura Gómez, que apuesta por que la ciudad sea una ciudad neutra de carbono en 2050.

Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo de la Generalitat, ha pedido “vacunas contra el miedo” porque “viajar ha de ser irrenunciable o estaremos construyendo una distopía”. En el evento se ha hecho entrega al Palacio de Congresos de la Etiqueta Digital de Turismo Sostenible y la certificación de AENOR a su huella de carbono.