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Los menores de 55 años que hayan pasado la infección del coronavirus recibirán una sola dosis de la vacuna

Las personas vulnerables de menos de 60 años recibirán inyecciones de Pfizer y Moderna una vez que hayan sido inmunizados los mayores

Profesionales de educación reciben la primera dosis de la vacuna AstraZeneca en las instalaciones del SADUS en Los Bermejales, Sevilla.
Profesionales de educación reciben la primera dosis de la vacuna AstraZeneca en las instalaciones del SADUS en Los Bermejales, Sevilla.PACO PUENTES
Pablo Linde

El Ministerio de Sanidad ha publicado este viernes la cuarta actualización de la estrategia de vacunación, en la que se definen nuevas prioridades para inmunizar a personas desde los 45 años. En ella, se establece que quienes hayan pasado la infección del coronavirus y sean menores de 55 recibirán una sola dosis de la vacuna seis meses después del diagnóstico. Esto es así porque quien ya ha pasado la covid genera 140 veces más anticuerpos que una que no ha estado en contacto con el virus. En los mayores de esta edad, se seguirán las mismas pautas de dos dosis. Además, la nueva estrategia establece que una vez que se haya vacunado a todos los mayores de 60 años con vacunas de ARN mensajero (las de Pfizer y Moderna), 12,1 millones de personas, comenzarán con estos medicamentos los menores de esta edad con enfermedades que les hagan más vulnerables al virus, aunque todavía no se ha definido cuáles serán.

El nuevo documento, aprobado por el comité de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud —formado por técnicos del Gobierno central y de las comunidades autónomas—, define los siguientes meses de la vacunación, en los que se prioriza a las personas más vulnerables a la enfermedad. La edad es la variable más directamente vinculada a la enfermedad grave y a la muerte: casi el 95% de los fallecidos por covid en España tenían más de 60 años, por lo que se vacunará a toda esta población por tramos de diez años: ya han comenzado los mayores de 80; a ellos les seguirán los que tienen entre 70 y 79 para continuar después por quienes tengan entre 60 y 69.

Tras ellos, el comité de Salud Pública tendrá que definir cuáles son las personas más vulnerables menores de 60 años. Para ellos irán las vacunas de ARN mensajero u otras disponibles en ese momento que hayan demostrado efectividad en ese grupo. Los expertos están teniendo problemas para definir estos cupos porque la evidencia científica no es tan clara en cuanto a qué comorbilidades son más prioritarias en sujetos jóvenes. Las personas trasplantadas, con obesidad, con diabetes o con disfunción renal son algunas de las candidatas a entrar. Como explica el documento, se tiene en cuenta el principio de factibilidad: “No sería una decisión ética aquella que, por pretender identificar a todos los grupos que deben ser priorizados, hiciera tan complejo el proceso de vacunación que lo ralentizara indebidamente o trasladara a los ciudadanos una sensación de confusión acerca de cuándo van a ser vacunados”. Una vez definidas y vacunadas las personas vulnerables, recibirán también vacuna de ARN quienes tienen entre 56 y 59 años.

Paralelamente, tal y como ya se había anunciado, se inmunizará con las vacunas de AstraZeneca a los trabajadores esenciales menores de 55 años. El comité decidió no usar este fármaco en mayores porque, aunque es seguro, no ha demostrado todavía efectividad en este grupo. En la mayoría de las comunidades autónomas ya han comenzado a vacunar a fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, militares, profesores, personal de emergencias y funcionarios de prisiones, además de sanitarios de segunda línea. Después de ellos será el turno, con este mismo fármaco, de la población general de entre 45 y 55 años. Por el momento, la estrategia se queda ahí: no ha definido aún las personas sanas menores de esa edad que se vacunarán, aunque previsiblemente no les tocará hasta entrado el verano, y para ellas el riesgo de sufrir la covid grave es muy reducida.

El orden descrito no es estricto. Se pueden ir solapando unos grupos con otros para agilizar el proceso. Como señala el propio documento, todavía ni siquiera ha terminado la vacunación de la fase uno, que incluía a residentes, sanitarios de primera línea y grandes dependientes. “Aunque la proporción de personas vacunadas en España es todavía pequeña, apenas un 3,7% del total de la población general, de las 351.936 personas institucionalizadas en residencias de mayores y otras se ha vacunado el 94% con la primera dosis y el 82% con la pauta completa, y ya se comienza a observar una menor proporción de personas hospitalizadas procedentes de residencias de mayores”, explica el protocolo.

También puede cambiar en el futuro el tipo de vacuna que se administra a cada grupo. Aunque por el momento está definido que los mayores de 55 años y los vulnerables recibirán vacunas de ARN mensajero, si se reciben datos sobre la efectividad de la vacuna de AstraZeneca en este grupo, el protocolo cambiará para poder ponérsela también a ellos, como detalló el pasado jueves la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón. Ya hay estudios preliminares que apuntan a esta posibilidad. A esto se suma que la Unión Europea tiene previsto aprobar el próximo 11 de marzo una cuarta vacuna: la de Janssen. Por contrato, los viales comenzarán a llegar en abril. El comité tendrá que decidir si la administra a cualquier persona o solo a grupos concretos. La gran ventaja de este fármaco es que, al contrario de las tres que se están usando, solo requiere una dosis, con lo que se puede vacunar al doble de población con los mismos pinchazos.

Puede consultar aquí la nueva estrategia de vacunación:

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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