China da luz verde al viaje de la misión de la OMS para investigar el origen de la pandemia
La decena de expertos internacionales aterrizará el jueves, según la Comisión Nacional de Sanidad
La esperada misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para investigar el origen de la covid-19 llegará finalmente a China el próximo jueves, tras una serie de retrasos, meses de preparativos e incertidumbre hasta el último momento. La visita ha sido objeto de una intensa negociación entre el organismo internacional y una China que intenta desvincularse a toda costa de cualquier responsabilidad por una pandemia que ya ha dejado casi dos millones de muertos en todo el mundo.
La decena de expertos internacionales llegará a China más de un año después de que se detectaran los primeros casos de la enfermedad, en la ciudad de Wuhan (centro del país), y una semana más tarde de lo que se había calculado en un principio.
En un escueto comunicado ―una sola frase―, la Comisión Nacional de Salud en Pekín confirmaba finalmente este lunes que el grupo “visitará China el 14 de enero y llevará a cabo labores de investigación conjuntas con expertos chinos sobre el rastreo del nuevo coronavirus”. No ha precisado la duración de la visita, que se calcula que oscilará entre las cinco o seis semanas (los expertos tendrán que guardar cuarentena al menos las dos primeras) y que tiene a Wuhan como destino principal. El anuncio de la llegada se ha producido el día en que se cumplía un año desde que China anunció la primera víctima mortal de la covid.
La semana pasada, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Gheberyesus, había abandonado su línea habitual de discreción en todo lo relacionado con China y se había declarado “muy decepcionado” porque ese país no hubiese emitido las autorizaciones necesarias para el equipo internacional. Dos de sus integrantes ya habían emprendido viaje, y el resto tuvo que cancelar sus planes de vuelo en el último momento. Entonces, el Ministerio de Exteriores chino aseguró que había habido un “malentendido” con las fechas. En medio de fuertes presiones internacionales, este fin de semana, el subdirector de la Comisión Nacional de Sanidad, Zeng Yixin, había expresado el “entusiasta apoyo” de su Gobierno a la visita, pero también había precisado que no había aún un acuerdo sobre las fechas. El director de la OMS ha aplaudido este lunes el anuncio chino. “Esperamos trabajar estrechamente con nuestros homólogos chinos en esta misión crítica para identificar el origen del virus y su ruta de introducción en la población humana”, ha escrito en su cuenta de Twitter.
We welcome #China's announcement regarding the intl. team examining the origins of virus that causes #COVID19. We look forward to working closely with our 🇨🇳 counterparts on this critical mission to identify the virus source & its route of introduction to the human population.
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) January 11, 2021
Pekín había accedido en mayo al establecimiento de una misión internacional que investigara el origen de la pandemia, aunque entonces el presidente chino, Xi Jinping, había precisado que tendría lugar en el momento que fuera conveniente. Las negociaciones para pactar el alcance exacto de la misión, y su momento, avanzaron desde entonces a un lento ritmo: tras una visita de una misión de dos miembros este verano a Pekín, la OMS esperaba que establecer el grupo fuera cuestión de “semanas”. No fue así. Los integrantes internacionales y chinos solo celebraron su primera reunión preliminar a finales de octubre. Desde entonces han mantenido otras tres, según la Comisión Nacional de Sanidad, entre críticas acerca de que los trabajos llegaban demasiado tarde como para lograr hallazgos significativos.
Sus trabajos se escudriñarán con atención por parte de una serie de Gobiernos, como el de Estados Unidos, que han criticado duramente la gestión de China al comienzo de la pandemia y responsabilizan a Pekín de que la enfermedad se extendiera por el resto del mundo.
Por su parte, el Gobierno que encabeza Xi Jinping ―que con medidas muy duras de confinamiento, rastreo y cierre casi absoluto de fronteras ha logrado poner bajo control el coronavirus casi por completo dentro del territorio chino― insiste en que no hay ninguna evidencia de que el patógeno saltara al ser humano en este país. En cambio, algunos de sus diplomáticos se han hecho eco de teorías que consideran que el virus pudo llegar a China traído por soldados que participaron en los Juegos Militares que se celebraron en Wuhan en octubre de 2019, semanas antes de que se detectaran los primeros casos. Pekín también ha apuntado a envoltorios de alimentos congelados importados como posible fuente de entrada de la infección, mientras ha detenido a blogueros críticos que difundieron vídeos sobre lo que ocurría en Wuhan al comienzo de la pandemia. Una de ellos, la exabogada Zhang Zhan, ha sido condenada a cuatro años de cárcel.
Los expertos internacionales, de países que incluyen Alemania, Vietnam, Japón o Reino Unido, tienen previsto durante su estancia en Wuhan examinar las muestras tomadas en su día en el mercado de marisco de Huanan, del que en un primer momento se sospechó que pudiera ser el origen de la pandemia y que permanece cerrado desde hace un año. También quieren entrevistar a los comerciantes del mercado, para tratar de establecer la procedencia de los animales que se vendían en esas instalaciones. Además, examinarán muestras tomadas a pacientes de covid y otros enfermos en los primeros días de la pandemia, y en las semanas anteriores. Los datos obtenidos en esa ciudad de 11 millones de habitantes determinarán cuáles serán los siguientes pasos.
En diciembre, uno de los integrantes de la misión, el veterinario alemán Fabian Leendertz, declaraba a la agencia France Presse que el objetivo de la misión “no es encontrar culpable a un país o a una autoridad”. “Es entender lo que pasó para reducir el riesgo en el futuro”, dado que los virus saltan de los animales al ser humano en todo el mundo y con frecuencia. Este experto asegura que, a pesar del tiempo transcurrido, aún es posible lograr resultados durante la visita.
Preocupación ante el Año Nuevo lunar
La llegada de los expertos se producirá mientras en China continúa la preocupación por diversos brotes de coronavirus en varias provincias, que acumulan este lunes 673 casos activos, según los datos oficiales. Un número muy pequeño en un país de 1.400 millones de habitantes, pero la mayor cifra en seis meses y que ha llevado a las autoridades a incrementar las medidas de precaución: como ocurría cuando se confinó a Wuhan el 23 de enero del año pasado, a finales de este mes comienza la temporada de viajes por el Año Nuevo lunar, el mayor éxodo anual del mundo.
Algunas ciudades, como Wuhan, han comenzado a pedir pruebas PCR con resultado negativo a quienes lleguen procedentes de otros lugares. Numerosas provincias han pedido a sus residentes que no se desplacen durante el periodo festivo. En Pekín y otras ciudades se han cancelado las celebraciones del Año Nuevo. La provincia de Hebei, donde se localiza la mitad de los casos activos, ha ordenado el confinamiento perimetral de su capital, Shijiazhuang, y la localidad de Xingtai, que suman 18 millones de habitantes. Además, el resto de los 76 millones de residentes de esta provincia no pueden abandonarla salvo caso de necesidad urgente.
Pekín, que registró un pequeño brote a finales del mes pasado en su distrito de Shunyi, tampoco se la quiere jugar, y ha ordenado el confinamiento de medio millón de personas, las residentes en las antiguas aldeas ―hoy absorbidas por la ciudad― en la periferia de ese distrito.
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