El avance desigual de la vacuna en España: del 81% de dosis usadas en Asturias al 5% de Cantabria
Madrid dedica una quinta parte del personal que emplean Cataluña y Andalucía a vacunar contra la covid
La vacunación contra la covid ha comenzado a ritmos muy diferentes en las comunidades autónomas. Mientras en la primera semana de campaña hay regiones que apenas han empleado el 5,2% de las dosis recibidas, como Cantabria, o el 6%, como Madrid, Asturias ha conseguido administrar ya el 81%. Respecto a las cuatro comunidades más pobladas, Madrid (6,6 millones de habitantes), con ese 6% de dosis utilizadas, está a la cola; le siguen Cataluña (13% con 7,6 millones), la Comunidad Valenciana (16% con cinco millones) y Andalucía (37% con 8,5 millones). El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado este lunes que todos los españoles podrán tener acceso a una vacuna “segura y fiable” este año y confirmó que Sanidad ya ha hecho entrega de un segundo lote de 360.000 inmunizaciones que se inyectarán esta semana.
Las cifras recabadas de las comunidades se dan tal cual, pero hay que tener en cuenta que como el tratamiento requiere dos dosis, la mayoría de las consejerías están guardando un vial por cada uno que ponen, por lo que aunque tuvieran producto para inmunizar a 100 personas, lo harían con 50 y guardarían el resto para aplicarles en 21 días la dosis de refuerzo. Este es el comportamiento general, aunque no todas lo han seguido, lo que dificulta comparar la eficacia de cada comunidad.
Un ejemplo es el País Vasco. Según explica Manuel Sánchez-Lagarejo, director comercial de Bexen Medical, la empresa encargada de conservar y distribuir la vacuna, se han guardado alrededor de un 20% de las 16.000 dosis recibidas de momento por seguridad. El resto se han usado para vacunar (el 40%) y para asegurar la inyección de refuerzo (el otro 40%).
En todas las regiones, la inmunización ha comenzado por las residencias de mayores y su personal, pero hay dos factores clave que han sido diferentes: si se ha trabajado en días festivos (en Madrid, no; en Canarias, sí; en Cataluña van a empezar a hacerlo) y el personal empleado. Mientras en la Comunidad de Madrid se han montado 46 equipos de dos sanitarios (92 personas), más 22 en preparación, en Cataluña hay 500 enfermeras voluntarias, y en Andalucía otras 500 a tiempo completo.
A Cataluña han llegado 60.000 dosis cada semana, pero en la primera solo se administraron 8.293 vacunas. La campaña empezó tarde, el miércoles 30, a causa de los problemas logísticos de Pfizer y de la falta de neveras para distribuir las dosis. Pero las dificultades continuaron, y el 1 de enero, festivo, se pusieron solo dos vacunas en toda Cataluña. El motivo, como ha reconocido este lunes la consejera de Salud, Alba Vergés, es que el Govern no ha podido organizar ni formar a tiempo los equipos de enfermeras que se encargan de la vacunación. Hasta 6.000 enfermeras se han inscrito para poder hacer esas horas extraordinarias, pero el Govern no ha conseguido cuadrar sus turnos.
La semana pasada, solo 200 enfermeras, en lugar de las 500 necesarias, pudieron vacunar. El secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, ha asegurado que para esta semana los equipos ya están organizados y se ha mostrado convencido de que se recuperará el ritmo para llegar al objetivo de vacunar a 748.000 personas antes de mayo. “Hay muchos nervios, pero esto es una carrera de fondo y no podemos juzgar los resultados en cuatro días”, ha afirmado.
Mientras, en Cantabria se ha empezado “muy despacio”, ha admitido este lunes su consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, quien lo ha justificado con que ha habido que formar los equipos de enfermería que van a las mayores residencias, y que en ellas hay que revisar el censo de ingresados y trabajadores y cerciorarse de que no hay un brote (la vacuna no está indicada para infectados). En cualquier caso, Rodríguez ha confiado en que sobrará tiempo de las 12 semanas previstas para vacunar, ya que cuando se salga del entorno sociosanitario se irá mucho más deprisa, y ha asegurado que si hay algún problema será por falta de suministro.
Si se toman los territorios que hasta ahora han dado datos, en España se ha vacunado ya a unas 100.000 personas. Es el 0,2% de la población, al mismo nivel de Italia y Croacia, por ejemplo, pero muy lejos de Israel (el 14,14%, según la web Our World in Data, que toma fuentes gubernamentales).
Medido en función de las dosis recibidas, esos 100.000 vacunados de España suponen alrededor del 27% de las dosis repartidas, según los datos que han facilitado las comunidades a EL PAÍS. Pero, al tener en cuenta que en la mayoría se guarda un vial para la segunda dosis, se elevaría su uso alrededor del 50%.
Si se compara esa cifra, una de las comunidades con mejor resultado es Canarias que, con 2,2 millones de habitantes, ha dedicado a 130 personas en exclusividad a vacunar (más que Madrid, que triplica su población) y ha conseguido una tasa de empleo del 41% de las dosis recibidas, informa una portavoz de la Consejería de Sanidad del archipiélago.
Suspendida en Ibiza
En Galicia (51% de uso), “el dispositivo está funcionando. Se han producido cuestiones logísticas puntuales, como en cualquier campaña, pero si hubiera más dosis, más pondríamos”, ha señalado Álvaro Carrera, presidente de la Asociación Galega de Enfermería Familiar e Comunitaria. En Ourense (310.000 habitantes) se han puesto casi tantas inyecciones como en Madrid (6,6 millones de habitantes), y fuentes de la consellería atribuyen el ritmo a que las 22 enfermeras encargadas de la campaña en esta provincia con 6.000 mayores en residencias están “muy entrenadas”.
Baleares ha afirmado que ha usado el 37,5% de las dosis recibidas. Y eso que han tenido que suspender la vacunación en la isla de Ibiza, ya que pocas horas antes de empezar la campaña se detectó un positivo en uno de los centros. Debido a los festivos y a la imposibilidad de citar de un día para otro a los profesionales sanitarios que ya tenían previsto ser vacunados esta semana, se ha decidido retrasar el proceso. El Consell de Ibiza ha pedido al Gobierno balear que agilice todo el calendario para no quedarse atrás.
La portavoz del Gobierno balear, Pilar Costa, ha insistido en que el sistema de salud de las islas está totalmente preparado para mantener el calendario de vacunación previsto. Sin embargo, ha incidido en que hay actuaciones, como el transporte de las dosis y el envío de las remesas, que dependen de otros agentes lo que le “hace difícil” decir que van a “cumplirlo al 100%”. Costa ha afirmado que están preparados para vacunar con más rapidez si se autoriza la vacuna de Moderna y se incrementan las dosis para Baleares y trabajan “con la previsión y el deseo” de que entre un 60% y un 70% de la población esté vacunada en verano.
Retrasos en residencias
Esta complicidad con los geriátricos choca con la visión del consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, quien ha dicho este lunes para justificar la baja aplicación de las vacunas en la comunidad que en varias residencias de la región le pidieron retrasar la inmunización porque tenían a muchos residentes y personal fuera por vacaciones. Escudero ha negado que falte personal sanitario, pero, como solución, ha afirmado que se podrían utilizar recursos privados “según las necesidades” que vaya requiriendo “cada situación”.
Las comunidades confían en que una vez pase esta semana, con la fiesta de Reyes, se podrá normalizar el ritmo. Los datos se refieren al primero de los dos pinchazos que hay que recibir por cada vacuna. El segundo podrá empezar a administrarse a los 21 días del primero, es decir, si se repitiera la puesta en escena, Araceli Hidalgo, la pionera de 96 años en vacunarse, debe recibir la segunda dosis el 17 de enero.
En rueda de prensa tras el Consejo Interterritorial de Salud, el ministro de Sanidad ha eludido este lunes pronunciarse sobre el diferente ritmo del inicio de la vacunación en las comunidades. Illa ha insistido en que la campaña ha empezado bien y que si surgen cuellos de botella será por falta de suministros, no por la incapacidad de las comunidades para llevar a cabo la vacunación. El ministro ha puesto como ejemplo de esa capacidad que este año, en tan solo ocho semanas, se espera vacunar a 14 millones de personas de la gripe.
Con información de Josep Catà, Lucía Bohórquez, Fernando Peinado, Juan Navarro, Mikel Ormazabal, Sonia Vizoso, Javier Martín-Arroyo y Cristina Vázquez.
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