Francia alerta a España de la detección de un perro con rabia supuestamente encontrado en Sevilla
Agricultura duda de la versión dada por el propietario del animal y sospecha que pudo ser traído de Marruecos
Francia ha alertado a España de la detección del virus de la rabia en un cachorro de perro cuyo propietario asegura que lo encontró abandonado en enero en una carretera en las inmediaciones de Sevilla, ha confirmado el Ministerio de Agricultura.
Las autoridades españolas, sin embargo, no acaban de dar credibilidad a la versión ofrecida por el propietario. "Esta información no está confirmada", afirma un portavoz de Agricultura, que añade que no tiene "evidencias" del lugar exacto en el que se produjo el supuesto hallazgo, ya que el dueño no ha sido capaz de ofrecer información precisa.
Fuentes de la administración y del sector veterinario consultadas por este diario consideran probable que el perro fuera traído directamente de Marruecos, lo que supondría que el propietario cruzó de forma irregular la frontera entre España y el país norteafricano.
Según la secuenciación genética realizada por el Instituto Pasteur, de referencia en Francia, el virus es del tipo África 1 que circula por los países del Magreb. El análisis de los nucleótidos permite precisar aún más y sitúa el origen del virus en una zona del centro de Marruecos comprendida entre Alhucemas e Ifrane.
Agricultura lamenta que no se pueda iniciar una investigación oficial sin una confirmación oficial del lugar concreto del hallazgo. Pese a ello, el ministerio se muestra tranquilo ya que "desde el punto de vista epidemiológico y estudiando los periodos de incubación" del animal, este "no fue infectivo peligroso [no podía transmitir la enfermedad] en su supuesta estancia en España".
En cualquier caso, lo que sí está confirmado es que el perro cruzó España por tierra cuando ya estaba infectado. La llegada de animales en esta situación es una preocupación del Consejo General de Veterinarios de España, que en los últimos tiempos viene reclamando que "se imponga la vacunación obligatoria contra la rabia para perros, gatos y otras mascotas como hurones". Actualmente, la inmunización no lo es en Cataluña, País Vasco, Galicia y en las razas no peligrosas en Asturias.
La detección del caso de rabia se ha producido en Saint-Martin-de-Ré, un municipio situado en la Isla de Ré, un enclave turístico en aguas del océano Atlántico. El animal fue sacrificado el pasado 4 de febrero tras sufrir "un cambio repentino en el comportamiento, síntomas nerviosos y deterioro de su estado de salud", según un comunicado de las autoridades locales.
Estas mantienen bajo vigilancia a otro perro del mismo dueño y han ordenado a los 2.300 habitantes de la isla que mantengan a todas las mascotas mamíferos (perros, gatos, hurones...) "sujetos con una correa o enjaulados" hasta que culminen las investigaciones en marcha, que está previsto que duren dos semanas.
Los animales "no pueden ser dejados salir libremente, ya que de lo contrario serán recogidos y sometidos a cuarentena", han informado las autoridades. Estas han detallado cómo el perro implicado en el caso fue paseado por su dueño por la localidad "entre el 17 de enero y el 3 de febrero" y han hecho un llamamiento para que "toda persona o animal que haya sido mordido, arañado o lamido por este perro" se pongan en contacto con los responsables sanitarios.
La rabia está causada por un virus que ataca al sistema nervioso y es mortal en prácticamente el 100% de los casos a partir del momento en el que el paciente ha empezado a desarrollar síntomas: fiebre no muy alta, cambios en el estado de ánimo, náuseas y vómitos, fotofobia (intolerancia a la luz), babeo y convulsiones, entre otros.
Antes de ello, la enfermedad es también prevenible en todos los casos si tras la mordedura del animal que transmite la enfermedad se recibe la asistencia médica adecuada, que consiste en la limpieza de la herida, una inyección de inmunoglobulina antirrábica y una pauta de vacunas. La enfermedad no es contagiosa entre personas, salvo casos excepcionales.
El último caso mortal diagnosticado en España fue el pasado mes de diciembre en el Hospital de Cruces (Vizcaya), donde falleció un hombre que había sido mordido en agosto por un gato en Marruecos. La enfermedad es endémica en el norte de África, mientras en España el último brote autóctono se produjo en Málaga en 1975 y causó la muerte de dos personas.
Cada año mueren 60.000 personas de rabia en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recuerda que la enfermedad sigue siendo endémica en 150 países y territorios de África, Asia y América. Por ello, se recomienda evitar siempre el contacto con mamíferos desconocidos en estos países y en ningún caso importar animales sin control.
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