La pasión por el conocimiento, la lucha por las libertades

Eminente científico, profesor, humanista y luchador por las libertades, José Esteban Félix García de los Ríos, catedrático de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, falleció en Madrid el domingo pocos días antes de cumplir 72 años.

Su vida estuvo marcada por el estudio y el esfuerzo en unas jornadas que empezaban a las seis de la mañana. Debía en particular su temprana pasión por la naturaleza y la microbiología al doctor Florencio Bustinza, amigo y biógrafo de Fleming, de quien había recibido las primeras enseñanzas en el Instituto Cardenal Cisneros y en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid.

Tituló su tesis Estudios acerca de la tuberculosis del olivo (1989), sin duda motivado por sus raíces campesinas en Los Navalucillos (Toledo). García de los Ríos desarrolló fundamentalmente su labor docente en el CEU desde 1977 hasta cumplidos los 70 años y fue profesor del máster de análisis sanitario de la Complutense. Autor de numerosos trabajos de investigación y libros de divulgación científica, entre sus obras destaca Un viaje por el mundo de los microbios (2006).

La pasión por la educación no se agotaba en sus clases en la universidad. Él mismo lo explicaba: “Mi vocación divulgadora me lleva a no limitar mi trabajo a la enseñanza de los estudiantes, sino a hacer llegar el conocimiento de la ciencia a la sociedad en general”. Tenía una idea muy clara del significado de la divulgación: “Tenemos que aprender a simplificar, pero sin llegar a caer en la falsificación”. Muchos periodistas le consultaban sobre asuntos de su especialidad.

García de los Ríos compartía sus ideales científicos con la lucha por la democracia en pleno franquismo. Su integridad y conciencia le llevaron a un amplio compromiso político y social y a militar en organizaciones como la FUDE, el PCE (ML) y el FRAP. En agosto de 1973, fue detenido junto a su mujer y a su hijo de seis meses y salvajemente torturado por la Guardia Civil en Málaga. Condenado por el Tribunal de Orden Público a cuatro años de prisión, cumplió dos y medio en las prisiones de dicha ciudad y en las de Granada y la madrileña de Carabanchel. En la cárcel fue un ejemplo de dignidad, humanismo y un referente para sus compañeros. Continuó sus estudios y comenzó los de Derecho.

Recuperada la democracia, concentró sus energías en la docencia y la investigación, que centró desde 2008 en un impresionante trabajo sobre el médico y naturalista francés, nacido en la entonces colonia de Guadalupe, Luis Daniel Beauperthuy (1807-1871), descubridor del mosquito que transmite la fiebre amarilla y quien también investigó sobre otras enfermedades como el cólera y la lepra.

Para realizar esta labor, García de los Ríos hizo numerosos viajes a Venezuela, donde pudo consultar los archivos personales del científico francés y puso en valor su relevancia para la historia natural. Fruto de esta labor, publicó en 2015 junto a otros especialistas un extenso artículo en Aula, Museos y Colecciones de Ciencias Naturales, la revista que edita la Real Sociedad Española de Historia Natural. Deja otros estudios pendientes de publicar.

Mantuvo siempre un sentido humanista de la vida, por lo que fue muy querido por sus alumnos y compañeros de estudio y de cautiverio. Con estos últimos se reunía cada año.