Castells reformula el rol de ministro: debuta al mes de ser nombrado y sin cámaras

Durante el mes que lleva de ministro de Universidades, Manuel Castells no se ha dejado ver, más allá de acudir al Congreso de los Diputados y los Consejos de Ministros tras un viaje personal de 10 días a California para cerrar su cátedra en Berkeley. Pero, al fin, este viernes por sorpresa, esquivando a la prensa, el sociólogo está visitando la Universidad del País Vasco, con lo que inicia una ronda por las 50 universidades públicas —las 34 privadas tendrán que esperar— para trazar una radiografía de la educación superior. Este jueves su equipo de prensa anunció estas visitas con nombre promocional, El ministro escucha, que empezarían "este mes" en Euskadi. El ministerio ha publicado en medio del encuentro una foto en Twitter. Estas visitas están diseñadas en la línea de las consultas ciudadanas de Unidas Podemos.

“Se trata de hacer un diagnóstico colectivo, en el terreno. Queremos hacer las cosas de otra manera”, afirma Castells, que ha vivido en Estados Unidos los últimos 40 años y que admite que no conoce bien la realidad española, en una nota de prensa. “El objetivo final es alcanzar un pacto estatal de Universidades en la presente legislatura, con el máximo de aportaciones y el máximo consenso”. El equipo de Castells ha avanzado los planes en un desayuno informativo al que el ministro no acudió y en el que se repartió esta nota.

Castells, de 78 años, viajará a la ciudad en la que se encuentra el campus el día anterior al encuentro y dialogará por separado con los distintos colectivos: equipo rector, los profesores (también los precarios), los estudiantes y el personal de administración y servicios. Los centros punteros tendrán su espacio.

El ministro, que no contempla que nadie le sustituya, acudirá con un grupo que habrá preparado las citas. Universidades quiere que las charlas sean a puerta cerrada para que los presentes hablen con libertad. Una forma de trabajar muy distinta de la de su antecesor, Pedro Duque, que visitó muchos centros pero sin tanto preparativo y con visitas más cortas.

El primer destino será la Universidad del País Vasco. La semana pasada Castells cenó con los rectores en Toledo, pero no quiso avanzarles ningún plan. También se vio con la ministra de Educación Isabel Celaá con la que comparte varios negociados, entre ellos la gestión de las becas, que van a ser, según Universidades, una prioridad. La otra son las tasas universitarias, pero en ese caso la cartera debe de pactar con cada comunidad la bajada de su cuantía.

El 21 de febrero Castells presentará en el Congreso las líneas maestras de su política universitaria. No ha pronunciado palabra desde que reconoció llevar la cartera vacía en su primer consejo de ministros. Y eso ocurrió el 14 de enero.