Un vecino de Gran Canaria mata a su perro por hacer sus necesidades en la casa
Los vecinos escucharon los gritos y llamaron a la Policía
Una patrulla de la Policía Local de Ingenio (Gran Canaria) detuvo el pasado día 31 de diciembre a un vecino de unos 45 años acusado de matar a patadas a su perro por haber hecho sus necesidades en la vivienda, según informa el diario La Provincia de Las Palmas. El arrestado, natural del municipio de Telde pero que reside con su familia en Ingenio, pasó la Nochevieja en el calabozo tras la detención. Si se prueban los hechos, podrían ser constitutivos de un delito de maltrato animal, tipificado en el artículo 337 del Código Penal, que lleva aparejada una pena de seis a 18 meses de prisión.
Los agentes locales acudieron sobre las 18.20 horas del pasado martes al edificio donde vive el detenido, situado en Ingenio, una localidad canaria de unos 30.000 habitantes. Según los testimonios recogidos por el periódico canario, fueron los vecinos quienes alertaron a la Policía Municipal. "Esta familia dejaba solo muchas veces al perrito y lo oíamos llorar. Sin embargo, esta vez eran llantos distintos, de sufrimiento. Por esos avisamos a la Policía", indicaron varios residentes que prefirieron no dar su nombre.
Siempre según el relato de La Provincia, los dos policías se entrevistaron con el sospechoso en la puerta de la vivienda, que trabaja en el restaurante de un hotel del sur de Gran Canaria, y que no permitía pasar a los agentes. "Les dijo que el perro estaba descansando y que no hicieran caso a las quejas de los demás. El perro es pequeño, no sé si era de la raza Yorkshire terrier", señalaron las mismas fuentes. El camarero admitió después que le había dado una "pequeña reprimenda" a la mascota por haber hecho algo mal. Los policías insistieron en la necesidad de pasar y de ver al perro. Los agentes consiguieron entrar al domicilio y encontraron al perro muerto. Hallaron también excrementos y orina del perro en distintos lugares de la casa. Poco después, llegaron la mujer y los niños del sospechoso, y comenzaron a llorar los cuatro por lo que había ocurrido.
Los dos agentes procedieron a la detención del supuesto autor de los hechos por un delito de maltrato animal, recogido en el artículo 337 del Código Penal. Esta norma recoge que quien maltrate injustificadamente a un animal doméstico de forma que le cause lesiones que menoscaben gravemente su salud recibirá penas de entre tres meses a un año de prisión, e inhabilitación de uno a tres años para ejercer cualquier profesión relacionada con los animales. Si el maltrato conlleva la muerte, las penas se elevan de seis a 18 meses de cárcel, así como inhabilitación de dos a cuatro años. El detenido, que no tenía antecedentes policiales, pasó a disposición judicial el pasado miércoles.
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