La juez prohíbe la tenencia de armas y animales al cazador que torturó a la perra ‘Alma’
Héctor C.V.G. se niega a declarar ante la titular del juzgado de Chantada y ella cree que existe "riesgo de reiteración delictiva"
El cazador cazado dice ahora que no reconoce a su víctima y se niega a prestar declaración, a pesar de que el vídeo captado por una pareja que pasaba por el lugar lo incrimina rotundamente. Héctor C.V.G., el hombre que disparó, ató por el cuello y arrastró el malherido cuerpo de la perra bautizada luego por los animalistas como 'Alma', ha acudido esta mañana a su citación como investigado por un delito de maltrato animal al juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Chantada. Allí, el mismo hombre armado que según trascendió en los primeros días había dicho que él podía "pegar tiros" a quien le saliera de "los cojones", ha guardado silencio. Solo ha negado reconocer a la perra rubia que le han mostrado en una fotografía, y que a consecuencia de las gravísimas heridas murió cuatro días después en el Hospital Veterinario Universitario Rof Codina de Lugo.
Al terminar la comparecencia del imputado, de 65 años, la juez Estefanía Peña ha dictado este jueves un auto en el que acuerda para Héctor C.V.G. la privación de los derechos de tenencia y uso de armas de fuego y de animales. La magistrada considera estas medidas cautelares previstas en principio hasta el final de la instrucción como "necesarias y proporcionadas" por tratarse de un "cazador" que posee otros animales (ovejas) y que "pudiera estar en posesión de armas". Para la juez, estas son "circunstancias que incrementan el riesgo de reiteración delictiva". Por eso dispone en el mismo auto que se libre oficio a la Guardia Civil y a las delegaciones en Lugo de las consellerías de Medio Rural y Medio Ambiente para que velen por que se cumplan estas medidas provisionales.
El caso de la tortura y muerte de Alma corrió como la pólvora después de que se difundiese la grabación realizada por una pareja que pasaba por el lugar de los hechos, Soilán do Monte (Pereira, Chantada) y que, tras escuchar un disparo, captó la secuencia en la que el cazador arrastraba unos 200 metros a la perra, supuestamente para rematarla en casa. La acusación popular, ejercida por grupos de defensa animal como la Asociación Mundo Vivo de Asturias, la Protectora de Animales de Lugo, la Asociación El Refugio y el partido Pacma, cree que la perra, que había parido seis cachorros días antes, pertenecía a este hombre que la propia juez define en su último auto como cazador.
Alma murió el pasado día 3 de diciembre por las secuelas de la tortura que padeció. Una bala atravesó sus dos húmeros y en caso de sobrevivir, según especialistas que la asistieron, habría perdido las dos patas delanteras. La Xunta de Galicia asumió la tutela de sus cachorros y se los confió a una cuidadora, pero una fuerte diarrea que acabaron padeciendo una semana después los seis animales de menos de un mes obligó a su ingreso en el Rof Codina. Durante siete días permanecieron en observación y aislados en el hospital y ayer ya se encontraban en condiciones de recibir el alta.
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