Las autonomías ultiman medidas dispares a una semana de la Navidad
Madrid, Asturias, Cataluña y Castilla y León endurecen las limitaciones. Un 80% de los españoles planea pasar las fiestas solo con sus convivientes, según una encuesta
En un mapa cambiante de restricciones, en el que las comunidades autónomas van anunciando un goteo de endurecimientos a una semana de la Navidad, la mayoría de los españoles (casi un 80%) planea restringir a su núcleo de convivientes las celebraciones de Nochebuena y Nochevieja, según una encuesta de YouGov para la alianza de medios LENA, de la que forma parte EL PAÍS. Quienes lo hagan, no tendrán que estar atentos ni a los toques de queda ni a las limitaciones de grupos ni a los cierres perimetrales más o menos restrictivos que van anunciando los Gobiernos autonómicos.
Ayer mismo, cuatro comunidades anunciaron un endurecimiento de las restricciones que tenían a priori planeadas. La Comunidad de Madrid, que iba a permitir reuniones de 10 personas en las fechas señaladas, las acotará a seis durante todas las fiestas. En Cataluña el toque de queda comenzará a la una las dos noches más señaladas y limita los horarios de bares y restaurantes a dos franjas horarias: de 7.30 a 9.30 y de 13.00 a 15.30. Castilla y León solo permitirá entrar y salir a familiares (que no a los allegados) los días 23 y 26 de diciembre, 30 de diciembre y 2 de enero, y 5 y 6 de enero. Asturias decidió imponer test PCR a todos los jóvenes de entre 18 y 30 años que entren en la región y vayan a convivir con mayores de 65.
La Comunidad Valenciana ya había anunciado el jueves que ni siquiera permitirá que quien no tiene residencia en la autonomía acuda a reunirse con sus familiares o allegados. Y Canarias y Baleares habían endurecido las medidas en las islas más afectadas: Tenerife y Mallorca. Algunas autonomías como el País Vasco o Andalucía no descartan reevaluar las medidas en los próximos días (ver cuadro).
Antes de adoptar estas medidas, según los datos de la encuesta, el mensaje de limitar al máximo las celebraciones parecía haber cundido. El sondeo, al que han respondido un millar de personas en España, se realizó entre el 4 y el 7 de diciembre, solo unos días después de que el Ministerio de Sanidad acordara con las comunidades autónomas el plan navideño, que permitía el movimiento entre comunidades solo para familiares y allegados, flexibilizaba el toque de queda a la 1.30 en Nochebuena y Nochevieja y ampliaba a 10 personas las reuniones familiares en los días más señalados de las fiestas (24, 25 y 31 de diciembre, 1 de enero y 6 de ese mes en algunas comunidades).
Desde entonces, el plan ha evolucionado. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, compareció tras el Consejo Interterritorial del miércoles animando a las comunidades autónomas con más incidencia a que endurecieran las medidas. El acuerdo, explicó, era un marco de referencia, pero había que adaptarlo a la situación, que es muy distinta hoy de la del 2 de diciembre, cuando se aprobó el documento.
El ministro Illa agradeció ayer a estas comunidades que endurecieran las restricciones. Argumenta que con el estado de alarma en vigor, más allá de la coordinación del Gobierno central, son ellas las que tienen que tomar las decisiones. Algunos mandatarios regionales han acusado al Ejecutivo, particularmente a su presidente, Pedro Sánchez, de comparecer solo para dar buenas noticias y dejar en sus manos las malas. Una de ellas es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien señaló a Sánchez por “dejar solas a las autonomías en el peor momento” y de desaparecer cuando hay una situación compleja. “El problema que tenemos en España es que a falta de dos reyes, tenemos tres reyes, porque ahora mismo en La Moncloa lo que tenemos como presidente del Gobierno es a una figura que reina, pero no gobierna”, dijo el jueves.
“No hay una única realidad, en cada territorio es distinta. Hay que reaccionar a la realidad de cambio de tendencia de acuerdo a la estrategia que estamos aplicando”, replicó ayer Illa, quien llamó a “aumentar la prudencia” y a seguir las medidas impuestas en cada comunidad autónoma, que “son las adecuadas” a su situación. “No vaya a ser que celebremos la Navidad y lloremos en Reyes”.
La Organización Mundial de la Salud también se sumó ayer a esta llamada a la moderación navideña. “Hay una diferencia entre lo que las autoridades te permiten hacer y lo que deberías hacer. Lo más seguro ahora es quedarse en casa”, recomendó en un comunicado el director de la OMS-Europa, Hans Kluge.
En este sentido, otros países europeos, como Italia, ya parecían estar muy concienciados sobre la necesidad de quedarse en casa. Según la encuesta de YouGov, es el único de los grandes países del continente que superan a España en optar por celebraciones recogidas (el 85% decía que planeaba la Navidad exclusivamente con sus convivientes, incluso antes de las medidas restrictivas que se adoptaron en el país). Este porcentaje bajaba en Alemania, el Reino Unido (en ambos a un 55%) y en Francia (un 45%). Los españoles son, entre estos vecinos, los que piensan que su Gobierno ha tomado las medidas menos restrictivas: un 61% cree que deberían haberse adoptado más limitaciones.
En España, a medida que la Navidad se acerca la epidemia va empeorando lentamente. El viernes llegó a 214 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Y suma una semana desde que cambió la tendencia positiva, aunque esto todavía no se ha reflejado en los hospitales. El porcentaje de ocupación de camas de pacientes de covid sigue cayendo muy lentamente: en planta es de un 9,14% y las UCI de un 20,1%.
Es previsible que en los próximos días, a medida que los contagios sigan subiendo, esta evolución también cambie a peor. Pero Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ya advirtió el jueves de que no está claro cómo esté repunte afectará a la asistencia hospitalaria, ya que no se sabe todavía a qué grupos de edad está afectando.
De lo que no hay duda es de que la tendencia negativa se consolida. Con 11.815 diagnósticos nuevos el viernes, la curva va subiendo poco a poco a causa, apuntó Simón, del relajamiento de las medidas y las aglomeraciones navideñas. Probablemente ya se estén notando en las estadísticas los contagios del puente de la Constitución. Todavía no hay un repunte en las muertes, que también siguen cayendo. Sanidad añadió el viernes 149 decesos a la estadística. Este es el último indicador en subir, después de que lo hagan el de los hospitales y las UCI. Esta semana se han contabilizado 1.302 muertes y es la tercera consecutiva de caída.
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