El camino de la vacuna a España

Desde una fábrica en Puurs, un pueblo belga de 26.000 habitantes, al brazo de millones de españoles. La vacunación en España comenzará previsiblemente antes de que termine el año con el medicamento de Pfizer-BioNTech. Entre la manufactura y la inmunización de los primeros españoles —residentes en centros sociosanitarios y sus trabajadores— hay todavía que recorrer un camino que comenzará con su autorización por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) el 21 de diciembre —si no hay contratiempos— y seguirá con la luz verde de la Comisión Europea —dos días después—, para comenzar su viaje a cada comunidad autónoma, donde los Gobiernos regionales tendrán que recibirlas y distribuirlas entre las residencias. A 10 días de la fecha probable del comienzo, todavía hay importantes incógnitas, pero también se van haciendo públicos cada vez más detalles del proceso.

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La primera gran duda que hay que despejar es precisamente el día de la primera inyección. La idea es que toda Europa comience en la misma franja, que estará entre el 27 y el 29 de diciembre, según adelantó este jueves la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El Ministerio de Sanidad no sabe concretar el día exacto en que podrá empezar España, como tampoco el número de dosis que recibirá en esta primera entrega, que dependerá de las que libere la compañía, que se tendrán que distribuir entre los países europeos. Sanidad distribuirá lo que le toque a España —proporcional a su población— de manera “equitativa”, afirma, entre las comunidades. El criterio de reparto para las primeras dosis que lleguen, según revelaron este jueves fuentes del ministerio, no será el de población total, sino el de personas enmarcadas en el primer grupo. Es decir, una comunidad que tenga menos habitantes que otra pero más personas en residencias recibirá más dosis. Esto es así para poder asegurar que todas pueden vacunar con los criterios establecidos. En cualquier caso, el ministro Salvador Illa ha reiterado cuando ha sido preguntado que llegarán paulatinamente y que “habrá para todos”. España tiene comprometidos 140 millones de dosis que sirven para inmunizar a 80 millones de personas (muchas requieren doble pinchazo), de las cuales 20,8 millones son de Pfizer.

Cajas de 5.000 inyecciones

Una vez que Bruselas apruebe el medicamento, la farmacéutica entregará directamente las dosis disponibles a las comunidades, en la proporción que le haya indicado Sanidad. Cada autonomía debe preparar sus centros de recepción —medio centenar en toda España—, cuya ubicación permanecerá en secreto por motivos de seguridad, así como tampoco se desvelará por qué medios de transporte llegarán a ellos ni si lo harán directamente desde Bélgica o habrá puntos intermedios. Será desde ahí desde donde los distribuyan a los centros sociosanitarios, hospitales y centros de salud. El primer objetivo es cubrir las más de 5.400 residencias de mayores que hay en toda España, con cerca de 373.000 plazas.

La vacuna de Pfizer llega en cajas autorrefrigerantes de 5.000 dosis que las mantienen a una temperatura inferior a los 70 grados bajo cero que necesitan para su conservación. Pueden permanecer en ellas durante 10 días sin refrigeración adicional. A partir de ahí, una vez descongeladas, aguantan 120 horas (otros cinco días) a temperatura de nevera convencional, entre dos y ocho grados centígrados. Las autonomías tendrán que ir descongelándolas y administrándolas, o en el caso de que lleguen a una velocidad superior a la que se puede vacunar, guardarlas en refrigeradores de ultrafrío, que pueden conservar sus propiedades durante seis meses más. Como las vacunas llegarán paulatinamente, en principio no deberían necesitar estos depósitos. El Reino Unido, que empezó a vacunar el 8 de diciembre, lo está haciendo a razón de unas 18.000 diarias; el ritmo irá aumentando con el tiempo. Después de la primera inyección es necesaria otra a los 21 días. La inmunidad total que se espera de la vacuna, superior al 90%, llega aproximadamente un mes después de la primera inyección.

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Pero antes de que llegue ese momento, las comunidades han tenido que ir aprovisionándose de jeringuillas y agujas para vacunar a toda la población; llevan haciéndolo desde septiembre. El último paso fue, en las últimas semanas, recopilar listas con todos los residentes y trabajadores de estos centros. Aunque a preguntas de EL PAÍS las consejerías de Sanidad apenas han dado detalles de cómo lo han hecho, fuentes de las residencias explican que, al menos en Madrid, todos estos datos fueron entregados esta semana. En esta comunidad se les pedía también un detalle sobre las personas que habían dado positivo en un test serológico o en una PCR en los últimos seis meses, posiblemente para hacer una priorización dentro de ese mismo grupo. Estas fuentes explican que tendría sentido empezar por las residencias donde muy pocas personas han pasado la enfermedad, que son más vulnerables. Sanidad aclara que se vacunará tanto a las personas que hayan pasado la covid como a las que no.

Despliegue logístico

Pero, ¿cómo será la logística para vacunar a todas esas personas? ¿Cómo llegará la inmunización del centro donde reciban las dosis a cada rincón de España? EL PAÍS también ha consultado este extremo a las consejerías de Sanidad. La mayoría no desvela ningún detalle porque, aseguran, están ultimando sus planes. Lo que apuntan muchas es que será algo muy parecido a lo que se hace cada año con la vacuna de la gripe, por lo que no requiere un despliegue logístico muy distinto. De la misma forma, algunas llegarán directamente a las residencias y en otros casos serán los residentes quienes tendrán que acudir a los centros de salud.

Con matices y cambios según cada realidad, será muy parecido a lo que José María Vergeles Blanca, consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, explicó este jueves en el Parlamento regional. Allí se reciben las vacunas en dos puntos y, de ellos, se reparten a las ocho direcciones de salud de la comunidad. De ahí se trasladarán a una temperatura de entre dos y ocho grados a las residencias. Habrá 13 equipos de vacunación compuestos por tres enfermeras, que están pendientes de recibir una formación específica sobre la vacuna de Pfizer en cuanto la EMA apruebe su ficha técnica. Al ser una vacuna con condiciones especiales, tendrán que aprender los procesos de manipulación y descongelado. Cataluña ya ha anunciado que habrá 500 enfermeras encargadas de la vacunación y Galicia que serán 200. “En el acto de vacunación se requerirá la presencia de personal médico y material de emergencia [como medicamentos en caso de shocks anafilácticos] en la zona de vacunación, y posteriormente el ciudadano será dirigido a una sala de observación”, dijo el consejero extremeño.

A partir de ahí, los datos de los vacunados pasarán al sistema sanitario regional, que los someterá a una observación por si se produjera algún efecto adverso. Estarán en todo momento interconectados con bases de datos del resto de España y de Europa. Sanidad emitirá un comunicado cada 15 días informando de todos los efectos que se notifiquen. Fuentes del ministerio señalan que es muy previsible que surjan, igual que sucede con todos los medicamentos. La diferencia es que este lo va a recibir toda la población en poco tiempo, entre seis y ocho meses, por lo que los efectos raros que tardan años en dar la cara con otros fármacos se descubrirán antes en este, lo que hará más seguro el proceso y permitirá elaborar rápidamente recomendaciones para seguir la vacunación.

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