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“La vacuna es muy esperanzadora, pero su anuncio forma parte de una guerra comercial”

Míriam Alía, experta en vacunas de Médicos Sin Fronteras, analiza las dificultades de transparencia y logísticas del nuevo fármaco

Miriam Alía, responsable del área de vacunas de Médicos Sin Fronteras.
Miriam Alía, responsable del área de vacunas de Médicos Sin Fronteras.KIKE PARA
Pablo Linde

Miriam Alía (Madrid, 46 años) lleva un lustro vacunando niños en las condiciones más complicadas: guerras, hambrunas, campos de refugiados. En la República Democrática del Congo trabajó con la inmunización del ébola, que como la de Pfizer contra la covid, requiere temperaturas de en torno a 70 grados bajo cero. Es responsable de vacunación y respuesta a epidemias en la sección española de Médicos Sin Fronteras y conoce a fondo las negociaciones con las farmacéuticas y las complicaciones tanto logísticas como de transparencia que suelen acompañar a estos medicamentos.

Pregunta. ¿Cuáles son los desafíos de una nueva vacuna contra el coronavirus?

Respuesta. El primero es el acceso. Algunas vacunas son caras, no todos los países pueden pagarlas o no se producen las suficientes. El segundo es el de seguridad, ya que muchas veces vacunamos en zonas de conflicto. Y hay una parte de acceso geográfico. Por ejemplo, para vacunar en el Congo necesitas coches 4x4, motos, piraguas y en ocasiones tienes que andar 20 kilómetros. Cuanto más lejos está el destinatario vas restando autonomía de la cadena del frío. Las vacunas son medicamentos muy complicados con una serie de normas de seguridad y calidad. Las normales tienen que estar entre dos y ocho grados todo el tiempo. Esto ya supone un desafío. Tiene que estar todo muy controlado porque si pasan de ocho grados o se congelan pueden ser ineficaces. Es hacer todo este trayecto y vacunar con agua.

P. ¿Vamos a ver una competencia de mercado para la vacuna de la covid?

R. Hay una plataforma, llamada Covax, organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y liderada por Gavi [un consorcio de colaboración público privada para la compra y distribución de vacunas en países de ingresos bajos y medios] que pretende tener 2.000 millones de vacunas para poder vacunar al 20% de la población en todos los países que los necesitan. Hay donantes, como por ejemplo España o la UE. Otros países avanzan dinero a cambio de unas posibles dosis. Existen dos acuerdos: si avanzas 1,6 dólares por dosis te las reservan, pero no puedes elegir vacunas; si pones 3,10 tienes opción de elegir. Luego están los receptores: 92 países de ingresos medios o bajos que la recibirán a precio financiado, no gratis. Pero Covax no ha conseguido reunir dinero suficiente y estar ahí no es incompatible con tener tu acuerdo con la farmacéutica. Y no todas las compañías forman parte de Covax.

P. ¿El acuerdo de 300 millones de dosis de las que España recibirá 20 millones está ahí enmarcado?

R. No, esos son acuerdos bilaterales.

P. ¿Se ha convertido en un mercado al mejor postor?

R. Está muy bien que se done y que se dé dinero por adelantado para que se acelere el proceso, que haya más vacunas, que baje el precio. Además hay varias tecnologías prometedoras y está bien que no se cierren puertas. Pero nosotros decimos desde el principio que si estás dando dinero tienes que pedir a cambio información y transparencia. La UE ha dicho que si nos ponemos muy reivindicativos a lo mejor nos quedamos sin dosis. En qué cabeza cabe que la UE, que es uno de los principales donantes y de los principales compradores, no tenga el poder suficiente para establecer mecanismos de control. ¿Por qué se dan fondos a compañías privadas que no son auditados? En 2017 se aprobó una resolución en la ONU porque los precios eran confidenciales. Esto ha hecho que muchos niños mueran de neumonía por no tener esta vacuna. La resolución dice que los precios de las vacunas tienen que ser asequibles y transparentes.

P. ¿Falta transparencia en los procesos de compra de la vacuna?

R. Muchísima. No sabemos las cláusulas a pesar de que la UE es uno de los principales donantes y podría pedirlas. Este nivel de vulnerabilidad que están mostrando es erróneo. Ningún laboratorio puede permitirse perder el mercado europeo, como donante y como comprador. Pero las cláusulas de transparencia hay que ponerlas desde el principio, desde que les das el dinero, porque como tengan el dinero metido en viales de vacunas, el poder de negociación cambia, aunque no debería. Para los tratamientos Alemania ya dijo que si algún medicamento patentado funcionaba para la covid se daba el derecho de poner licencia obligatoria. ¿Por qué no se hace con las vacunas?

P. ¿Cuáles son las consecuencias que puede tener esta falta de transparencia?

R. Lo que va a hacer es encarecer los precios. La consecuencia del comunicado de prensa de Pfizer es un movimiento en las ventas. Es meter prisa a organismos que todavía no se habían comprometido. Es algo parecido a lo que pasó con el remdesivir. Nos dicen que tienen unos resultados interinos y la mayor parte de la producción vendida. Al día siguiente, la UE lo compra. Tres semanas más tarde salieron los resultados definitivos de que el impacto era mínimo.

P. Pfizer tenía que ir reportando resultados conforme avanzase el estudio, antes de los definitivos. ¿Cree que puede suceder algo parecido?

R. Pero no han reportado resultados a la OMS. Son los resultados preliminares, hay que esperar al final del proyecto y a los resultados de seguridad de más tiempo. De momento no se sabe para qué sirve la vacuna: si tiene impacto en casos graves y mortalidad, en la adquisición de la enfermedad o en la transmisión. La diferencia económica es brutal. Y a quién se la vas a poner también varía. Hasta que no haya un informe oficial avalado oficialmente por el grupo de expertos a los que consulta la OMS es un resultado esperanzador, pero no científico.

P. ¿Es escéptica con los resultados finales?

R. No. No tengo opinión. Puede ser incluso mejor el resultado. Pero con los datos que hay no tengo capacidad para analizar. Como experta en vacunología necesito una serie de criterios. Tienes que tener datos por sitios, ya que puede haber condiciones genéticas o geográficas que alteren los resultados, por grupo de edad, por género... Todo eso hay que analizarlo con intervalos de confianza. Es muy esperanzador. A ningún laboratorio le conviene vender una vacuna que sea mala, sobre todo si tiene otras vacunas. Porque la mala reputación de un fármaco sin controles de seguridad y de eficacia les puede hundir. Pero la forma que tienen de comunicar a través de la prensa, se puede ver que hay un poco de marketing detrás. Que puede ser verdad o incluso mejor. Pero por el momento de dar la información hay una guerra comercial con otras farmacéuticas.

P. Hay ciencia, pero también negocio

R. Pfizer no da puntada sin hilo. Hemos batallado por la vacuna del neumococo en crisis humanitarias y ellos incluso han ofrecido donarnos la vacuna antes de permitir que pudiéramos hacer público el precio o antes de bajarlas de forma pública para países de ingresos medios. Y hasta que no han visto que podía ser perjudicial desde el punto de vista de imagen no se sentaron a negociar.

P. ¿Por qué prefieren regalar vacunas a rebajar el precio?

R. Te regalo un número de vacunas, pero te callas. El precio era secreto. Ellos firman acuerdos de confidencialidad con los países que incluyen esta vacuna en su calendario. Son tres dosis para niños. Si hay un nuevo país que quiere ponerla en su calendario no sabe cuánto cuesta. El precio más bajo es el que le dan a Gavi, tres dólares, y además les financia para que sigan produciendo. Nosotros hemos llegado a pagar 68 euros por dosis en Grecia para vacunar a niños en los campos de refugiados. Y esto es lo que pagan las consejerías en España. Pfizer se plegó cuando Glaxo dijo que iba a ponerla barata para refugiados y desplazados. Pero no nos la vende directamente, nos tiene que certificar la OMS que vamos a usarla por crisis humanitaria. Establecieron un mecanismo de control que no fueran las ONG.

P. ¿Teme que pueda pasar algo parecido con la vacuna para la covid?

R. Todo lo que se sale de Covax, todos los acuerdos nacionales lo que hacen es vaciar el posible stock común. Y lo que nos preocupa es que esta falta de transparencia, una vez pasado el pico agudo en unos países, todo el mundo va a tener que pagar más. Este compromiso rebajar precios lo autolimitan ellos en el tiempo. Y muchas de estas empresas están subvencionadas con fondos públicos.

P. BioNTech, la socia alemana de Pfizer en esta vacuna, recibió fondos alemanes, pero Pfizer no ha aceptado subvenciones.

R. Subvención no, pero recibió 2.000 millones de dólares a cuenta. Todos estos países con preacuerdos les han dado el dinero por adelantado. A riesgo. No lo asume el laboratorio si la vacuna no funciona. La UE tiene un portafolio de cinco vacunas. Pagadas con dinero adelantado o gran parte. Si una de estas no funciona, el laboratorio no pierde nada o muy poco. Pierden los países. Que creo que está bien que asuman el riesgo, porque hace falta una vacuna, pero si asumes el riesgo debería ser compartido, o por lo menos, certificado. Quiero decir: yo te doy 2.000 millones, pero a cambio quiero que me digas cuánto cuesta.

P. ¿Y esto no está sucediendo?

R. No. Los países tienen mucho poder y no siempre lo ejercen, pero creo que es la primera vez que es tan flagrante. Pero si la estamos pagando con los impuestos. ¿No quieren saber los Gobierno cuánto cuesta?

P. Sobre la parte más logística. Usted ha trabajado con la vacuna del ébola, que tiene condiciones similares. ¿Cuáles son los retos con estas temperaturas?

R. El transporte internacional a menos de 70 grados y el almacenaje. La del ébola se descongela y se puede mantener entre dos y ocho grados. Esto hace que sea parecido a otras vacunas. Con sus dificultades en sitios sin electricidad. Lo que sí va a pasar es que la mayor parte de los países no están acostumbrados a almacenes centrales a -70. Unicef se compromete a mover 2.000 millones de dosis en 2021, porque son las que mueve de rutina. Estas las paga Gavi. Ellos pensaban que no iba a hacer falta hacer nada extraordinario si la vacuna estaba entre dos y ocho grados. Pero ya hay cuatro que están a menos temperatura. Y aquí no hay nada preparado.

P. ¿Ve complicado que llegue a países en desarrollo?

R. Los países tienen que estar preparados para recibirlas. Esto incluye la cadena del frío, pero depende de qué frío sea, variará. Y hasta que los países no esté preparados no se les van a mandar vacunas. Y si no pueden pagar por la vacuna tampoco van a poder pagar por la cadena de frío. Va a haber más vacunas y las que tienen menos requerimientos de cadena de frío serán las que primero lleguen a estos países.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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