“En Navarra no hay alarma, pero tenemos puestas todas las alertas”

A Santos Induráin (Uztarroz, 1959) no le ha gustado ver a Navarra entre las comunidades más golpeadas por la pandemia. En esta entrevista telefónica, la consejera navarra de Salud, licenciada en Medicina y Cirugía, afirma que al Gobierno foral no le temblará el pulso si un empeoramiento de la situación le obliga a adoptar medidas más drásticas en esta comunidad.

Pregunta. ¿Cuál es el grado de preocupación del Gobierno de Navarra ante el elevado índice de contagios en esta comunidad autónoma?

Respuesta. Ahora tenemos 21 brotes activos, de los que seis tienen más de 10 casos. No son buenas noticias, porque esto demuestra que el reto contra el coronavirus no está aún superado. Pero lo cierto es que tenemos preparados los planes de contingencia a todos los niveles: en centros de salud, hospitales, urgencias, materiales críticos, realización de test… En Navarra está siendo muy eficaz la labor de los 40 rastreadores, con disposición de aumentar progresivamente esta plantilla en 100 más. Estos profesionales de atención primaria, de servicios de urgencia extrahospitalaria, especialistas en microbiología, están identificando a un gran número de contactos estrechos, lo que nos va a permitir mitigar la expansión del virus.

P. El mayor de esos focos está en Mendillorri, un barrio de Pamplona, con 137 casos. ¿Ha tensionado mucho los servicios sanitarios?

R. El brote se dio en unas fiestas celebradas durante los Sanfermines. Es posible que grupos de jóvenes hayan minusvalorado este virus, pero no se les puede culpabilizar porque, he de decir, que el comportamiento de la juventud en general durante el confinamiento fue ejemplar. Se volcaron en acciones solidarias en el barrio y ahora, de forma mayoritaria, están colaborando en la identificación de sus contactos y cumplen con el aislamiento.

“Es posible que grupos de jóvenes hayan minusvalorado este virus, pero no se les puede culpabilizar”

P. ¿Qué medidas han adoptado para minimizar los efectos de esta escalada de casos?

R. La mascarilla es obligatoria desde el 15 de julio. Dos días después se ordenó el cierre de los locales privados donde se reúnen los jóvenes. Este miércoles se aprobó un decreto por el que se limitan los horarios de los establecimientos de hostelería y ocio nocturno, que deben cerrar antes de las dos de la madrugada. También para el conjunto de Navarra, con la misma finalidad de evitar grandes concentraciones de gente, se ha limitado la actividad de sociedades gastronómicas y peñas y se han prohibido los botellones y similares a partir de esa misma hora. Y los Ayuntamientos están habilitados para imponer mayores restricciones de horarios si se observa un aumento significativo de positivos en sus municipios.

P. ¿Mendillorri ha retrocedido a la fase 2 de la desescalada?

R. No es correcta esa expresión. En Mendillorri hemos aplicado horarios que coinciden con los que se establecían en la fase 2. Yo diría que está en una fase 2 ampliada, porque la movilidad de las personas no está afectada para nada. En este barrio vamos a realizar PCR a unos 2.000 jóvenes de entre 17 y 28 años. El miércoles se apuntaron voluntariamente unos 700.

P. ¿Navarra está en peligro de verse afectada por una transmisión comunitaria?

R. Tenemos algún brote muy complicado pero está en vías de quedar controlado. Estamos muy atentos para que no se produzca una transmisión comunitaria. Todas las decisiones que tomamos están basadas en los principios de gradualidad, proporcionalidad, la consistencia y la coherencia.

P. ¿Se plantean adoptar medidas más drásticas?

R. No, porque no estamos ante un caso de transmisión comunitaria. Pero si se llegara a eso, se aprobarán sin duda. Sabíamos que íbamos a tener brotes y los vamos a seguir teniendo, pero lo importante no es tanto el número de casos como la detección precoz de estos, la identificación rápida de los contactos y el aislamiento eficaz de estas personas. Con este virus hay que estar muy preparado, sin alarmas pero con todas las alertas puestas.

“No estamos ante un caso de transmisión comunitaria”

P. ¿Hubo precipitación para levantar el estado de alarma a nivel nacional?

R. Estamos conviviendo con el virus. Es cierto que la movilidad puede dificultar la lucha contra el virus, pero lo que ya sabemos es que donde más a gusto está para contagiarnos es en espacios cerrados y con poca ventilación, donde no hay distancia interpersonal, cuando no se usa la mascarilla o en los lugares donde el consumo de alcohol hace que estas medidas de prevención se relajen. Es un reto complejo, pero tenemos los profesionales, las herramientas, el conocimiento y la voluntad de superarlo. La sociedad reaccionó con altura durante el confinamiento y ahora también lo va a hacer cumpliendo todas las medidas que se están aprobando.

P. ¿No hubo prisas por pasar a la nueva normalidad?

R. Navarra no tuvo prisa. Fuimos dando los pasos al ritmo adecuado a la situación de cada momento.

P. ¿Cuál es la situación que estos repuntes han generado en el servicio sanitario público? ¿Se van a reforzar zonas covid en los hospitales?

R. Tenemos todo preparado por si la situación empeora. Estamos muy atentos a la evolución porque esta pandemia es muy dinámica. Ahora, en los hospitales hay 20 personas ingresadas por covid y un paciente en UCI. Fuimos una comunidad especialmente castigada, pero nuestro sistema respondió de forma ejemplar y con una potencia que fue destacada por el propio Ministerio de Sanidad.

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