Trump cambia el tono en la gestión del coronavirus: “Las cosas empeorarán antes de mejorar”

Donald Trump suspendió abruptamente en abril las ruedas de prensa sobre el coronavirus después de recibir un alud de críticas por sugerir que tratasen a los pacientes de covid-19 con una inyección de desinfectante. Desde entonces los casos se han disparado hasta rozar los cuatro millones, las muertes superan los 143.000 y la aprobación al manejo del presidente estadounidense ha caído hasta el 38%. En ese sombrío panorama, el republicano ha decidido retomar este martes las ruedas de prensa, pero sin la compañía de su equipo de expertos de salud. Ha defendido la efectividad de usar mascarilla en público y les ha implorado a los jóvenes que eviten las aglomeraciones y los bares. “Probablemente, lamentablemente, las cosas empeorarán antes de mejorar”, ha advertido, alejándose de la retórica optimista con que se suele referir al control de la pandemia.

Ya había algunas señales del cambio de estrategia del presidente. Hace dos semanas, apareció por primera vez en un acto público usando una mascarilla; el lunes, subió a Twitter una imagen de él con el cubrebocas defendiendo que usarla era un acto “patriótico”. La noche anterior, circuló un vídeo donde se lo veía interactuar con gente en su hotel de Washington con el rostro descubierto. “Os guste o no, [las mascarillas] tienen un impacto. Tienen un efecto y necesitamos hacer todo lo posible [para usarlas]”, ha afirmado el mandatario este martes. También ha recomendado a los estadounidenses respetar la distancia social. El mensaje, reiterado hasta la saciedad por los científicos y los líderes de otros países, no había sido entregado de manera rotunda por Trump en los más de cuatro meses que han pasado desde la primera muerte por coronavirus en EE UU.

Los demócratas han criticado el regreso del presidente a las ruedas de prensa, acusándolo de ser un “irresponsable” en sus declaraciones. Otros críticos veían la jugada como una posibilidad de convertir el espacio en un pequeño mitin de campaña electoral con miras a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Pero no fue el caso en esta primera retoma de contacto.

Poco antes de la rueda de prensa, Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del país, dijo a la cadena CNN que no había sido invitado, como era costumbre en los primeros meses de la pandemia. En una entrevista a la cadena Fox, el mandatario republicano calificó al director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de “un poco alarmista”. “La gente tiene su opinión sobre mi reacción a las cosas”, ha sostenido esta tarde Fauci. “Me considero más realista que alarmista”, ha agregado. Entre las críticas que ha recibido Trump durante el manejo de esta crisis está la desconexión entre los mensajes que promueve su equipo de científicos y lo que él dice.

Trump ha vuelto a afirmar que Estados Unidos tiene una tasa de mortalidad más baja que “casi cualquier otro lugar del mundo”. Pero no es así. El país se ubica en el décimo puesto en el listado de los 20 más afectados por el coronavirus, y cuenta con la tercera tasa más alta de muertes por cada 100.000 personas, según la Universidad Johns Hopkins. En cuanto a los contagios, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicó un estudio -el mayor hasta la fecha- en el que revelaba que la cantidad de personas infectadas en distintas zonas del país ha sido de dos a 13 veces mayor que las tasas reportadas.

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