Ciudad de México anuncia la reapertura de restaurantes, centros comerciales y hoteles

Ciudad de México ha abierto nuevas válvulas de escape al confinamiento. El Gobierno de Claudia Sheinbaum ha relajado este viernes algunas restricciones a las actividades no esenciales, al pasar de rojo a naranja, en el sistema de semáforos de la llamada “nueva normalidad”. El trabajo del hogar, el comercio al menudeo y las actividades deportivas individuales podrán retomarse a partir del próximo lunes. Hoteles y restaurantes podrán recibir clientes a partir del miércoles, aunque solo al 30% de capacidad, con un margen que se extiende hasta el 40% para los restaurantes. Las tiendas departamentales y los centros comerciales abrirán sus puertas a partir del 6 de julio con la misma restricción del 30% de capacidad.

“La pandemia sigue, hemos hecho un esfuerzo muy importante para evitar que sigan los contagios”, ha dicho Sheinbaum en rueda de prensa. La mandataria ha enfatizado que las medidas serán paulatinas y ha explicado que la decisión se tomó por una tendencia a la baja en la ocupación hospitalaria y de los contagiados asistidos por ventilación mecánica en las últimas tres semanas. Hay 3.908 personas hospitalizadas en la capital, hasta el último corte del 25 de junio, en comparación con las 4.753 personas ingresadas que se registraron el pasado 22 de mayo, el pico máximo de hospitalizaciones.

“Se trata de una caída constante, día con día. Ya podemos decir que son buenas noticias, una tendencia marcada que nos da gusto”, afirmaba esta semana Eduardo Clark, director general de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública. A partir del martes se pondrá en marcha un plan especial para el centro histórico, en el que varias calles se volverán peatonales para evitar aglomeraciones. Otras actividades que se retomarán serán los mercados sobrerruedas (o tianguis, como se les conoce en la capital) el 2 de julio, así como las estéticas, salones de belleza y peluquerías, que lo harán un día después. Desde mediados de junio se habían retomado actividades industriales y se habían abierto estaciones del transporte público cerradas durante la cuarentena. Las nuevas actividades del semáforo naranja estaban previstas para abrirse esta semana, pero se pospusieron al no lograr disminuir lo suficiente el número de casos en la capital.

Todos los giros comerciales incluidos en la desescalada de la capital, la zona más afectada por la covid-19 en el país, deberán apegarse a medidas de seguridad sanitaria como uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos, filtros para la detección de síntomas, mantener una distancia de 1,5 metros con otras personas e instalar dispensadores de gel. También deberán tener ventilación natural y darse de alta en el portal oficial del Gobierno local. Si las empresas tienen más de 30 empleados, deberán aplicar pruebas semanales a por lo menos el 5% de sus trabajadores. También habrá un horario acotado de las once de la mañana a las cinco de la tarde en el comercio al menudeo, los centros comerciales y los centros deportivos, aunque los restaurantes podrán abrir hasta las diez de la noche. Los restaurantes no podrán poner música, debido a que con el ruido la gente habla más fuerte y la posibilidad de contagio aumenta a través de la saliva.

Las autoridades sanitarias federales han detallado que el sistema de semáforos para reanudar actividades se basa en un indicador que pondera: la ocupación hospitalaria (un 50% de peso), la tendencia de hospitalizaciones (un 20%), la detección de casos recientes (un 20%) y el porcentaje de casos positivos entre el número de pruebas (un 10%). Cada rubro tiene una escala en colores, de peor a mejor: rojo, naranja, amarillo y verde. Antes del 11 de junio, el principal criterio era el número de casos, lo que pintó a todo el país en rojo. Las dudas de algunos gobernadores sobre el semáforo han llevado a las autoridades sanitarias a explicar los nuevos criterios que utilizan. Algunos ajustes, y datos que no habían sido considerados, han hecho que esta semana 18 Estados pasaran a naranja y 14 Estados se quedaran en rojo, han dicho en rueda de prensa. Ahora, Ciudad de México aparece como el único Estado con color verde en hospitalizaciones y número de casos, lo que le permitió transitar a color naranja en su promedio total.

Desde la primera quincena de junio, la capital anunció un viraje en la estrategia contra el coronavirus, en la que se planteó como objetivo aplicar hasta 100.000 pruebas al mes y rastrear los contactos de las personas contagiadas, lo que no sabía hecho en más de tres meses de pandemia en el país. El temor, compartido con otras partes del mundo que han experimentado con la reanudación de actividades, es que exista rebrotes. A casi un mes de concluir la llamada Jornada Nacional de Sana Distancia, el número de contagios se ha duplicado en varios Estados, se han registrado nuevos picos de casos y el país ha superado el umbral de los 200.000 contagios y las 25.000 defunciones, en un punto en que la tensión entre la crisis sanitaria, la económica y el hastío ha llevado a las autoridades a encontrar fórmulas para el desconfinamiento.

Los cines, teatros, museos, conciertos y encuentros religiosos siguen clausurados, así como bares, gimnasios y escuelas, entre otros. La estrategia del Gobierno de Sheinbaum es analizar cada semana la reapertura del resto de actividades en función del avance del virus. Los negocios que no cumplan con estas disposiciones recibirán una advertencia, luego una sanción económica y podrán enfrentar la clausura de los establecimientos ante faltas reiteradas. La capital mexicana supera los 45.000 contagios y acumula 6.116 muertes por coronavirus, según los últimos datos oficiales disponibles.

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