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El sospechoso de asesinar a Madeleine McCann: un “psicópata” alemán que pasaba temporadas en el Algarve

Abusos sexuales, robos y tráfico de pornografía infantil y drogas han sido una constante en la biografía de Christian B.

Ana Carbajosa
Caso Madeleine
La furgoneta utilizada por el sospechoso de asesinar a la niña Madeleine McCann en 2007.REUTERS

El cerco se estrecha en torno a Christian B. Los indicios que conducen hasta el principal sospechoso de la muerte de Madeleine McCann se acumulan. Alemán, de 43 años y con un largo historial criminal, que incluye agresiones sexuales y pederastia, Christian B. es en estos momentos el principal sospechoso de la desaparición hace 13 años de la pequeña Maddie, cuya búsqueda conmovió al mundo entero y hasta el jueves parecía haber terminado en un callejón sin salida.

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La Fiscalía de Braunschweig, cerca de Hanover, la competente en este caso, por ser el último domicilio del sospechoso, trabaja bajo la asunción de que la pequeña británica está muerta e investiga a Christian B. como sospechoso de asesinato. En los documentos policiales queda claro que sobran indicios. Lo que los investigadores necesitan ahora son pruebas. Faltan testigos y encontrar el cadáver. Por eso, el jueves ofrecieron una recompensa a posibles testigos que aporten cualquier información que ayude a atar los cabos sueltos en uno de los crímenes más mediáticos de los últimos tiempos.

Christian B. está en prisión en Kiel, al norte de Alemania. Es rubio y tiene los ojos claros. Mide 1,82 metros, es delgado, tiene marcas de nacimiento en el cuerpo y se muerde las uñas. Habla alemán y portugués. El perfil de los investigadores citado por Der Spiegel le describe como un psicópata carismático y un narcisista manipulador. Entre 1995 y 2007, el año en que desapareció Madeleine McCann mientras sus padres cenaban fuera, el sospechoso vivió temporadas en El Algarve. El rastreo del teléfono móvil portugués del sospechoso indica que estuvo en la zona el día del crimen.

Su pasado criminal es muy dilatado. En 1994 fue condenado por primera vez por abusar de un menor y otra vez en 2016, según Der Spiegel. Tras la primera condena a dos años de cárcel, Christian B. huyó con su novia al Algarve, de donde fue extraditado. El contenido de documentos de la investigación publicados por el semanario alemán indica que el sospechoso llegó incluso a enviar mensajes a un conocido en un chat en 2013 aludiendo a la posibilidad de abusar de un menor. Christian B. dijo que quería “atrapar algo pequeño y utilizarlo durante días”. Cuando su amigo le dijo que podía ser peligroso, el acusado le contestó haciendo alarde de supuesta experiencia: “Bueno, las pruebas se destruyen después”.

El primer fiscal de distrito de Braunschweig (Alemania), Hans Christian Wolters, este jueves en rueda de prensa. En vídeo, el fiscal explica las características del sospechoso de asesinar a Madeleine McCann. Vídeo: GTRES | EFE

Iba y venía de Portugal a Alemania, donde también dio muchos tumbos. En Ausburgo, Dresde y también en Braunschweig. En Alemania regentó un quiosco, trabajó en un taller de coches y recibió ayuda social. En Portugal, desempeñó empleos temporales varios, incluido el de camarero. Durante ese tiempo, según los investigadores también cometió robos en hoteles y apartamentos de vacaciones y traficó con drogas.

Ahora cumple condena por un caso de estupefacientes, pero tiene pendiente el cumplimiento de una pena de siete años, sentenciada a finales del año pasado y todavía en proceso de apelación, por la violación a una estadounidense de 72 años. Fue en 2005, también en Portugal y dos años antes de la desaparición de la menor británica. Dos delincuentes que entraron a robar a su casa encontraron una grabación de la violación y le delataron, según publica la prensa local. El ADN de un pelo encontrado en la cama de la víctima coincide con el del sospechoso.

Un hombre que vivía en Braunschweig, donde el sospechoso regentaba un quiosco, le recuerda como una persona agresiva que pegaba a las mujeres, según el testimonio que publica el sensacionalista Bild. Este medio alemán asegura que la carrera criminal del sospechoso arrancó ya en 1992. Desde entonces, los abusos sexuales, el tráfico de pornografía infantil y drogas y los robos han sido una constante en su biografía.

Un caso similar

Además, la fiscalía de Stendal, al norte del país, estudia ahora posibles conexiones con otra desaparición de una menor llamada Inga hace cinco años, según publica el Volksstimme de Sajonia-Anhalt. En 2016, los investigadores encontraron un pen drive con pornografía infantil en una finca abandonada del sospechoso, que entonces vivía a unos 90 kilómetros de donde Inga desapareció en un bosque. Encontraron también ropa infantil en una caravana propiedad del sospechoso. La familia de la menor ha pedido que se reabra un caso que presenta escalofriantes similitudes con el de McCann.

Alexander Bischof, un antiguo compañero de piso del sospechoso relató a Bild que ya en 2018, la policía criminal registró su apartamento en Ausburgo. Asegura que desconocía sus crímenes y que solo le había dicho que había robado diésel en Portugal. En el ordenador de Bischof, los investigadores han encontrado la foto del Jaguar de matrícula alemana que el sospechoso modificó el día de la desaparición de Madeleine McCann y la han hecho pública. Ahora necesitan saber dónde estuvo el sospechoso entre la noche del crimen y quién es el desconocido, cuyo número - 351 916 510 683- Christian B. marcó en su teléfono aquel día.

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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