El Gobierno de Ortega admite por primera vez un aumento de contagios de covid-19 en Nicaragua
Las autoridades sanitarias afirman que los casos pasaron de 25 a 254 en una semana, pero expertos desconfían de las estadísticas oficiales, mientras médicos denuncian el desborde de hospitales
Tras tres meses de negacionismo y falta de medidas adecuadas de prevención, la epidemia del nuevo coronavirus ha hecho que el Gobierno de Daniel Ortega reconozca el golpe de la pandemia en Nicaragua: el Ministerio de Salud (Minsa) informó este martes de un aumento exponencial de contagios en este país centroamericano. En tan solo una semana, los casos positivos pasaron de 25 a 254 “confirmados o probables”. El anuncio fue dado en medio del “ascenso rápido de la curva” de la covid-19 denunciado por epidemiólogos independientes y la saturación de hospitales públicos y privados con cuadros respiratorios graves.
“En la presente semana hubo nueve fallecidos atribuibles a covid-19”, informó la doctora Martha Reyes, recién nombrada ministra de Salud. El Ejecutivo sandinista ha sido criticado por minimizar la pandemia y por no adoptar medidas de prevención recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En cambio, promovió eventos y aglomeraciones públicas, ordenó al personal sanitario no usar indumentaria de protección al inicio del brote y no ha realizado un muestreo masivo que permita saber con exactitud la dimensión de la covid-19.
Sin embargo, los principales hospitales públicos y privados de Nicaragua destinados para atender la pandemia están al borde de su capacidad con pacientes con cuadros clínicos y radiológicos similares a los de la covid-19. El personal sanitario ha denunciado que trabajan al límite ante el ingreso acelerado de pacientes. Este lunes, fuentes del Hospital Alemán Nicaragüense —el epicentro de la enfermedad en Managua— filtraron una serie de fotografías que muestran la morgue del centro con cadáveres y camillas ubicadas en los pasillos por falta de espacio.
“Es un aumento exponencial del 140% diario. Es una progresión rápida que puede duplicarse en dependencia de las medidas de contención que tomen”, explicó el médico Carlos Quant, uno de los principales infectólogos de Nicaragua. “En otros países la curva se duplica cada tres o cuatro días, pero aquí es un incremento cada 24 horas, si nos atenemos a lo que dice el Minsa, porque la información es confusa”, agrega el especialista.
“Cifras no reflejan realidad”
El doctor Quant duda que la admisión del aumento de casos por parte del Gobierno de Ortega “refleje la realidad del país”. Quant lo dice porque él atiende en dos hospitales que están al tope de su capacidad por pacientes respiratorios.
“En Managua, en los [hospitales] privados Vivian Pellas y Bautista, las salas destinadas para la covid-19 no dan abasto. Mientras que los hospitales [públicos] Alemán y Manolo Morales están saturados. No admiten más pacientes porque no hay camas. Los únicos espacios libres que hay en esos dos hospitales son los que dejan las 10 personas que, en promedio, mueren a diario”, aseguró Quant.
Respecto a la cantidad de muertos a causa de la epidemia, la ministra Reyes admitió solo 17 decesos, de los cuales 9 ocurrieron en la última semana. Sin embargo, decenas de familiares han denunciado en medios de comunicación y redes sociales que el Gobierno “disfraza” las defunciones con otras enfermedades como neumonías “atípicas o graves”, diabetes, infartos, entre otras causas. Lo que más sospechas genera entre los familiares es que las autoridades sanitarias ordenan enterrar a los fallecidos de manera exprés y en solitario, tal como establece el protocolo funerario de la covid-19 escrito por el Minsa. Por lo general, los sepelios ocurren en altas horas de la noche o de madrugada.
La ministra Reyes admitió indirectamente las muertes asociadas a los “entierros exprés” —como lo han bautizado los familiares de los fallecidos—, pero no los agregó a la estadística oficial de mortalidad por coronavirus. “En la presente semana hubo nueve fallecidos atribuibles a covid-19 y se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento, debido a tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas”, dijo Reyes.
El doctor Quant dijo que él no puede poner en una “acta de defunción covid-19” porque no hubo prueba para detectar el virus, ya que el Minsa las centraliza y decide de manera hermética a qué pacientes realizarlas. “Se sabe que la covid-19 genera trombos, infartos al miocardio, sepsis, entre otros descontroles metabólicos. El Minsa establece las muertes por otras patologías, pero al final son personas con el cuadro clínico y radiológico de covid-19”, criticó Quant.
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