El Gobierno de Ortega invoca al “amor” y moviliza a sus simpatizantes ante la pandemia
La Administración de Daniel Ortega se niega a declarar la cuarentena a pesar de la veloz propagación por Centroamérica
El Gobierno de Nicaragua hará frente a la pandemia del coronavirus con “amor” y “marchando”. Esa ha sido la reacción más significativa hasta ahora del régimen del presidente Daniel Ortega ante la epidemia. La vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, convocó a sus simpatizantes a una jornada nacional de movilización este sábado, bautizada por ella misma como Amor en tiempos del covid-19. La gigantesca marcha ocurrida en Managua contradice todas las indicaciones para frenar el virus que se expande por Centroamérica.
Mientras otros países declaran cuarentenas y aíslan a sus ciudadanos, el régimen de Ortega y Murillo ordenó la aglomeración de miles de simpatizantes y empleados públicos, quienes fueron obligados a marchar. Era una marejada de personas uniformadas de rojo y negro, los colores sandinistas, que iban apretujadas sobre la Avenida Bolívar, una de las más anchas del país. La marcha se extendió con ausencias notables: Murillo, quien el viernes había pedido “calma” a los nicaraguenses y la de Ortega, quien participó en una conferencia virtual con sus homólogos centroamericanos para contener la propagación de la epidemia.
Murillo había llamado a marchar este viernes. “Vamos a caminar con la fuerza de la fe y la esperanza en todo el país, en oración permanente y solidaridad con todos los pueblos, familias y hermanos en el mundo afectados por el coronavirus”, declaró la también primera dama.
En Nicaragua todavía no se registran contagios de Covid-19. El gobierno sandinista “no ha declarado, ni declarará” cuarentena porque, según las autoridades, “gracias a Dios no se ha registrado ningún caso”. El coronavirus arribó a Centroamérica el seis de marzo, cuando Costa Rica declaró el primer contagio. Desde entonces, Panamá, Honduras y Guatemala también han reportado casos positivos. Hasta ahora se contabilizan 53 personas afectadas en el istmo. El Gobierno de Nayib Bukele en El Salvador declaró cuarentena.
El llamado a marchar de Murillo alarmó a epidemiólogos y expertos en salud pública en Nicaragua. Es un riesgo innecesario, coincidieron. Además, criticaron con vehemencia el hecho de que entre la multitud hubo trabajadores del sector salud. “Es una irreponsabilidad llamar a marchar. Es importante no asistir a grandes reuniones donde la transmisión puede ser más activa. El principal temor es que, aunque esta enfermedad tiene una alta transmisibilidad y baja mortalidad, su gran capacidad de contagio supere la capacidad instalada de las unidades de salud”, dijo el epidemiólgo Milton Valdez, quien en los años ochenta fue viceministro de salud.
Las advertencias no amedrentaron a los simpatizantes sandinistas, quienes en la Avenida Bolivar montaron un enorme fiesta. Portaban pancartas que proclamaban “victoria sobre el coranavirus” y coreaban vivas al presidente Ortega y Murillo. En los parlantes se decía que el Gobierno cuenta con 19 hospitales para enfrentar posibles contagios.
“La propaganda dice 19 hospitales, pero no te dicen cuántos respiradores tienen”, cuestionó la exministra de salud Dora María Téllez. Los respiradores son claves para atender a los pacientes más graves. “Hablamos de respiradores y ese es un problema gravísimo. No hay respiradores disponibles, por eso hay que actuar con la cuarentena de manera drástica. Lo otro que no ha respondido el régimen es cuánto reactivo tienen, cuántas pruebas han realizado”.
Proyectan miles de contagios
El Gobierno ha manejado con secreto todo lo relacionado con la pandemia. Esta semana se filtró un documento del Ministerio de Salud (Minsa), en el que los expertos advierten que en seis meses podrían registrarse 32.500 infectados y 813 fallecidos en Nicaragua.
“Esas son las cosas contradictorias e inexplicables, porque tienen una buena capacidad técnica en la elaboración del documento, pero una actitud irresponsable de convocar a la gente para que se incremente el riesgo”, ha dicho el doctor Valdez, quien ha sido consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y encargado durante siete años del control epidemiológico en la África Subsahariana. “Es altamente probable que el virus ya esté en Nicaragua. No sé qué barrera puede impedir que el virus no esté en el país, si ya está circulando en Centroamérica”.
El Minsa prevé que de los más de los más de 30.000 contagios el 75% podrían ser leves o moderados y solo 25% graves. “Si se toma de referencia la letalidad de 2.5% de fallecidos frente a los afectados podríamos tener 813 fallecidos. Los fallecidos son el 80% de los pacientes que requieren Unidad de Cuidados intensivos, por lo que se calcula que 1.016 ingresarán a UCI”, alerta el protocolo.
Fuentes hospitalarias han comentado que han tenido varios casos sospechosos. La Administración pública no ha suspendido ninguna actividad. Instituciones privadas, como la Universidad Centroamericana (UCA), han iniciado la prevención, suspendiendo las clases presenciales del 16 al 21 de marzo. Los supermercados restringieron las ventas de productos de limpieza para evitar acaparamiento y en las farmacias las mascarillas están agotadas.
“Este un gobierno que se ha desconectado de la sociedad en materia de enfrentamiento de esta pandemia. Las pandemias se enfrentan con la gente”, dijo la exministra de Salud. “Las medidas efectivas en otros países tienen que ver con el hecho de que prontamente se aplicaron cuarentenas sociales muy severas. Cuando aplicas cuarentena con casos confirmados, quiere decir que ya tenés 30 en la calle contagiando a más personas”, agregó Téllez.
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