“No he visto una respuesta tan solidaria como la española en ninguna parte”

Casi un millón de personas han recurrido a la Cruz Roja Española desde que se decretó el estado de alarma. Cuidadoras de ancianos con la moral por los suelos, familias en la calle por no poder pagar el alquiler, ancianos imposibilitados de llegar a la farmacia para comprar su medicación, personas sin comida que llevarse a la boca. Son ciudadanos que han acudido por primera vez a la organización o que han necesitado una ayuda distinta a la que ya recibían debido a la emergencia social y sanitaria. “No hay precedentes en nuestra historia. Esta pandemia nos afecta desde el punto de vista sanitario, social y económico y jamás habíamos hecho una movilización de recursos como esta”, asegura Javier Senent, presidente de la organización, que conmemoró este viernes sus 155 años.

Senent, que entró como voluntario en la Cruz Roja hace cinco décadas, destaca el volumen inédito de peticiones de ayuda, pero se muestra más impactado ante la respuesta solidaria de la sociedad. Nunca se había visto nada igual.

El tenista Rafael Nadal y el jugador de la NBA Pau Gasol fueron los primeros rostros conocidos en apadrinar una campaña que pretendía recaudar 11 millones de euros y cualquier previsión se quedó corta. “La respuesta de la sociedad ha sido impresionante”, celebra Senent. La organización ha recibido 12,5 millones de euros de particulares, tres millones más en subvenciones públicas y 13 millones comprometidos por empresas. Casi el triple de lo planteado en menos de dos meses.

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La situación desesperada de los más vulnerables de esta crisis ha movilizado también a miles de ciudadanos. En estos dos meses, más de 20.000 personas se han inscrito para ayudar de forma desinteresada. Casi 16.000 ya se han puesto a trabajar junto a los 200.000 voluntarios con los que ya contaba la organización. “Hay que destacar esta respuesta y lo digo conociendo otras sociedades de países muy punteros, de británicos, suecos, franceses o noruegos. Esta respuesta de la sociedad española no la he visto en ninguna parte”, señala el presidente.

Entre los miles de nuevos voluntarios está la estudiante María Blanco, de 25 años, que empaqueta y reparte alimentos en Salamanca. “Estaba inmersa en el bullicio del día a día, pero me di cuenta de que este era el momento para echar una mano y de lo importante que es que la gente que está sufriendo porque no tiene qué comer vea la sonrisa de alguien al abrir la puerta de su casa”, cuenta. “No sé si realmente los españoles reconocemos que somos un país solidario, que somos un país con recursos y que cuando nos ponemos juntos a hacer algo lo conseguimos”, apostilla Senent.

Los últimos 50 días han arrojado una estadística de la precariedad en España. En circunstancias normales, Cruz Roja entrega unos 64.000 packs de productos básicos al mes, pero los números se han disparado y desde que se decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo ya se han realizado 233.644 entregas. El repunte en la demanda de alimentos un mes después de decretarse el estado de alarma ha mostrado a la organización que el colchón con el que contaban las familias era menor que el que tenían cuando enfrentaron la crisis económica de 2008.

La atención y asistencia sanitaria, dada la emergencia del sistema de salud, ha concentrado buena parte de las solicitudes durante las últimas semanas, pero ha sido también relevante cómo se ha multiplicado la actividad de la organización con colectivos en riesgo de exclusión. Durante el mes de abril se ha prestado alguna ayuda a 481.235 personas, entre las que se incluyen dependientes o con discapacidad, inmigrantes o mujeres vulnerables. Esto es más del doble de las que se atienden en una situación normal: en abril de 2019 esas ayudas llegaron a 181.128 personas.

Ayuda a los más mayores

Los números que maneja la organización revelan, por ejemplo, que el 9% de la población de La Rioja ha acudido a la Cruz Roja, sobre todo para la entrega de bienes de primera necesidad. Por otro lado, Cataluña y Andalucía concentran el mayor número de personas atendidas en toda España. Entre quienes piden ayuda, un 75% es español y, sobre todo, los más mayores. Los beneficiarios de 81 a 90 años acaparan casi el 20% de las actuaciones de estas últimas semanas.

El desafío, sin embargo, advierte el responsable de la Cruz Roja, será después y la organización ya se prepara para una etapa de dificultades como nunca antes. “Por experiencia sabemos que va a ser muy duro. Esta pandemia abre la puerta a una nueva crisis social y económica, pero también laboral y psicológica. No tenemos precedentes de esto, ni siquiera en 2008. Entonces actuamos sobre una población concreta ante el empobrecimiento de las familias, pero ahora la necesidad afecta a toda la sociedad en general”, explica. “Soy optimista y creo que esta crisis nos va a reforzar como sociedad, aunque volver a la normalidad que conocemos va a ser complicado”.

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