La expansión del coronavirus por California obliga a aplazar los festivales de Coachella y Stagecoach
Las dos grandes citas musicales de primavera se celebrarán en octubre
Después de dos días de rumores el festival de Coachella, la gran cita musical del sur de California en primavera, confirmó este martes por la tarde que suspende la cita de este año hasta octubre por temor a la expansión del coronavirus. El anuncio llega dos días después de que el condado de Riverside, donde se celebra el festival, confirmara el primer caso de contagio local del virus y declarara el estado de emergencia. Coachella es uno de los festivales de música más conocidos del mundo, se celebra dos fines de semana consecutivos y atrae alrededor de 250.000 personas en cada uno.
La suspensión de Coachella es la primera gran medida de este tipo en un estado donde poco a poco se está extendiendo el virus de Wuhan y donde ya se han confirmado dos muertes. La empresa Goldenvoice, promotora de Coachella, anunció también la suspensión de Stagecoach, el festival de música country que se celebra en el mismo recinto de Indio, en el desierto de California. La organización BNP Paribas anunció el domingo la suspensión del torneo de tenis de Indian Wells, que se juega en un recinto cercano. La banda Pearl Jam anunció la cancelación de su tour por Estados Unidos.
El festival de Coachella se celebrará presumiblemente los fines de semana del 9 y el 16 de octubre. Las nuevas fechas para Stagecoach son del 23 al 25 de octubre. Todas las entradas ya compradas son válidas. Los organizadores esperan mantener el mismo cartel, que tenía este año como artistas principales a Rage Against the Machine, Travis Scott y Frank Ocean.
Estas cancelaciones son el último golpe a la industria de la música en las semanas en que los casos de coronavirus en Estados Unidos se acercan ya al millar. La semana pasada fue cancelado el festival SXSW (South By Southwest) por primera vez en 34 años. El festival de música y cine se celebra en Austin y la cancelación supone unas pérdidas de unos 350 millones de dólares para la capital de Texas.
Las autoridades de California están actuando desde la premisa de que lo peor está por llegar. El condado de Santa Clara (Silicon Valley) ha prohibido las concentraciones de más de 1.000 personas. Los equipos locales de fútbol y hockey se preparan para jugar en estadios vacíos. El gobernador ha ordenado que todas las pruebas diagnósticas del virus sean gratuitas y ha tomado medidas contra el aumento de precios en productos sanitarios.
En Oakland, el lunes comenzó el desembarco de los 2.500 pasajeros y 1.000 tripulantes del crucero Grand Princess, donde se registraron 21 casos de contagio de coronavirus. Todas las personas a bordo del crucero, que venía de un viaje a Hawái, serán sometidas a cuarentena en California o en sus lugares de origen. En el barco viajaban pasajeros de 54 países.
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