Investigado un profesor que incitaba a sus alumnos a consumir drogas a través de un chat

El profesor llegó como sustituto al centro y creó un grupo de WhatsApp entre sus alumnos de 15 y 16 años. Según la Guardia Civil, aquello era como una extensión del aula, en la que daba rienda suelta a lecciones alejadas del temario: el consumo de alcohol y drogas, además de conversaciones que los agentes definen como "de índole sexual". Antes de recalar en el instituto en el que fue denunciado, en la comarca de A Costa da Morte (A Coruña), había peregrinado ya por otros centros de Galicia supliendo a otros docentes. En su didáctico chat colgó vídeos donde aparecían supuestos exalumnos suyos consumiendo sustancias estupefacientes, y según los testimonios recabados por los investigadores de la Guardia Civil de Vimianzo, el profesor llegó a ofrecerse a los chicos para conseguirles bebidas y marihuana, como según él hacía ya con pupilos de otras zonas.

Una portavoz oficial de la Guardia Civil explica que el hombre no ha sido detenido ni ha declarado todavía porque "cada vez que se contactaba con él alegaba baja médica". La declaración tendrá lugar, directamente, "en el juzgado" ahora que el instituto armado ha presentado la denuncia por presuntos delitos contra la salud pública y falsedad documental. El puesto de Vimianzo empezó a tirar de este hilo en marzo, cuando desde uno de los centros educativos de la comarca (que los agentes no precisan para proteger la identidad de los menores) avisaron de "quejas" por la "mala praxis de un profesor". Según denunciaba el instituto, el contenido del grupo de WhatsApp "constaba de imágenes y conversaciones en las que se hacía referencia y apología al consumo de sustancias estupefacientes, así como conversaciones de índole sexual".

Cuando la Guardia Civil accedió a estas conversaciones entre el profesor y los estudiantes comprobó que había "material audiovisual compartido" y que "en algunos de los vídeos el docente mostraba supuestos alumnos de otros centros en los que había ejercido, fumando sustancias psicotrópicas en su vivienda".

"Este comportamiento no solo se producía vía redes sociales", aseguran los investigadores. Después de recabar los testimonios de los adolescentes, los agentes constataron que el profesor "durante las horas lectivas, establecía conversaciones de índole sexual con los menores" y "llegaba a exponer la posibilidad de conseguirles bebidas alcohólicas y marihuana", algo que, según declararon los chicos, aseguraba "hacer con sus anteriores alumnos".

Detrás de este último rastro, la Guardia Civil pidió la colaboración de la Consellería de Educación de la Xunta de Galicia para acceder a los diferentes centros educativos en los que había ejercido el investigado. Los colegios estaban repartidos por las cuatro provincias gallegas, siempre con estancias cortas "por diferentes bajas laborales", pero en un centro de la provincia de Lugo los alumnos habían contado a los profesores hechos semejantes a los investigados en A Costa da Morte. Al igual que ocurrió en esta última ocasión, según los agentes "cuando la dirección del centro abría una investigación, el docente se ausentaba alegando diferentes bajas médicas".

Entonces fue cuando se empezaron a investigar estas bajas laborales, que han dado lugar a la segunda imputación, por un delito de falsedad documental. La Guardia Civil contactó con los distintos hospitales desde los que supuestamente se habían emitido los certificados, incluido alguno de Asturias, y "se llegó a comprobar la falsedad de algunos" de ellos. Los investigadores recuerdan que el Código Penal "califica como delito el promover, favorecer o facilitar el consumo ilegal de drogas tóxicas considerando agravante que estos hechos sean realizados por un docente o educador en el ejercicio de su profesión". Las pesquisas siguen abiertas, porque los agentes creen que puede haber "más menores de edad afectados".