Jonas, el niño que huyó del crimen de su padre, sigue en Tenerife una semana después

Rodeado por un grupo de psicólogos infantiles y en un lugar cuya localización se ha guardado en el más estricto secreto, Jonas, el niño de siete años que logró huir de la cueva en Tenerife donde su padre asesinó a su madre y a su hermano el pasado martes, ha declarado ante la juez instructora del Juzgado número 1 de Arona. Lo ha hecho a través de las preguntas que transmitía por escrito la magistrada a los psicólogos. Entre juegos, el pequeño ha ratificado lo que relató el pasado martes 23 de abril, cuando una vecina lo encontró vagando lleno de tierra y en estado de shock por los montes de Ifonche, en Adeje, al sur de Tenerife.

Según fuentes cercanas a la investigación, Jonas explicó que su padre, Thomas Handrick, los había llevado a él, a su madre, Silvia Handrick, y a su hermano Jakob de excursión en coche a una zona montañosa en el municipio de Adeje y que, con la excusa de darles unos regalos de Pascua, les ordenó entrar en una cueva. Allí comenzó la pesadilla para Jonas, que vio como su padre comenzó a golpear a su madre y a su hermano. El pequeño, junto a su hermano Jakob, tiró piedras a su padre para intentar defender a su madre mientras este la agredía, después salió corriendo y tras caminar más de cuatro kilómetros, asustado y desesperado, encontró a Annelies B., una vecina holandesa, que le habló en alemán y le auxilió.

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Tras la declaración de Jonas y casi una semana después de la tragedia, aún se desconoce la fecha de su regreso a Alemania para reunirse con su familia. Según fuentes del consulado alemán y del Cabildo de Tenerife, que mantiene la tutela del menor, en Sajonia lo esperan sus abuelos maternos y una tía, que se han personado como acusación particular contra el presunto doble homicidia. Aunque en un principio se esperaba que la familia de Jonas volara hasta Tenerife para hacerse cargo de él, la avanzada edad de los abuelos y el estado de ansiedad en el que se encuentra la tía hicieron imposible el viaje. Por el momento, y por deseo expreso de la familia, el menor será acompañado por un sacerdote católico de la nutrida comunidad alemana residente en Tenerife.

Handrick, que se ha negado a declarar y aún no ha preguntado por Jonas, está desde el pasado viernes en la cárcel Tenerife II, al norte de la isla después de que la juez ordenara su ingreso en prisión provisional y sin fianza, imputado por dos delitos de asesinato u homicidio —algo que todavía no se ha concretado—, y uno de tentativa en el caso de Jonas. La Fiscalía quiere pedir para él prisión permanente revisable.