Retenida en Nueva York la española encarcelada ocho años por sacar a su hija de Estados Unidos

María José Carrascosa ha sido retenida en el aeropuerto JFK de Nueva York al intentar entrar en Estados Unidos. La abogada valenciana está a la espera de que Inmigración tome una decisión sobre ella, según ha señalado a Antena 3. Si le permiten el acceso o es deportada a Londres, de donde procedía. Carrascosa estuvo presa ocho años en Nueva Jersey tras celebrarse un juicio que la condenó a 14 años por desacato y secuestro. La valenciana sacó de EE UU a su hija y se la llevó a España sin el permiso del padre, Peter Innes, que la denunció.

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José Carrascosa, padre de la abogada, ha manifestado en la mañana de este miércoles que desconocía que su hija hubiera viajado a EE UU y que tuviera la intención de entrar en el país, en declaraciones realizadas a la radio autonómica valenciana À Punt. Carrascosa vive y trabaja en Londres, en compañía de su hija, que estudió en Oxford, según ha explicado el abuelo. Salió en libertad condicional en 2015.

El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación espera que la situación de la española María José Carrascosa, retenida a su llegada al aeropuerto JFK de Nueva York, se resuelva en las próximas horas, han informado fuentes de la Oficina de Información Diplomática (OID). Las fuentes han precisado que el cónsul general de España en Nueva York, Rafael Conde, ha prestado asistencia consular a la abogada valenciana. Así, ahora el Consulado español está a la espera de que las autoridades de Estados Unidos resuelvan su situación.

María José Carrascosa protagonizó un caso muy polémico en la primera década de este siglo por la controversia judicial con su exmarido a cuenta de la custodia de su hija. Un tribunal español le otorgó a ella la custodia de su hija Victoria, pero otro estadounidense se la dio al padre. En noviembre de 2006, un año después de llevarse a la chica a España, Carrascosa fue detenida durante una estancia en EE UU y en 2009 fue condenada a 14 años de prisión acusada de desacato y secuestro.

María José Carrascosa e Innes estuvieron casados cinco años, hasta que en 2004 decidieron separarse y firmaron un acuerdo que establecía que ninguna de las partes podía sacar del país a la niña -entonces de cuatro años- sin el consentimiento del otro. El pasaporte estadounidense de la menor quedó bajo custodia del despacho de Lesvenich & Marzano-Lesvenich.

Sin embargo, ese despacho entregó a María José Carrascosa el pasaporte y ella se llevó a la niña a España en enero de 2005. Luego la mujer volvió a EE UU y en 2006 fue detenida e ingresó en prisión, donde, según las autoridades de este país, permanecería hasta que devolviera a la niña o completara la condena que tiene de 14 años de cárcel.

Desde entonces, Carrascosa se negó a llegar a un acuerdo con el que fuera su marido, al que acusaba de agredirla e incluso de haber tratado de envenenarla y asesinarla. Los intentos de mediación entre las partes y las correspondientes autoridades resultaron infructuosos.

María José Carrascosa argumentaba que las autoridades de su país también se han pronunciado sobre este caso y habían prohibido a la niña salir de territorio español hasta que tenga 18 años.

Su expareja pidió su libertad condicional

Tras ser condenada, la valenciana pidió en varias ocasiones la libertad condicional. En 2012, las autoridades judiciales de Nueva Jersey rechazaron por segunda vez la petición que en esa ocasión había presentado su exmarido. Peter Innes solicitó a ese organismo que la excarcelase "inmediatamente" y expidiera su regreso a España, donde se encuentra la hija de ambos, argumentando que retenerla en prisión no valía "para nada" porque está "enferma mentalmente", según una copia de la misiva remitida a la agencia Efe.

Finalmente, las autoridades judiciales le concedieron la libertad condicional en abril de 2015 y a su salida de la cárcel de la ciudad de Hackensack, en el estado de Nueva Jersey, María José Carrascosa declaró que en las últimas horas había vivido "una acumulación de sensaciones" y le tocaba retomar su propia vida para superar casi nueve años que había estado encarcelada en EE UU.

"Tengo un montón de cosas por hacer. Tengo que ponerme los zapatos de mi vida. He llevado los zapatos de una vida que no era la mía", dijo entonces Carrascosa poco después de tener el primer contacto telefónico con su hija Victoria, que en aquel momento tenía 15 años.

"Hemos estado llorando las dos como dos Magdalenas", agregó y aseguró que tenía unas "ganas increíbles de darle un abrazo" y que su idea era volver a España y reunirse con su hija y sus padres, aunque reconoció que aún había trámites legales que resolver antes de que las autoridades estadounidenses le permitieran salir del país.