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El debate sobre ‘no es abuso, es violación’ sigue pendiente

La revisión del Código Penal prometida tras la primera sentencia de La Manada sigue abierta siete meses después

Concentración en Sevilla este miércoles  en protesta por la libertad condicional a los miembros de La Manada.
Concentración en Sevilla este miércoles en protesta por la libertad condicional a los miembros de La Manada. PACO PUENTES (EL PAIS)

El nuevo fallo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra y, sobre todo, los votos particulares de dos magistrados que apuntan a que hubo intimidación y por tanto violación en aquel portal de Pamplona, reaviva un debate que surgió con virulencia tras la primera sentencia del caso de La Manada y que aún no está resuelto. A finales de abril, miles de mujeres salieron a las calles a gritar: “No es abuso, es violación”. El entonces ministro de Justicia, Rafael Catalá, anunció que el Gobierno estudiaría una reforma sobre los delitos sexuales en España en la sección penal de la Comisión General de Codificación que tendría una primera propuesta “en semanas”.

Esta comisión de expertos, integrada ahora por 15 mujeres y 13 hombres —en lugar de los 20 hombres anteriores—, se ha reunido en varias ocasiones, pero, siete meses después, las posibles modificaciones siguen pendientes. El organismo se reunió a mediados de noviembre y tiene un nuevo encuentro previsto el 13 de diciembre. Entre las iniciativas sobre las que han llegado a un acuerdo está sacar de la legislación española el término “abuso” y agrupar todos los atentados contra la libertad sexual como “agresión”. Es un aspecto sobre el que existe “un amplio consenso”, según uno de sus integrantes. Su debate no es vinculante. 

Falta de consentimiento

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha reclamado tras el nuevo fallo un cambio que ella misma anunció en julio, cuando avanzó una reforma del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para acotar la interpretación de los jueces y situar como clave de los delitos sexuales la falta de consentimiento expreso de la víctima. “La sentencia refuerza la necesidad de actualizar con precisión los delitos de violación y agresión sexual, diferenciados de los abusos”, dijo ayer en Twitter.

Las principales asociaciones de jueces y magistrados han pedido esa reforma.

La misma suerte ha corrido, por ahora, la propuesta de ley registrada por Podemos en julio, al calor de la primera sentencia y que se incluyó en el acuerdo de Presupuestos. En julio fue admitida a trámite en el Congreso, y también contempla aunar abuso y agresión sexual. “Se les está diciendo a las mujeres que si no patalean, si no gritan, si no se juegan la vida, no están siendo violadas. Vamos a presentar una ley que blinde que solo “sí es sí”. Es necesario que el machismo salga de los tribunales de justicia donde, por desgracia, se ha instalado”, dijo ayer Pablo Iglesias, que anunció que llevarían la ley a pleno lo antes posible. La llamada Ley de protección integral de la libertad sexual y para la erradicación de las violencias sexuales regularía como delito específico las agresiones sexuales en grupo para casos como los de La Manada, cuyas penas oscilarían entre los cinco hasta los 13 años de cárcel. El máximo ahora para agresión sexual, sin considerar los agravantes, son 12 años.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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