Las protestas contra la sentencia de La Manada vuelven a las calles
Cientos de personas se manifiestan en varias ciudades para mostrar su repulsa contra la decisión judicial
Las protestas contra la contra la condena impuesta a los cinco miembros de La Manada, que ha vuelto a descartar la existencia de una agresión sexual, han vuelto a tomar las calles de muchas ciudades españolas este miércoles. Cerca de un centenar de mujeres se han concentrado esta tarde frente al Ministerio de Justicia, en Madrid, en un acto de repulsa convocado por la plataforma Libres y Combativas del sindicato de estudiantes. "Lo hemos organizado a toda prisa", advierte una de las manifestantes.
Ana tiene 23 años y espera sentada en la puerta del ministerio. Es la primera en llegar. Lleva dos meses viviendo en Madrid y no es la primera vez que sale a la calle para reivindicar el feminismo que, según apunta, “debe apoderarse de la sociedad”. Para esta malagueña, estudiante de un máster de género en al Universidad Autónoma de Madrid, “es indignante que se considere abuso y no violación” lo que le ocurrió a la víctima de La Manada.
La justicia ha estado en el centro de la diana de los cánticos que se han escuchado en Madrid y en el resto de ciudades en las que se han convocado protestas. Un total de 17. “Basta ya de justicia patriarcal”, han gritado las asistentes. Un coche toca el claxon para apoyar la protesta. Y Ana García, portavoz de Libres y Combativas sonríe. “Una sentencia como esta va en contra todas la mujeres y lanza el mensaje de que se puede hacer cualquier cosa sin que pase nada”, comenta. García ha insistido en los jueces que han firmado esta sentencia “deberían ser expulsados de la judicatura”. También ha avisado al Gobierno. “Se dice feminista, pero no ha cambiado nada”.
Las presentes consideran “repugnante” la sentencia. Beatriz y Lara tienen 18 años. Ambas estudian en la universidad y se han enterado de la protesta a través de las redes. Para estas jóvenes, “es una vergüenza que exista en España una justicia que deja a la víctima desprotegida”. Tienen claro que tiene que haber un cambio de mentalidad. “Nuestras familias tienen que dejar de decirnos que tengamos cuidado cuando salimos. A los chicos no se lo dicen”, cuentan.
Mientras, Juan asiente. Este joven estudia biología en la Universidad Complutense. Y se lamenta de la sentencia contra la Manada. “Hay que acabar con el machismo y se conseguirá con la educación. Tiene que haber una asignatura de educación sexual obligatoria”, asegura convencido.
Aunque la asistencia a las protestas ha sido menor que hace unos meses, cuando se conoció el primer fallo, los asistentes no se desaniman: “Seremos menos, pero no nos falta determinación. Han sacado este sentencia en víspera de puente porque no quieren miles de mujeres en las calles, lo que más miedo les da”, grita megáfono en mano Ana García, la portavoz de Libres y Combativas
En Barcelona, decenas de personas se han concentrado en la plaza de Sant Jaume, frente a la sede de la Generalitat, al grito de "¡No es abuso, es violación!". Los asistentes, en su mayoría mujeres han mostrado su repulsa contra la sentencia con varias pancartas.
Bajo el lema “No es abuso es violación”, un centenar más de personas se han congregado en la Plaza Nueva de Sevilla para protestar por la sentencia. Al grito de: “Si tocan a una, nos tocan a todas” o “Si no dices sí, también es no”, Nieves, una estudiante de 22 años mostraba su enfado por el fallo. Considera que “mientras no haya una renovación del estamento de jueces que esté formado en perspectiva de género, este tipo de sentencias se seguirán adoptando”. Pese a que ella pertenece a una generación que ha sido educada en la igualdad, percibe la discriminación: “¿Por qué me tienen que decir cosas en la calle por ser una chica, por qué en mi Universidad hay más hombres en cargos directivos que mujeres?”.
La concentración estaba protagonizada en su mayor parte por estudiantes como Nieves, aunque los concentrados esperan que en el futuro “haya una manifestación a nivel nacional organizada para luchar contra todo tipo de sentencias machistas que defienden que los hombres tienen la capacidad de agredir”, defiende Charo López Gálvez, del movimiento 8 de Marzo.
Aunque la mayoría de las congregadas eran mujeres, entre los asistentes también había hombres como Luis, tramitador de tráfico de 33 años. “Los hombres debemos estar en la lucha”, sostiene. Como telón de fondo de toda la concentración estaba la entrada de Vox en el parlamento andaluz y su discurso reaccionario hacia el feminismo. “Representan un rechazo ante el auge de políticas de izquierdas y que tienen a la mujer en el centro”, comenta.
Las manifestaciones se han repetido en otras ciudades como Bilbao y Oviedo, donde otro centenar de personas se han concentrado frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Allí han mostrado pancartas en las que podía leerse "(In)xusticia patriarcal" o "El machismu mata".
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