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La juez vio “endebles” las pruebas que aportó la madre de las niñas asesinadas

La magistrada no apreció intimidación a la esposa en una grabación en la que el agresor decía: "Me voy a cargar lo que más quieres"

Lugar donde cayó el cuerpo del padre, que se suicidó tras asesinar a sus hijas.
Lugar donde cayó el cuerpo del padre, que se suicidó tras asesinar a sus hijas.Carmen Martínez (Europa Press)

La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Castellón rechazó el recurso de la madre de Nerea y Martina, las niñas asesinadas presuntamente por su padre el pasado martes, a la decisión de denegarle protección al considerar que el hombre no estaba amenazando a las niñas y al advertir incoherencias de la Itziar tanto en su relato de los hechos como en sus conductas hacia su marido.

La magistrada afirma que de expresiones como "entonces no vas a hacer nada, ya te puedes ir despidiendo de las niñas", "tú sabes lo que haces, ya estás sentenciada" y "me voy a cargar lo que más quieres", analizadas en el contexto de las grabaciones de las conversaciones entre la mujer y su marido, no puede apreciarse que el hombre "tratara de intimidar a su esposa", y lo que es más, que esta se sintiera "amenazada por sus palabras".

Así consta en un auto del 6 de abril al que ha tenido acceso Efe, donde la juez argumenta para justificar su decisión de rechazar el recurso de la madre avalada por el fiscal, que "el temor que dice sentir la denunciante hacia ella y por sus hijas no es coherente con sus conductas", así como que el riesgo para la mujer "es valorado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como bajo".

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"Se trata de conversaciones largas de 6, 29, 15, 21 y 2,38 minutos en las que los cónyuges manifiestan el uno al otro y el otro al uno su opinión sobre cómo deben desarrollar el régimen de relaciones con sus hijas, en las que mantienen e insisten en sus discrepancias, pero en un tono normal y sin palabras estridentes ni ofensivas", asegura en su auto.

Y añade: "Más allá de la ruptura familiar, se considera que las palabras vertidas por el investigado no revisten entidad penal y se enmarcan en el ámbito de una difícil ruptura familiar y en las discrepancias entre los progenitores en relación a las medidas civiles relacionadas con sus hijas".

Además, apunta que "de la actitud mantenida por la denunciante no se desprende que sintiera peligro por su integridad física o se represente, como un mal cierto, posible y determinado, las expresiones que atribuye a su marido".

La juez también reseña que la madre "no fue persistente en su relato" ante el juzgado de guardia, con fechas equivocadas y cambios de versión, y le llama "poderosamente la atención" que no pidiera ante ese juzgado medidas de protección para ella, sino solamente la suspensión del régimen de visitas del padre con las menores.

La madre de las niñas presentó una denuncia por amenazas el 24 de febrero en la que decía que el hombre, Ricardo, amenazó con matarla a ella y a las pequeñas, de seis y tres años, en una cafetería de Castellón. El juzgado de guardia celebró una vista, según el presidente de la Audiencia de Castellón, José Manuel Marco, en la que ella pidió "la suspensión del régimen de visitas", a lo que el fiscal se opuso y "no pidió orden de alejamiento".

El 27 de febrero, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer volvió a citar a los afectados y en esa ocasión el fiscal y la mujer solicitaron una orden de protección de alejamiento de 250 metros, lo cual denegó la juez. La fiscalía se opuso al recurso que presentó la mujer ante esa denegación y pidió que se confirmara el auto, lo que finalmente hizo la juez en su escrito del 6 de abril, donde señala que en ese momento procesal, la instrucción había avanzado y tras requerir a la denunciante que aportara las grabaciones de las conversaciones a las que aludía en su denuncia, los indicios de criminalidad contra el marido eran "más bien endebles".

El Defensor del Pueblo ha abierto una actuación de oficio por el asesinato de las dos niñas y ha pedido información a la Secretaría de Estado de Seguridad y a la Fiscalía General del Estado sobre la existencia de denuncia previa por violencia de género en el ámbito familiar y si se había adoptado por el órgano judicial competente una orden de alejamiento de las menores. 

Ricardo apuñaló el pasado martes en su domicilio de Castellón a las niñas y se arrojó por la ventana de un sexto piso. Lo encontró un vecino a las 5.30. Otro alertó de que las niñas podrían estar en el piso. Los bomberos rompieron la puerta y las encontraron muertas. Desde 2013, cuando se empezó a contabilizar también a los hijos como víctimas de violencia machista, han sido asesinados 27 menores. Este 2018 se ha confirmado un caso en Almería. Otros dos están en investigación.

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