Sanidad pagará hasta 25.000 euros por la ‘penicilina’ de la hepatitis C
El ministerio aún no ha aclarado qué pacientes podrán recibir el tratamiento 3.000 enfermos necesitan el fármaco con urgencia
El Ministerio de Sanidad financiará, previsiblemente a partir de noviembre, Sovaldi, el esperado fármaco que cura la hepatitis C en más de un 90% de los casos, pero que por su elevadísimo coste no se incorporaba a la sanidad pública española pese a tener todas las bendiciones de la Agencia Europea del Medicamento desde enero. Tras nueve meses de negociaciones para rebajar los 60.000 euros que cuesta de media en Europa, la ministra de Sanidad, Ana Mato, anunció ayer que el Gobierno ha alcanzado un acuerdo con el laboratorio Gilead.
El Ejecutivo y la farmacéutica estadounidense se negaron a dar cualquier detalle sobre el precio acordado, pero según fuentes cercanas a la negociación, el fármaco se financiará con un sistema llamado de techo de gasto. Sanidad pagará por el equivalente al número de tratamientos suministrados el año anterior con un máximo de 25.000 euros por paciente. Cuando se supere ese número de enfermos atendidos, el coste correrá a cargo del laboratorio. El fármaco no estará sometido a copago.
El acuerdo alcanzado será presentado el próximo miércoles a la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos, en la que están representados tres ministerios —Hacienda, Economía y Sanidad, que tiene voto de calidad— y cuatro comunidades autónomas de forma rotatoria.
Sólo 400 de los miles de pacientes que necesitan el fármaco lo han recibido
El hecho de que se fije el precio del medicamento no significa que vaya a ser automáticamente administrado a los 800.000 enfermos de hepatitis C que hay en España. Eso lo dejó bien claro ayer Sanidad en un comunicado. “Será prescrito para el grupo de pacientes definido por el Informe de Posicionamiento Terapéutico, que establece los criterios” y en el que han participado las sociedades científicas y las comunidades autónomas.
Hasta ahora, el sofosbuvir, comercializado bajo la marca Sovaldi, se ha administrado a los pacientes en estado más grave, por la vía de medicamento extranjero, es decir, comprándolo en otros países a cargo de los presupuestos sanitarios de las comunidades. Más de 400 enfermos han accedido al tratamiento por esa vía; 3.000 lo necesitan con urgencia, según los hepatólogos, y nueve han optado por no esperar y sufragar el fármaco a través de una clínica privada de su bolsillo.
Este periódico contó hace unos días la historia de Gerardo (nombre ficticio), precirrótico de 52 años y enfermo desde hace 30, que pidió un crédito hipotecario con la esperanza de curarse. Esta misma semana y al mes de comenzar la terapia que le costará 51.000 euros estaba libre del virus. Tiene que completar dos meses más de tratamiento y esperar otros seis para darse por curado, pero la analítica es ya una gran noticia que ilustra lo que supone la entrada de Sovaldi en la sanidad pública.
El anuncio de Mato a los periodistas, antes de una reunión informal de consejeros de comunidades autónomas en Galicia, fue acogido con esperanza, pero también con cautela y escepticismo entre los afectados. “Estoy muy contento. Llevamos mucho tiempo esperando que se incorpore a la cartera básica de medicamentos”, celebró Antonio Bernal, presidente de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH). “Después llegará la siguiente pelea, cuando las comunidades autónomas empiecen a poner obstáculos para administrarlo y pagarlo”. Bernal está convencido de que habrá un problema de equidad, con regiones que lo incorporarán enseguida y otras que “montarán comités y subcomités y pondrán obstáculos”. “Y lo que no puede ser es que dependiendo de dónde vivas tengas más derecho a curarte”.
El portavoz de Sanidad del PSOE, José Martínez Olmos, incide en la misma idea. “Me preocupa que no llegue a todos los pacientes que lo necesiten. Cuando el fármaco aún no había entrado en la financiación pública, la Agencia Española del Medicamento estableció unos criterios para que se administrara a los pacientes que cumplieran unos determinados requisitos. Esos protocolos no se han estado cumpliendo”. El PSOE cree que hace falta un plan nacional contra la hepatitis C que determine los criterios para priorizar a qué enfermos deben llegar estos fármacos innovadores en la línea con la propuesta presentada la semana pasada por la Organización Nacional de Afectados por Hepatitis Virales en el Congreso. Su presidente, Juan Fernández, recuerda que “la patata caliente está ahora en las comunidades autónomas”. Y se pregunta: “¿Con qué partida presupuestaria extraordinaria se va a pagar?
Con información de David Reinero.
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