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España desaconseja viajar a Guinea, Sierra Leona o Liberia por el ébola

Los países afectados aislarán las zonas fronterizas más afectadas por la epidemia

Varias enfermeras en Liberia con trajes de aislamiento preparan cadáveres de víctimas del ébola para su enterramiento.
Varias enfermeras en Liberia con trajes de aislamiento preparan cadáveres de víctimas del ébola para su enterramiento. A. JALLANZO (EFE)

El Ministerio de Asuntos Exteriores español se ha sumado a las autoridades de otros países, como Italia y Estados Unidos, y, ante la situación de la epidemia del ébola, desaconseja viajar a los tres países africanos afectados: Liberia, Guinea y Sierra Leona. "Dada la situación sanitaria del país, se recomienda a los viajeros valorar seriamente la posibilidad de posponer su desplazamiento", advierten las notas correspondientes a los tres países.

Este aviso es aún más fuerte si el desplazamiento incluía las zonas afectadas, como las regiones limítrofes entre los tres. "En todo caso, se deberán evitar determinadas zonas", indica la web de Exteriores.

En cualquier caso, el acceso a las regiones más afectadas, las del vértice donde confluyen las fronteras de los tres países, van a ser de muy difícil acceso. En la reunión de ayer de la Conferencia del Río Mano, la agrupación de estos tres países más el vecino Costa de Marfil, que presidió la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, se acordó el cierre de las regiones fronterizas.  La OMS sin embargo aún no ha emitido una recomendación al respecto, ya que considera que la transmisión de virus a viajeros es muy difícil, ya que hace falta un estrecho contacto con las personas infectadas. "No se contagia por el aire [como la gripe o la tuberculosis]", recordó Chan en la reunión de ayer.

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Según ha explicado un portavoz del Ministerio de Sanidad de Liberia, "la Policía y el Ejército" serán las encargadas de controlar el acceso a estas regiones "que acumulan el 70% de los casos" (1.323 enfermos en total de los que han muerto 729, según el recuento del 31 de julio de la OMS). La población de esas regiones recibirá el material preventivo adecuado. También se han propuesto que en esas zonas los entierros se hagan "de acuerdo a las normativas sanitarias nacionales". Es una manera de decir que se va a cuidar especialmente que no haya un contacto directo entre los fallecidos y sus cuidadores (ni besos ni abrazos a los cadáveres), ya que ese es un momento de máxima exposición. Esta decisión tiene un problema: que va directamente contra las costumbres locales (y no tan locales).

Las autoridades también tienen un gesto hacia el personal sanitario para "animarles" a volver al trabajo. Este sector ha sido muy castigado, y representa aproximadamente el 8% de las víctimas mortales de la enfermedad.

Por último, se plantean prohibir actividades que supongan una gran reunión de personas (mercados, acontecimientos deportivos).

La OMS debatirá el próximo 7 de agosto si eleva la alerta.

Por otro lado, el hospital Emory de Atlanta se prepara hoy para recibir al primero de los dos estadounidenses que se infectaron de ébola mientras trabajaban en Liberia. Las dificultades del viaje hacen que no puedan ir los dos a la vez en el mismo avión medicalizado, y las autoridades no han aclarado si se trata del médico Kent Brantly o de la misionera Nancy Writebol.

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