“Vapeo... Y fumo cuatro cigarros al día”
El portavoz de la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico aplaude la regulación del sector
Manuel Muñoz nació en 1973 en Igualada (Barcelona), aunque se apresura a precisar que no se siente catalán. De lunes a viernes, cuando no viaja por trabajo (es directivo en una compañía que vende software), vive en Madrid, mientras su esposa y sus dos hijos hace su vida en Huesca. El portavoz de los vendedores de cigarrillos electrónicos empezó a vapear soñando con dejar el tabaco. Fracasó.
Pregunta. ¿A cuántas tiendas de cigarrillos electrónicos representa?
Respuesta. A 530 empresas españolas con 1.800 puntos de venta. En torno al 60% de todas, quitando los 4.000 estancos y a librerías, pescaderías... Creemos que no debería vender cigarrillos electrónicos cualquiera.
P. ¿Cuánto vapea usted al día?
R. Un mililitro.
P. ¿Puedo probarlo?
R. ¿Fuma?
P. No.
R. Entonces no se lo recomiendo. Te puede inducir un hábito. Te vas a enganchar a algo. Es mejor ni fumar ni vapear.
P. ¿Por qué se enganchó a los cigarrillos electrónicos?
R. Por los gestos. El vapeo emula el gesto de fumar. ¿Por qué no fuma la mayoría de los ciegos? Porque no ven el humo ni el vapor. Lo que te engancha es la parafernalia.
P. ¿Cuándo descubrió los cigarrillos electrónicos?
R. En 2008. Por mi trabajo voy mucho a Italia. Soy consultor de estrategias en una empresa que vende software para automatizar procesos empresariales. Allí vi una tienda de cigarrillos electrónicos. Pagué 130 euros por mi primer kit. Me pareció el invento del siglo.
P. ¿Y qué notó?
R. Que cuanto más vapeaba menos necesitaba el tabaco. Un día me dije: ‘No voy a fumar más’. Pensé que a lo mejor me servía, pero no. Sigo fumando entre tres y cuatro cigarrillos al día.
P. ¿Antes cuánto fumaba?
R. Entre un paquete y medio y dos al día. Recuerdo al padre de una exnovia que fumaba cuatro cigarrillos al día. Me daba muchísima envidia. Yo no podía.
P. ¿Y nota mejoría?
R. Lo noto mucho al esquiar. Antes bajaba dos pistas y me cansaba. También noto que la boca por la mañana no se me reseca tanto. Qué mas sucede dentro de mi organismo, no lo sé.
P. Pero usted sigue siendo adicto al tabaco.
R. Me gusta su sabor, de hecho me gustan los puros. Por eso llevo un puro electrónico. Con una copa de coñac es alucinante.
P. España acaba de prohibir el vapeo en hospitales, colegios y medios de transporte.
R. Lo apoyamos. Nunca he fumado en un hospital por respeto.
P. Europa acaba de sacar del limbo legal al sector.
R. Y también nos alegramos de que haya sucedido al fin.
P. ¿Tiene usted una tienda de cigarrillos electrónicos?
R. No, pero ayudé a un buen amigo a montar la suya. Vi que faltaba una normativa, este sector era una guerra continua. No tenía sentido. Y les propuse crear una asociación.
P. ¿Por qué es el presidente de la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico?
R. Porque me va el barro. Y me interesa por currículo. Contactos voy a hacer muchos. He conocido a una persona en Hacienda, a otra en Sanidad... A lo mejor mañana hablo con ellos de otros temas.
P. A los cigarrillos electrónicos se les meten líquidos, hay de muchos sabores: chocolate, ginseng... ¿Cuál es su preferido?
R. Bebeca, de Atmos Lab. Sabe a tabaco dulce. Según me contó el dueño de la marca tiene un componente alimenticio que se usa en las papillas de bebé.
P. Supongo que sabe que tiene sustancias cancerígenas.
R. Se dicen tantas cosas de los cigarrillos electrónicos... En cualquier caso nosotros defendemos que es una alternativa menos dañina que el tabaco, no que sea un producto más saludable.
P. ¿Cuándo empezó a fumar?
R. A los 13. Con amigos, por moda. Fumaba tabaco Lola.
P. ¿Se ha planteado dejar el tabaco del todo?
R. Sí, lo llegué a dejar durante seis meses. Engordé 12 kilos. Y en una fiesta unas amigas me estuvieron machacando: fuma y fuma y fuma... Y volví a caer.
P. ¿No quiere volver a dejarlo?
R. No considero que cuatro cigarros al día me hagan daño.
P. Pero se lo hacen.
R. Bueno... El problema es que empiezo a engordar.
P. El símbolo de los fumadores son los vaqueros de Marlboro. ¿Y el de los vapeadores?
R. Buena pregunta. Lo que sucede es que hay mucha vergüenza con el tema del vapeo.
P. ¿Algún famoso que vapee?
R. Buenafuente, Leonardo DiCaprio, Jack Nicholson...
P. Por ahora sigue estando permitido fumar cigarrillos electrónicos en bares y centros comerciales. ¿Y si se prohibiera?
R. Se acabaría el sector.
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