India vuelve a penalizar la homosexualidad
El Supremo ratifica el punto del código penal que condena el sexo “en contra del orden natural”
“Soy transexual y por eso hoy he vuelto a ser una criminal en India”, dice con pesar Rudrani Chettri. Explica así la decisión tomada hoy por el Tribunal Supremo de India de no ratificar una orden del Tribunal de Delhi de 2009 que despenalizaba la homosexualidad al quitar la sección 377 del código penal que data de 1860 y que penaliza hasta con 10 años de cárcel el sexo “en contra del orden natural” . Aunque esta medida ha sido aplicada en muy pocos casos, la comunidad gay asegura que es un arma de la policía para acosarlos.
“En 2009 me sentí muy orgullosa de ser una ciudadana de India porque se aceptó la diversidad sexual, pero ahora estos derechos me son arrebatados de nuevo”, continúa Chettri, una de las cientos de personas que han protestado hoy en el centro de Nueva Delhi. Este cambio “es un decepcionante revés para la dignidad humana y los derechos básicos de privacidad y no discriminación”, aseguró en un comunicado la directora para el sur de Asia de Human Rights Watch, Meenakshi Ganguly.
El color dominante en la ropa era el negro. Los activistas consideraron este un día negro para los derechos de los homosexuales en el país democrático más poblado del mundo. “Esta ley victoriana no debe estar presente en la India del futuro”, decía una de las pancartas.
La persecución
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Prohibido por ley. La homosexualidad está prohibida por ley en 78 países del mundo, según el último repaso hecho por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA). Entre ellos, la mayor parte está en África (Angola, Uganda, Gambia, Somalia, Zambia o Marruecos, por ejemplo). También está prohibido en Malasia, Kuwait, Líbano, Jamaica, Tanzania o Túnez,
entre otros. Pena de muerte. Los "actos homosexuales"
están castigados con la pena capital en cinco países de Asia y África (Mauritania, Sudán, Irán, Arabia Saudí y Yemen) y también lo están en 12 Estados del norte de Nigeria y en algunas regiones del sur de Somalia.
“Es como dar un salto 150 años hacia atrás. Al parecer, el Tribunal Supremo compró los argumentos y accedió a la presión de los grupos religiosos. Esto no tiene ningún sentido: somos un país secular y nos estamos comportando como uno de extrema derecha religiosa”, explica Anjali Gopalan, la directora de la Fundación Naz, que encabezó la batalla legal para quitar la sección del código penal que criminaliza la homosexualidad. Gopalan dice que en los próximos días revisarán el veredicto y lo recurrirán.
Esta decisión tomó por sorpresa a gran parte de la comunidad gay y los activistas de derechos humanos que esperaban que el Tribunal Supremo despenalizara la homosexualidad ratificando la orden que hace cuatro años se celebró como histórica. “No esperábamos una orden tan retrógrada, que va tan en contra de la tendencia internacional”, aseguró a REUTERS Colin Gonsalves, fundador de la Red Legal para los Derechos Humanos (HRLN por sus siglas en inglés).
"Este cambio afectará la vida de los gais", lamenta Vineet Trikha, uno de los manifestantes en Nueva Delhi. La comunidad gay sufre discriminación constante, pero a partir de 2009 con la despenalización de la homosexualidad la aceptación iba aumentando, dice. “Pero si desde la ley no se nos reconoce, los ciudadanos de a pie volverán a cuestionarnos. Aumentará el miedo a salir del armario y de andar libremente por la calle”. En la protesta abundan las historias de presión en contra del colectivo gay en una sociedad patriarcal. Yash, un joven informático dice que sufre constante acoso de su familia, que no acepta su homosexualidad y que intenta casarlo por la fuerza con una chica que él no conoce.
Al dar el veredicto, los jueces del Tribunal Supremo aseguraron que “es el Parlamento el encargado de legislar sobre esto”. Pero, en opinión de Manosh, un manifestante, debería ser solo la decisión de cada individuo con quién quiere acostarse.
Pero también hubo quienes celebraron la decisión del Supremo, como el reconocido gurú del yoga Baba Ramdev. “Invito a los homosexuales a mi centro. Dos personas del sexo opuesto estarán en una habitación por algunos días y después estarán curados de la homosexualidad”, aseguró a los medios locales. Para él, como para los muchos extremistas religiosos, las relaciones entre personas del mismo sexo son “no naturales, incivilizadas e inmorales”.
Entre los manifestantes había hoy caras tristes e iracundas. En la oscuridad de la noche fueron disolviendo la protesta. Uno de los últimos en marcharse, fue un chico que cargaba una pancarta que decía: “Arrestadme. Soy un criminal orgulloso”.
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