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Una gran nave espacial desechable se desintegra en la atmósfera

Los astronautas de la Estación Espacial Internacional han fotografiado la destrucción programada del carguero automático europeo ‘Einstein’ El satélite científico 'Goce', sin combustible ya, está a punto de destruirse

Destrucción en la atmósfera del carguero espacial automático ‘Einstein’ fotografiado desde la Estación Espacial Internacional el 2 de noviembre.
Destrucción en la atmósfera del carguero espacial automático ‘Einstein’ fotografiado desde la Estación Espacial Internacional el 2 de noviembre.ESA / NASA

Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS, en sus siglas en inglés) fotografiaron el pasado sábado la destrucción programada del carguero Einstein al entrar en la atmósfera terrestre. Este vehículo, el cuarto de la serie ATV de la Agencia Europea del Espacio (ESA), ha estado atracado en la ISS durante cinco meses y fue liberado hace 10 días llevando 1,6 toneladas de basura allí acumulada.

Los ATV, del tamaño de un autobús, terminan su misión quemándose en la atmósfera tras separarse de la base orbital. Pero en este caso, informa la ESA, los ingenieros han querido que el Einstein hiciera una serie de maniobras durante cinco días en la última fase del vuelo para tomar datos sobre la reentrada. El sábado, cuando el Einstein estaba a 100 kilómetros de distancia de la ISS, los astronautas de la base orbital tomaron unas espectaculares fotografías de la nave desintegrándose.

El carguero espacial 'Einstein' separándose de la Estación Espacial Internacional el pasado 28 de octubre.
El carguero espacial 'Einstein' separándose de la Estación Espacial Internacional el pasado 28 de octubre.ESA/NASA

El Einstein llegó a la ISS siete toneladas de suministros para la tripulación, combustible para la ISS y experimentos.

La ESA está pendiente de la destrucción de otro artefacto espacial suyo, el Goce, que está cayendo hacia la Tierra una vez concluida su misión y agotado su combustible. El lunes 4 de noviembre estaba ya a 192 kilómetros de altura y según los cálculos, habrá caído otros cuatro kilómetros a lo largo del día.

Se trata de un satélite de mil kilos, 5,3 metros de largo y uno de diámetro; los expertos han indicado que se destruirá prácticamente entero al entrar en la atmósfera, aunque no descartan que algunos fragmentos lleguen a la superficie terrestre, probablemente en el océano. Los responsables de control y cálculo de órbitas de la ESA aún no pueden precisar en qué momento exacto y dónde se producirá la ardiente reentrada del satélite, que puede ser inminente, pero anunciarán esos datos cuando los determinen.

Goce ha sido una misión científica de gran éxito al medir con extremada precisión, durante cuatro años, las variaciones de la gravedad terrestre, lo que ha permitido a los investigadores confeccionar un mapa global de alta resolución de la frontera entre la corteza y el mapa del planeta. El satélite ha proporcionado también la topografía dinámica y los patrones de circulación de los océanos con gran resolución.

El Goce agotó su combustible (xenón) el pasado 21 de octubre y los expertos estimaron que caería a la Tierra en unas tres semanas.

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