Una pareja detenida por encerrar a sus hijas tres años en una caravana
Las niñas de 5 y 10 años vivían entre inmundicia y no iban a la escuela Los progenitores han sido acusados de abuso de menores, detención ilegal y lesiones
Un matrimonio del condado de Orange, en California (EE UU), ha sido detenido por mantener a sus hijas de cinco y diez años en una caravana durante tres años. Lester Louis Huffmire y su esposa Petra Huffmire estaban tan obsesionados con el videojuego online World of Warcraft que desatendieron el cuidado de sus dos hijas y de su casa. Las niñas vivían en unas condiciones insalubres y ninguna de ellas estaba matriculada ni había asistido nunca a la escuela, según el vicefiscal del distrito Lori Smith.
Vivían rodeadas de pilas de basura, enchufes cubiertos de moho, preservativos utilizados, e incluso sus propias heces, ya que el baño estaba inutilizado. El oficial del Departamento de Policía de Anaheim que acudió a la caravana, alertado por la llamada de una vecina, encontró a las pequeñas llenas de costras, con el pelo enmarañado y con los dientes podridos.
Los padres no les permitían salir nunca de la caravana y eso fue lo que hizo sospechar a los vecinos que algo iba mal. "Vimos que una cortina se levantaba un poco y a una niña mirando a través de ella, pero la soltó rápidamente", contó la vecina que llamó a la Policía, Grace McGee, a la cadena local NBC4. McGee también declaró haber visto a los servicios sociales llevándose a las pequeñas.
La pareja ha sido acusada de dos cargos de abuso infantil, dos cargos de delito contra la detención ilegal de menores y una alegación adicional por lesiones corporales graves.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.