El Ayuntamiento de Montpellier blinda la primera boda gay de Francia
El consistorio ha prohibido cualquier manifestación al respecto El centro de la ciudad está tomado por la policía
El enlace de Vincent Autin y Bruno Boileau ha provocado una gran expectación. Será el primero entre dos hombres que se celebra en Francia. Unas 500 personas se concentran en la moderna plaza del Ayuntamiento (también un modernísimo edificio de cristal azul marino) donde se celebra el enlace. El centro de Montpellier está tomado por la policía: aunque su presencia es discreta en la misma plaza, tanto las calles adyacentes como el aparcamiento subterráneo del propio Ayuntamiento concentran decenas de agentes antidisturbios vestidos como si tuvieran que intervenir en una situación de disturbios.
Con todo, la situación es tranquila, porque el Ayuntamiento ha prohibido cualquier manifestación con motivo de la primera boda gay de Francia: ni a favor ni en contra. Y el lugar donde los novios celebrarán su fiesta privada se mantiene en secretísimo. Pero, por si acaso, se ha prohibido que los bares monten las terrazas en la plaza.
En el interior del Ayuntamiento, se han habilitado dos espacios para prensa: uno con acceso directo a la ceremonia y otra sala adjunta para dar cabida a los más de 150 medios acreditados, desde la norteamericana CNN hasta una televisión japonesa pasando Al-jazeera. A falta de otros alicientes, los periodistas se entrevistan unos a otros. Lo españoles tienen ventaja: el país fue pionero en aprobar la plena equiparación entre las bodas de dos personas de distinto sexo y las de dos gais o dos lesbianas. Fue hace ocho años, y los enlaces no necesitaron de una protección especial.
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