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“Han dejado morir al colegio”

La dirección y los padres del centro de Educación Especial de Hellín aseguran que van a desmantelarlo. La Junta habla de "opimizar recursos" y asegura que no hará nada sin contar con los padres

Imagen de archivo de 2001, de un alumno en un aula de Educación Especial.
Imagen de archivo de 2001, de un alumno en un aula de Educación Especial.García Cordero

El Colegio de Educación Especial Cruz de Mayo de Hellín lleva más de 30 años dando servicio a los alumnos con necesidades educativas especiales de todo tipo. Además de las instalaciones de la escuela, cuenta con una residencia de internos que hoy utilizan 16 alumnos. Por él han pasado alumnos no sólo de la localidad, sino también de toda la comarca e incluso de provincias limítrofes que no cuentan con residencias para estos alumnos.

La dirección del centro se reunió con representantes de la delegación de Educación en Albacete, porque querían saber qué iba a pasar con sus instalaciones. La delegación les contó que está haciendo un estudio para “optimizar los recursos”. Según dan por sentado en el centro la conclusión del estudio supone desmantelar el colegio. Los 16 alumnos residentes serán trasladados a Albacete y los otros 20, se quedarán integrados en las dependencias de educación Infantil del colegio La Olivarera de la localidad.

La Consejería de Educación admite que se está haciendo este estudio, por las condiciones deficitarias del centro actual, pero asegura que no hay ninguna decisión definitiva al respecto. Marcial Marín se reunió ayer con las familias para trasladarles que no se tomarán decisiones sin contar con su opinión.

Llevamos años pidiendo mejoras en las instalaciones Pascuala Iniesta, directora del Centro Cruz de Mayo

Pero Pascuala Iniesta, la directora del Colegio, es muy tajante: “Han dejado morir al centro”. Da por hecho el traslado. Reconoce que las infraestructuras están muy viejas, pero dice que tienen todas las inspecciones pasadas correctamente. “Llevamos años pidiendo mejoras en las instalaciones, pero en vez de hacernos caso lo que han hecho es reforzar el centro Eloy Camino de Albacete, que ahora mismo está a un tercio de su capacidad y es el destino de nuestros alumnos”. “No sé por qué, pero tienen prisa para que salgamos de aquí”, concluye.

Las familias, obviamente, no quieren ese cambio. Albacete está a casi 60 kilómetros de Hellín, y aunque la Junta ofrecerá transporte gratuito para los alumnos residentes, tendrán que desplazarse hasta allí ante cualquier enfermedad o problema de sus hijos. Y hay algunos alumnos que necesitan tener a los padres cerca por su discapacidad, cuenta Iniesta. La zona de la sierra de Albacete no tiene muy buena comunicación por carretera y además en invierno nieva a menudo.

En cuanto a los que se queden en Hellín, en el colegio La Olivarera, perderán recursos que tienen actualmente, afirma la directora. Por ejemplo dos talleres de huerto y madera o el área de autonomía personal. Dejará de funcionar también el Centro de Asesoramiento y Apoyo Especializado, elemento con el que cuentan todos los centros de educación especial y que se queda sin espacio.

Si los alumnos se van, tras ellos van puestos de trabajo. De los nueve maestros de Pedagogía Terapéutica y uno a tiempo parcial que tienen actualmente, quedarán cuatro. De los 12 auxiliares técnicos educativos quedarán cuatro. También se perderán puestos de trabajo en la localidad: ordenanzas, limpiadoras o personal administrativo, según los cálculos de Iniesta.

El traslado de los alumnos conllevará perder servicios que el centro ofrece en la actualidad

Carmen es la presidenta del AMPA. Vive en Tobarra, a 10 kilómetros de Hellín y tiene dos hijas matriculadas en el centro, una de 18 años y otra de 9. Para ella, el cierre del colegio supondrá perder servicios y personal, “vamos a perder mucha calidad en la enseñanza”. Afirma que el colegio, a pesar de que está viejo –era un antiguo seminario- no está inhabitable, “como dicen por ahí”. Esta madre cree que además de que los alumnos de educación especial ya tienen dificultades en la elección de centro, el cierre les va a complicar la vida aún más.

El pasado mes de agosto la Consejería de Educación de la Junta de Castilla-La Mancha anunció la unificación de los asistentes Técnicos Educativos de los centros de educación especial de la comunidad en siete centros de referencia provinciales. Si los recursos se centralizan los alumnos terminarán por centralizarse. Marcial Marín, consejero de Educación, anunció que sería un programa voluntario y que “pretende reforzar el tratamiento de los alumnos”. Varios colectivos –oposición, padres, sindicatos- hablaron entonces de que la medida “convertiría en guettos” estos centros, que atentaba contra la integración escolar y que incumplía la libertad de elección de centro.

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