Con la serie a otra parte
Muchos programas buscan otra oportunidad en otra cadena Algunas se llevan la idea, los actores y el equipo, pero cambian su identidad
Damages, Cougar Town, Friday Night Light y Amar en tiempos revueltos, aunque no lo parezca a simple vista, tienen algo en común: en algún momento de su existencia televisiva han tenido que cambiar de cadena. Una mudanza que suele venir obligada por las circunstancias, que tiene diferentes motivos y que puede terminar afectando a los espectadores y al futuro de la serie.
Desde el 14 de enero, los seguidores de Amar en tiempos revueltos tendrán que poner Antena 3 en lugar de La 1 para poder seguir viendo las aventuras y desventuras de Marcelino, Manolita, Asunción y Héctor. La serie cambia de canal y de nombre y ahora pasa a ser Amar es para siempre. Sin embargo, gracias a las características de este serial, que en cada edición ha dado un salto temporal importante que permite la introducción de nuevos personajes y nuevas tramas, el cambio de cadena no afectará a su esencia. Así lo explican desde su nueva casa, Antena 3, donde destacan lo excepcional dentro del panorama televisivo español de la situación que ha desencadenado este cambio.
Mucho se habló a principios de año de la situación de las series bandera de TVE desde que el ente público vio recortado su presupuesto por la crisis, con 250 millones de euros menos de subvención en dos años. La continuidad de ficciones como Águila Roja, Cuéntame cómo pasó o Amar en tiempos revueltos quedó en el aire dados los altos costes de producción de cada capítulo. A favor de su continuidad en la cadena pública se encontraba su gran éxito de audiencia. Águila Roja, producida por Globomedia, tuvo en la última temporada una media de 5.798.000 espectadores (29,3% de share), mientras que Cuéntame cómo pasó, que acaba de volver a la parrilla de TVE, superó los 4.500.000 espectadores de media (22,9% de share).
‘Amar en tiempos revueltos’ será ‘Amar es para siempre’ en su nueva vida
El caso de Amar en tiempos revueltos, reconvertida ahora en Amar es para siempre, es un poco diferente. En vez de emitirse en horario de máxima audiencia, se puede ver de lunes a viernes en la sobremesa, una franja muy codiciada por las cadenas por el importante reflejo que tiene en la audiencia diaria y por la fidelidad del público que ve la televisión a esa hora. Esta serie, ambientada en la posguerra española, era seguida diariamente por 2,7 millones de espectadores. Gracias a un acuerdo al que llegó la productora Diagonal TV con Antena 3, vio su situación desbloqueada y el 15 de noviembre se despidió de La 1 con la emisión de un capítulo especial en horario de máxima audiencia. Como explica Sonia Martínez, directora de ficción de Antena 3, “los cambios que van a producirse en la serie tienen más que ver con la producción en sí: habrá más exteriores, cambian los decorados, la ambientación… Hemos intentado que tenga un plus en ese sentido. Los personajes también tendrán más movilidad, su vida estará más interrelacionada”. La trama de la nueva temporada tendrá lugar en los años sesenta, lo que traerá cambios en los asuntos tratados. ¿Perderá seguidores la serie con el cambio de cadena? “Cualquier producto se ve afectado por un cambio así, pero es una serie que tiene muchos fieles y sí creo que se asomarán a ver la nueva temporada”. De momento, Amar es para siempre se emitirá hasta el verano de 2013 y, en función de los resultados, se decidirá si sigue en antena. “Las ficciones diarias son series de largo recorrido, hay que esperar un tiempo para ver el resultado”, aclara Sonia Martínez.
Antena 3 denunció sin éxito por plagio a Telecinco por‘La que se avecina’
En España se trata de un caso único en cuanto a ficción nacional. Se pueden encontrar ciertas similitudes con la situación vivida con Aquí no hay quien viva y La que se avecina, pero el caso es bien distinto. Tras la adquisición por parte de Telecinco del 15% de Miramón Mendi, la productora de José Luis Moreno y a la que pertenecía Aquí no hay quien viva, esta serie dejó de grabarse y emitirse en Antena 3 y arrancó una nueva ficción, La que se avecina, en la cadena rival. Las dos coincidían en tema (una comunidad de vecinos estrambótica), buena parte del reparto actoral, guionistas, directores… Por lo que Antena 3, propietaria de los derechos de la primera, decidió demandar a Telecinco por plagio. Sin embargo, en enero de 2012 el juzgado de lo Mercantil de Madrid determinó que aunque las dos ficciones “parten del hecho común de la problemática de las reuniones de vecinos y aunque el elenco artístico de actores es casi el mismo, eso no conlleva a un plagio de la obra, al no ser los papeles el nervio de la serie”. Además, el juzgado mantiene que Aquí no hay quien viva carece de “originalidad”, uno de los argumentos que esgrimía Telecinco, ya que, según un perito presentado por el canal, la productora se había inspirado en una comedia de situación estadounidense. Una situación casi tan rocambolesca como los argumentos de las dos series.
Para que un programa de televisión pueda cambiar de canal se deben dar unos requisitos legales imprescindibles. Como explica Agustín Macías Castillo, profesor encargado de la cátedra de Derecho de la Información, Audiovisual y Publicitario en la facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca, “el canal de televisión debe contar con un contrato de explotación de los derechos de autor para poder emitir la serie. Lo habitual es que los autores cedan los derechos, a cambio de una remuneración, a una productora y esta, a su vez, negocie con un canal la emisión de la serie en exclusiva. En otras ocasiones, las cadenas producen sus propias series por encargo y adquieren para sí estos derechos, pero esta fórmula es menos frecuente en España”.
‘Pasapalabra’, ‘Opercación Triunfo’ o ‘El Hormiguero’ cambiaron de canal
En el caso de los programas de televisión es más habitual el trasvase de una canal a otro. Incluso en ocasiones, la segunda vida del programa ha sido más exitosa que su emisión original. Es el caso de Operación Triunfo (pasó de TVE a Telecinco), El Hormiguero (de Cuatro a Antena 3) o Pasapalabra (de Antena 3 a Telecinco), por poner solo algunos ejemplos. “La segunda juventud de estos programas ha sido tan buena o mejor que la primera, en algunos casos porque la promoción ha sido más intensa y a lo largo de toda la parrilla, como OT en Telecinco, en otros porque la audiencia general de la cadena era mayor, como El Hormiguero en Antena 3, y en el caso de Pasapalabra, porque trae un arrastre tan bueno de Sálvame que es difícil no triunfar”, como explica Susana Alosete, autora del blog Chica de la tele.
Estos cambios de canal son más frecuentes en el panorama televisivo estadounidense. “La razón no es legal, sino del propio negocio”, explica el abogado Agustín Macías Castillo. “Mientras que en Estados Unidos las grandes cadenas suelen producir sus propias series, en España es más habitual que las series sean producidas por productoras y, después, estas negocien con las cadenas la emisión”. La fortaleza de las cadenas de cable y su posibilidad de no estar tan atadas a los resultados de audiencia ha facilitado también la repesca de ficciones cuya continuidad en un canal en abierto estaba peligrando o que ya habían sido canceladas. “El cambio suele ser una obligación. Una serie que funciona es una serie que ninguna cadena quiere dejar marchar. A veces puede ocurrir que unos malos resultados en un canal de primera línea sean unos buenos datos para otro canal menos exigente. Pero normalmente los presupuestos van a la par y es difícil que las cuentas salgan”, añade Alosete. Sin embargo, esta técnica a veces funciona. Es el caso de series como Southland: NBC anunció su cancelación antes de empezar a emitir la segunda temporada; pocos días después, los derechos de emisión de la serie fueron comprados por el canal de cable TNT, donde en febrero arrancará su quinta temporada. Una situación parecida fue la vivida por Friday Night Lights, que consiguió mantenerse en antena cinco temporadas gracias a que, al finalizar la segunda, el canal de cable Directv llegó a un acuerdo con NBC, la cadena en la que arrancó. Directv también entró en acción para salvar Damages (Daños y perjuicios) después de que FX decidiera poner punto final a la serie tras una tercera temporada en la que los bajos índices de audiencia no compensaban una producción demasiado cara. En la nueva ubicación, la serie protagonizada por Glenn Close gozó de dos temporadas más, poniendo fin a su aventura con la quinta, emitida este verano.
En EE UU, un chasco en una tele en abierto puede ser un éxito en una de pago
Un factor decisivo para que una serie pueda contar con una segunda vida fuera de su cadena madre es la comunidad de fans. Futurama, serie de animación creada por Matt Groening (Los Simpson) fue cancelada en 2003 por FOX. En 2007 se editó en DVD la primera de las cuatro películas sobre la serie. El éxito de venta de los DVD de las películas y de las temporadas anteriores y los beneficios económicos derivados de la venta de derechos para su reemisión, así como la presión de unos seguidores incansables, animaron al canal de cable Comedy Central a llegar a un acuerdo con FOX para emitir los capítulos ya existentes y regresar con nuevos episodios en 2010. También fueron miles los fans que siguieron a Buffy cazavampiros de la cadena WB a su rival entonces, UPN, en la sexta temporada y permanecieron fieles a ella hasta su final.
En general, es difícil que triunfe en un sitio lo que fracasó en otro, dice un experto
Otra serie con una legión de seguidores era Perdidos. En su vida en España, la serie fue cambiando de horario y de cadena de La 1 a La 2 y, más tarde, a Cuatro. “Era un producto que los fans hubieran seguido a cualquier parte y, en este caso, además pasó de emitirse sin pena ni gloria a hacerlo en un canal que era reconocido por hacer de las series americanas su bandera. Es un claro ejemplo de éxito que se da en pocas ocasiones”, apunta la bloguera especializada en televisión Susana Alosete. Para ella, el principal problema de un cambio de cadena es la comunicación, “lograr que todos los seguidores de la serie se enteren de que ahora pueden verla en otro sitio. Perder espectadores por el camino hace casi inviable su rentabilidad en otro canal, al menos con la misma inversión en producción. El destino de estas series además debe encajar de alguna manera con la personalidad de la nueva cadena”.
La serie ‘Perdidos’ se emitió en España en La 1, en La 2 y en Cuatro
En este aspecto también incide Marina Such, autora del blog El Diario de Mr. MacGuffin: “Creo que el cambio no afecta a las series sustancialmente. Se pueden retocar algunas cosas si el tono necesita ser adaptado a la nueva cadena pero, por lo general, la serie suele mantenerse más o menos igual. De hecho, puede afectarles más un cambio de horario en su nueva cadena, que puede obligarles a retocar tramas. Y, por supuesto, lo que puede afectarles decisivamente es que la nueva cadena les recorte el presupuesto”. Pero, ¿cómo afecta a los seguidores de las series estos cambios? ¿Se pierden espectadores en el traslado? “En general, creo que se pierden espectadores porque muchos se despistan con el cambio de cadena. Aunque también puede ocurrir que encuentre nuevos fans en su nuevo hogar. Depende de la serie”, explica Marina Such. “Aunque las nuevas formas de ver televisión ayudan a seguir los productos más que los canales, aún hay una inmensa mayoría de espectadores que practica el ‘a ver qué echan’ y es poco proactiva. Por eso también se pueden conseguir nuevos adeptos”, añade Alosete.
En los últimos tiempos, este juego de cambios de cadena, rescates seriéfilos y resurrecciones cuenta con un nuevo contendiente: las plataformas digitales. Netflix se ha apuntado un tanto entre el mundo seriéfilo al hacerse cargo de la resurrección de Arrested development, comedia de culto que fue cancelada en 2006 tras tres temporadas. Los nuevos capítulos se podrán ver por streaming en mayo de este 2013. Netflix ha conseguido así ganar relevancia y un importante “empujón publicitario”, como apunta Marina Such. Esta misma plataforma ha estado negociando con AMC la recuperación de la cancelada The Killing, que finalmente parece que contará con una tercera temporada en el canal en el que nació pero con la colaboración de Netflix en la producción.
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